lunes, 24 de septiembre de 2012

Decíamos ayer. Mi instrumento de trabajo y otras historias. Septiembre 2011 (4).


Entrada nº 101. El tamaño sí importa...



Robert Mappelthorpe. Patrice.


101 mm, ¿es poco?

En estado de reposo, claro.

Tuve una compañera durante los 10 años que trabajé en temas Calidad que llevaba los temas de encuestas y que siempre comenzaba a hablar de sus proyectos en las reuniones con la misma frase:

¡EL TAMAÑO SÍ IMPORTA! ¡CLARO QUE IMPORTA! ¡Y SI NO QUE NOS LO DIGAN A LAS MUJERES!

Después de decir esto iba posando su mirada desafiante sobre todos los asistentes a la reunión de género masculino y, por último, posaba su mirada sobre mí durante un último momento hasta llegar al límite, hasta que yo no podía aguantar más, y cuando me sentía a punto de echarme a llorar, entonces y sólo entonces comenzaba a presentar sus proyectos, ella sabía medir muy bien los tiempos.

Según decía aquello lo hacía para que nos quedara bien claro que el tamaño sí importaba, otro tamaño, claro, el de la muestra de la encuesta, del cual iba a hablar a continuación.

Y nos quedaba clarísimo sobre todo a los hombres, creo que ninguno lo olvidará jamás, sobre todo yo.

Un saludo en el recuerdo compañera,

El paseante.

p.d.- por cierto, ¿acaso pensabas que la tenía pequeña?

Entrada nº 100. El mimo.



"Qué hora de silencio, cuántas veces repetida, en mi existencia, esta ocasión humilde en que, tendido por la enfermedad o el sexo, la marea alta del atardecer me sorprende, náufrago, y me acuna. El poema se escribe solo en mí y nunca he querido escribirlo, salvo cuando era niño y torpe. Cómo creer en nada. Sólo hay un poco de paz, una cita de estrellas, en esta tregua morada del anochecer, antes de que los cuerpos sean sacos abultados y mal cerrados, antes de que los corazones sean piedras en el fondo del sueño. La vida se me vacía y veo muy claro el libro que nunca escribiré, y veo al hijo, única punzada entre los latidos de mi corazón, y veo el tiempo, cinta dulce que se desanuda infinitamente.

Hay una supresión de espacios, una caída de perspectivas, y son éstos los mismos anocheceres de la infancia con miedo y caballos, los mismos de la adolescencia con enfermedades y versos. Cómo me rejuvenece todo para la muerte. Más que irnos barroquizando, el tiempo nos va desnudando. Todo es un ir retornando a la niñez, a la sencillez, porque la muerte no crece en nuestras condecoraciones de vida y dolor. la muerte nos toma niños, puros, solos, y pienso que es en estos momentos cuando puedo morir".

Francisco Umbral.
Mortal y rosa.

Remember Tino (2).




Eloise.

Es un huracán, profesional, que viene y va,
buscando acción, vendiendo solo amor.
Aniquilar, pasar por encima del bien y el mal,
es natural, en ella es natural.

En tiempo de relax empolva su nariz,
Eloise, Eloise
dolor en tus caricias, y cuentos chinos,
yo seguiré siendo tu perro fiel eeeeel

Mas Eloise es rápida como la pólvora,
serpiente en el Eden,
siempre va a cien
Donde quiera que va,
la bomba de Hirosima está
a punto de estallar,
peligro no tocar,
sus pechos goma dos y nitroglicerina,
Eloise, Eloise,
dolor en tus caricias,
y cuentos chinos,
yo seguiré siendo tu perro fiel eeeeel

Mi Eloise, amar deprisa,
amar de pie, no sé porque,
me ocultas algo,
tu doble riesgo,
correré, me perderé

La fiebre y el placer, que puedo hacer, se convirtió
en sucio polvo gris,
quien me lo iba a decir.

Con tanta actividad me mortificas sin piedad,
y ya no puedo más, tímida luz de gas
sus pechos goma dos y nitroglicerina, Eloise, Eloise,
tantas noches como te besé, dolor en tus caricias,
tantas veces te maldeciré, y cuentos chinos,
yo fuí atrapado en mi propia red

Como una araña en cautividad, ya no podré escapar

Siempre nos quedará Barcelona.



Me encanta la torre Agbar, es como un pene, parece un pene que penetrara la ciudad, ¿verdad?

Que no se moleste nadie, soy madrileño de familia madrileña pero me encanta Barcelona, lo siento, siempre que vuelvo me deleito contemplándola y viviéndola, me parece una ciudad única y tiene además para mí algo muy importante, está abierta al mar.

