Ya, ya sé que ya tocaba, me habéis estado escribiendo diciéndome que ya llevaba mucho tiempo sin actualizar mi torso, bueno, pues aquí lo tenéis de nuevo, recientito, fresquito, como recién salido del horno, como un bollito de pan tierno, apetecible, delicioso, tentador, fotografiado ayer por la noche a última hora después de un día de bronceado en la piscina y de haberme hecho 30 largos en la piscina.
Mi torso eterno, sobrenatural, espléndido, como salido del cincel de Miguel Ángel, cual David redivivo.
Os quiere,
vuestro deseado paseante
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