martes, 17 de julio de 2012

La película de la semana. Viaje al centro de la tierra. Henry Levin. 1959.


Julio Verne, el escritor de nuestra infancia, sus disparatadas aventuras, imposibles, ciencia ficción que más tarde se convertiría en realidad de una forma menos novelesca y poética.
Esta película es pura poesía, de una belleza arrolladora en sus imágenes, de una fantasía inverosímil y sorprendente, con un retrato de los personajes y de sus caracteres genial, y unos intérpretes magníficos, por cierto, en el fotograma que he elegido sólo falta el pato, bueno, y el villano también.
Imaginaros que estos incautos se llevan un pato al centro de la tierra, increíble, pero el pato, que se llama, por cierto, Gertrud, le da un toque tierno a la aventura, siempre anda el espectador pendiente de qué le pasa al pato, pobre pato, tan simpático, tan vulnerable, tan oportuno en ocasiones.
Junto al pato también va en la expedición una preciosa dama victoriana que se va quitando la ropa a medida que el calor aumenta, y un científico que se va enamorando de ella rápidamente mientras la ayuda a subir las rocas poniéndole la mano en la cintura..., y dos chavales muy ingenuos y simpáticos, a los que nada asusta.
Todos lo pasan mal, pero uno no se angustia, en estas películas todo acaba siempre bien, eso ya se sabe de antemano, y el científico y la dama victoriana se besan al final, no podía ser de otra manera.
Del pato no os digo nada, tendréis que ver la película para averiguarlo.


el paseante

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