La primera vez que fuí tendría unos 11 años, mis tíos habían alquilado un apartamento en Premiá de Mar y les ofrecieron a mis padres que cuando ellos regresaran fuéramos nosotros para allá, eran otros tiempos, recuerdo que para darnos las llaves quedamos en parar en la carretera cuando nos viéramos, imaginar qué diferentes eran los tiempos, no se sabía dónde ni cuando se cruzarían los dos coches, había que ir atentos, y pararíamos cada uno en una dirección, cruzaríamos la carretera y nos darían las llaves del apartamento, increíble.

Digo "cruzaríamos" porque cruzamos la carretera toda la familia para dar un beso a los tíos, por supuesto.

De esa primera estancia recuerdo que yo estaba enfermo, pese a ser verano tenía una especie de gripe, tenía fiebre y la fiebre con calor se lleva fatal, y además Barcelona con ese calor húmedo que a los de Madrid nos agobia tanto, para colmo mi madre se empeñaba en ponerme un jersey de lana, en esa época te ponían un jersey si estabas malo aunque fuera verano, por si te destemplabas decían, la disculpa era que el jersey era blanco, eso me decía mi madre para convencerme, yo sudaba la gota gorda.

Recuerdo que con fiebre y jersey subímos una mañana al Tibidabo y en el Tibidabo subimos a la noria, y cuando la noria tenía nuestra cesta en lo más alto yo pensé tirarme porque ya no aguantaba más.

También recuerdo de aquel viaje a copito de nieve, la plaza de Cataluña y el Corte Inglés, la playa de la Barceloneta en la que llegamos a bañarnos pese el olor a petróleo que tenía entonces.

Pero sobre todo recuerdo que cuando se está enfermo no se tiene ánimo para nada.

Cada vez que vuelvo a Barcelona voy a todos los sitios a los que iba mi padre en sus viajes de trabajo a la ciudad, me alojo en el mismo hotel, voy a comer a los mismos restaurantes, bueno, menos el último viaje que hice, iba con un compañero de trabajo, mi padre me recomendó ir a cenar a Los caracoles, lugar típico en pleno barrio chino, a mi compañero de trabajo, hoy amigo pese a todo, el lugar le pareció cutre y no entramos, me llevó a otro lugar en plena Rambla que era de diseño, tampoco me dejó montar en el bus turístico, en venganza le hice montar en las Golondrinas, esos barquitos que recorren el puerto, se mareó en el barco y vomitó, mientras yo seguí contemplando la maravillosa perspectiva de la ciudad desde el mar.

Es que los de Madrid no valen para nada...

Barcelona ha cambiado mucho, recuerdo también que en una ocasión fuí solamente para ver la exposición del fotógrafo Robert Mappelthorpe en la Fundación Miró, y para pasearme por las Ramblas y llegar hasta la estatua de Colón y saludar al mediterráneo desde el puerto, siempre que contemplo el mar desde Barcelona me acuerdo de la canción de Serrat.

El paseante.
Septiembre 2011.

LA AMISTAD SEGÚN ANTONIO.


El paseante junto al autor del artículo. Navidades 2008. Foto de archivo.

“SIMPLEMENTE AMIGOS”
El hombre por naturaleza es un ser social; es en la sociedad donde se constituye como hombre, y todas sus interacciones están movidas por la necesidad de los demás.
Todos sabemos que ningún hombre es una isla, necesita al resto de la humanidad para realizar su vida, y desarrollarse como persona; pero otra característica del ser humano es que en un 80% es un ser emocional, que se mueve en busca de emociones positivas que le hagan sentirse mejor.
En esta búsqueda casi desesperada por encontrar sentimientos positivos como el afecto aparece la amistad. El ser humano utiliza la amistad para sentirse querido, sentirse integrado en su microsociedad, mediante alguien que sabemos que nos valora, nos respeta, nos admira, nos entiende, y con quien podemos compartir penas, alegrías, éxitos, fracasos, etc.
Pero: ¿Qué es un amigo o una amiga?: Un amigo/a en su grado máximo es la persona con la que el tiempo pierde su significado; no existe, podrías estar horas conversando y siempre habría algo de qué hablar; la  comunicación fluida y llevada a lo más profundo de los sentimientos es un característica de la buena amistad.
La amistad parte de una premisa básica: necesitamos confidentes con los que poder proyectar lo que somos y lo que no somos, y para ello como en el amor es importante elegir a la persona o personas adecuadas: Alguien con quien exista una conexión especial, con quien te sientas comprendido, y protegido ante la adversidad de la vida.
La amistad configura un sentimiento más duradero que el amor, dado que tiene un mayor respeto por los espacios individuales, y porque el sentido de posesión está más atenuado.
Es necesario saber que tanto en el amor como en la amistad existen dos o más personas, y cada una tiene su individualidad, con sus valores, creencias, sentimientos, apreciaciones, e incluso diferentes grados de entrega, valoración y concepción del significado de la amistad; por eso como en  el amor podemos sentirnos defraudados por nuestros amigos/as, porque no respondan a nuestras necesidades ni expectativas y no recibamos lo que esperamos de ellos/as.
En la amistad pueden existir celos como en el amor, que responden a ese sentimiento de posesión del amigo; pero es un tremendo error pensar en el amigo como en un fetiche: más bien son compañeros cercanos de viaje con quienes podemos sentirnos libres en un espacio de conexión con muy poca censura, donde el respeto por la visión, opinión,  creencias, y  valores del amigo debe ser una norma imprescindible.
Como en el amor la amistad hay que cuidarla, regarla aunque sea periódicamente, y se necesita tiempo para invertir en ese proyecto de amistad, si no es así como cualquier flor por bella que sea, la amistad se marchita y acaba por morir.

