viernes, 27 de julio de 2012

Lips.



Lips
Los labios son sin lugar a dudas la parte más sensual del cuerpo, su contemplación antecede al beso, al deseo de besar, que es, en mi opinión, el acto en el cual se funden en el deseo el cuerpo y el espíritu.
Podríamos decir que el beso es la frontera entre cuerpo y espíritu en el acto sexual de entrega amorosa entre dos personas.
En ocasiones con el beso bastaría para sublimar el amor, sería suficiente un beso apasionado y dejaría colmadas todas nuestras expectativas de fusión con la persona amada.
Besar si no hay amor no es más que un tosco prolegómeno del sexo, y si ni siquiera hay beso está bien claro el asunto, no se da la magia de la unión entre las almas en el acto sexual.
No son incompatibles el deseo sexual y el amor, son complementarios, no hay que pensar que el amor, el amor verdadero, se mancha con el deseo sexual y su satisfacción, siendo más bien la parte carnal del amor algo así como la rúbrica de algo que se ha producido previamente a nivel espiritual.
Y los labios son ese punto fronterizo que nos abren las puertas de la otra persona, nos funden a ella en alma y en espíritu.
el paseante

No hay comentarios:

Publicar un comentario