Me he preguntado muchas veces qué buscamos con la amistad, y la respuesta no es fácil:
En primer lugar creo que  “El efecto Espejo”, es fundamental en la amistad; poder sentirnos reflejados en algunos aspectos, por pequeños que sean en el amigo/a; pequeños o grandes puntos de encuentro donde la coincidencia es una fuente mutua de placer.
Otro punto importante es la admiración del amigo; como en el amor es un importante motor motivacional, que  permite desear y anhelar las interacciones amistosas. Este apartado que se relaciona con lo que yo denomino “factores complementarios”; que son aquellos de los que somos carentes nosotros, pero que los tiene el amigo/a, permiten un aprendizaje consciente e inconsciente que puede ser tremendamente adictivo. Por mimetismo el amigo admirado nos permite un aprendizaje  por el cual adoptamos prácticas, conductas y actitudes que nos resultan interesantes y atractivas.
No debemos olvidar al amigo como consejero: Un buen amigo nunca nos dirá lo que tenemos que hacer; nos aportará puntos de reflexión que nos ayuden a tomar una u otra decisión. Esta función del gran amigo como alter ego nuestro, puede ser muy reconfortante ante decisiones claves en nuestra vida.
El buen amigo/a cumple una función de terapeuta: nos permite sin juzgarnos descargar nuestras emociones más negativas y nos sirve como paño de lágrimas ante el dolor. Está función de la amistad une mucho, pues el amigo que se siente ayudado, estará agradecido, si no es toda la vida, por mucho tiempo.
De forma práctica esto es la amistad: Esa relación permanente con alguien que admiras, adoras, proteges, cuidas, aconsejas, te sirve de paño de lágrimas, te ayuda a crecer y aprender actitudes, conocimientos y conductas nuevas, con el que el tiempo no existe, que te entiende y con el que te sientes comprendido, y en definitiva con el que pasas momentos de intensa felicidad.
Antonio Peñafiel.

(En exclusiva para El Paseante).

La buganvilla, el romanticismo y el amor.




Es el rincón más romántico del jardín, bajo la buganvilla hay dos hamacas de madera, si te sientas con alguien allí y aún no estás enamorado te enamoras seguro.

Mejor no probarlo.

La buganvilla mantiene peremne el espectáculo de sus flores desbordantes sobre la pérgola durante todo el año, a lo lejos, detrás, se vé la roca de la montaña que como un gigante parece guardar tanta belleza, tanta felicidad.

Delante se extiende la hierba del jardín, que parece ilimitada hasta llegar al muro de adelfas, detrás de las adelfas se elevan las copas de un bosque de pinos y palmeras que al atardecer la brisa del mar mece cadenciosamente como un coordinado movimiento de ballet.

La casa está a orillas del mediterráneo, es mi Ítaca particular, cuando llego a ella, igual que Ulises, me desarmo, dejo caer todo el peso de mi vida, el camino queda atrás, me desnudo de mí y quedo sólo yo.

Por la noche sobre el olivo del jardín veo brillar las estrellas, las voy contando una a una y siempre al final me pierdo, me voy durmiendo contando estrellas en el silencio infinito de la noche, luego entro en la casa, me acuesto, y en sueños sigo vagando por lejanas galaxias, perdido en el infinito cielo, contando estrellas una a una como si fueran las flores de la buganvilla dispersas por el universo.

El paseante.
Octubre 2011.

Te lo debía Josele.



Josele, te lo debía, te lo prometí, te dije que hablaría de ti en mi blog, y lo prometido es deuda, hoy cumplo mi promesa, perdona el retraso.

Representados por ti rindo reconocimiento de cariño y afecto a todos los artistas que cada verano en hoteles y chiringuitos de playa amenizan nuestras noches con las canciones de ayer.

Artistas pobres, pobres artistas, pero que realizan una labor encomiable, la de entretenernos y tocarnos el corazón con sus tiernas baladas de amor.

El veraneo tiene otra dimensión gracias a ellos, y sin ellos no sería igual.

Gracias Josele y gracias a todos, admiro vuestro arte y vuestro esfuerzo, sois los nuevos cómicos de la legua.

Por cierto, mi canción favorita es Los ojos de la española, me pone tierno...

El paseante.
Septiembre 2011.

Hoy vengo a trabajar en camiseta.



Sé que soy de izquierdas por estas pequeñas cosas, y que diga lo que quiera mi compañera de oficina, yo soy de izquierdas, estoy seguro, si fuera de derechas no vendría  nunca a trabajar en camiseta, vendría siempre con corbata.

El hábito hace al monje, ya lo decía mi abuela, según me visto así me siento, lo tengo comprobado, hoy con la camiseta puesta me siento más de izquierdas aún, si es que eso es posible, es como si el izquierdismo inundara todo mi cuerpo y se desbordara en mí.

Oleadas de izquierdismo me traspasan.

Por cierto, he causado sensación.

El paseante.

Mi tercer instrumento de trabajo.

René Magritte. El maestro de escuela.
LA SOLEDAD:

El poeta se quedó solo.

Desnudo quedó el poeta de todo sonido
Apenas su voz sabía decir
El poeta quedó algo triste
Solitario de días y noches
Nunca, pensó, volvería a saber amar

Desnudo y frío de lunas y soles
Desterrado de estrellas y noches
Exiliado de amor
Prófugo de días y luces
El poeta quedó solo

Abandonado y fiero cual odiada bestia
Fiel a sí mismo
Un día desarboló las arboledas
Y desmontó la luna como en mecano
Para construir un nuevo sol con ella

Soñó con ser él de nuevo
Pero más él ahora que antes
Cada día el poeta planeaba su nueva vida
Y dentro, como en caja china
Soñaba con poder meter el amor

Y el poeta desnudo y puro
Con la pureza de una bella flor
Soñó con otra vida
Y solo, y puro, y eterno
El poeta resucitó

José Ramón Carballo. Del libro de poemas "Nieve de abril".

El pobre de la puerta de mi oficina.



"Todo hombre es cualquier hombre en potencia".

El Paseante.

Soy extremadamente compasivo, desde muy pequeño, siempre me pongo de parte del más débil, prefiero sufrir yo, lo llevo mejor que ver sufrir a los demás, creo que es algo que me han inculcado mis padres desde pequeño, los dos son igualmente muy compasivos, aunque a juzgar por lo temprano que comencé a serlo yo, creo más bien que se trata de algo incorporado ya a la carga genética más que algo aprendido, porque mis abuelos eran igual, y seguramente mis ancestros más remotos lo fueran.

Mi abuelo materno siempre decía, según me cuenta mi madre, que nadie pide por necesidad y que siempre que se ve a alguien pidiendo se le debe dar una limosna, yo cuando salgo a desayunar a media mañana no puedo parar de dar limosnas, trabajo en la Puerta del Sol y todo el centro está lleno de mendigos, cualquiera de ellos me da pena, cada cual por un motivo concreto, uno porque es joven, otro porque es mayor, el otro porque tiene un perrito o un gatito, o varios, el otro porque tiene alguna discapacidad, el otro porque es gitano, el de más allá porque es inmigrante, y así con todos.

Me tocan especialmente el corazón las mujeres con bebés en los brazos y los que llevan animalitos, en ambos casos porque me parece que tanto los niños como los animales están especialmente desprotegidos, los adultos al fin y al cabo se pueden defender por sí mismos de una u otra manera aunque sea en una ciudad tan dura como es Madrid.

A la puerta de mi oficina se coloca cada mañana uno que me toca especialmente el corazón, lleva con él un perro y un gato, los podéis ver en la foto, tanto el perro como el gato están en un estado perfecto, se les ve además tranquilos y felices, hacen el perro y el gato una pareja en perfecta armonía, el mendigo es un chico joven que parece extranjero, yo diría que por el aspecto y la forma de hablar podría ser irlandés.

Es educadísimo, simpático, va perfectamente aseado, sonríe siempre.

Cuando se va coge al gato y se lo sube a un hombro, recoge sus pocas pertenencias y con el perro al lado sigue su camino.

Hoy al darle la limosna diaria he hecho esta foto, pidiéndole permiso, por supuesto, él me ha dicho que sí con una sonrisa amable y se ha retirado un poco.

Hoy me he fijado que le falta medio brazo izquierdo y el corazón se me ha encogido.

Pero parece feliz él y parecen felices su perro y su gato.

Seguramente la vida le ha llevado hasta ahí, si hubiera podido elegir, si hubiera tenido oprtunidades ahí no estaría, seguro.

Por eso es tan importante fomentar la igualdad de oportunidades y las garantías sociales en situaciones de necesidad, para conseguir una sociedad más justa y feliz, y más igualitaria.

El paseante.
30 de septiembre de 2011.


Mi segundo instrumento de trabajo.

El sueño del caballero. Rafael Sanzio de Urbino.

LA ENSOÑACIÓN:

Buenas noches

Recostado en tu cuerpo
Pienso en ti una vez más
Apago la lámpara de la mesilla
Te beso
Y me duermo
Entonces comienza mi sueño
Y aún ahí veo que sigo a tu lado
Compartiendo en ese otro mundo
Nuestro amor de nuevo
Y sueño que estoy
Recostado en tu cuerpo
Y pensando en ti una vez más
Y me despierto y te veo
Allí junto a mí dormido una noche más
Y me pregunto qué es sueño
Y qué es realidad
Y si algún día me tendré que despertar
Y no estarás ya junto a mí durmiendo
Y si eso será también un sueño
Y el sueño la realidad

José Ramón Carballo. Del libro de poemas "Noviembre".

Los hijos de mis compañeros de trabajo.




Las conversaciones de oficina sobre los hijos son inacabables, me recuerdan a las de la mili o a las de los embarazos, cuando no has participado de esas experiencias tan apasionantes a juzgar por cómo las relatan, se te pone cara de paisaje, en las que tratan sobre los hijos intento participar hablando de mi perrito pero no me hacen ni caso, enseguida vuelven a los biberones, las papillas, los dodotis, la guardería y todo eso, comprended que me sienta un poco excluído, suele pasar cuando se pertenece a una minoría.

El paseante.

Mi instrumento de trabajo.





No se trata de ningún fetichismo raro pero quería que los viérais, gracias a ellos existe el blog, recordad que soy el paseante, podéis usar la imagen como queráis, una vez que se sube algo a la red puede acabar en cualquier sitio, os doy permiso absoluto respecto a la fotografía, seguramente acabará en algún sex shop de Vancouver, me parece estar viéndolo.

Y no os preocupéis, están limpios, haced con ellos lo que os apetezca..., me los lavé antes de fotografiarlos.

Por cierto, ¿son bonitos, verdad?

Besos,

El paseante.

Remember Tino.






EMBRUJADA

Hace tienpo que vive en un cuento
del cual no quiere salir
encantada, duerme con la almohada
y se olvidó de reir.

Dicen que es la bruja
con tacón de aguja
aliada de Lucifer,
cuentan que era estrella
pero la botella acabó con ella
hasta hacerla enloquecer.

Stop, mi hada, estrella invitada
victima del desamor
sube al coche, reina de la noche
y olvida tu malhumor.

Embrujada vive encadenada Letra de Embrujada - Tino Casal - Sitio de letras.com
a un viejo televisor,
y de Samantha cuentan que fué musa
de algún mediocre pintor.

Todo era derroche
reina de la noche
¡Quien te ha visto y quien te ve!
cuentan que eras sexy
rutilante estrella
pero la botella acabó con tu poder.

Stop, mi bruJa, con tacón de aguja
victima del desamor
date prisa, envuelvete en la brisa
olvida tu malhumor.
Stop, mi hada, estrella invitada
victima del desamor.

HIMNO PARA EL 15 M.




Lo que haré

Haré lo que tú me digas
Estoy esperando tu consigna
Tu credo
Tu amor
Espero oír tu sabio consejo
Tu prudente decisión
Espero tu suave caricia
Tu tierno beso
Tu mirada
Tu amor
Tu amor que me señala
Me ilumina
Me hace feliz
Estoy esperando tu palabra
Te espero siempre como a una ardiente multitud
Que me arrastra en su tumulto de estruendosa dicha
De ruidosa alegría
De felicidad renacida
Para quedarme por siempre en ti
Dentro de todo tu amor
Enredado en ti
Enredado en mí
En el laberinto inacabable de tu beso
Prisionero de la perpetua quietud de tu alma

José Ramón Carballo.

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