Gracias por escribirme, me alegra que te gustara la película, me imaginaba
que te gustaría, es una película muy especial, que te toca muy dentro.
Me gustó
especialmente como trata el tema de la muerte, por elipsis, es decir, de una
manera tácita, refleja sólo el vacío que genera a nivel físico, como cuando en
el ajedrez el contrario te come una figura y la hace desaparecer del tablero,
me pregunto quién es el contrario en el ajedrez de la vida, ¿Dios?, ¿la
muerte?...
Y me gustó
como trata el hedonismo de vivir y su vacío sin dramatizarlo, dejando claro por
otro lado que igual de fútil y vacío es tratar de llenar la vida de coartadas
para vivir de una manera que intente transcendernos, en ese aspecto la película
es un tanto existencialista, o nihilista tal vez.
Toca la
religión pero no la destruye, ahí se retrae un tanto, parece no querer
sentenciar algo que es difícil conocer plenamente, deja abierto el tema
religioso como un misterio, no podía ser de otra manera tratándose de Roma,
quiero decir, deberá ser realmente complicado no creer en Dios en una ciudad
como Roma, la película parece señalarnos en su escena final el más allá
con el vuelo de las aves sobre el Coliseo.
La música me
encantó, tan apropiada que es verdaderamente un elemento expresivo de primer
orden en la película, no sólo subraya las escenas, más bien las conforma en
ocasiones, de ahí una visión algo cercana al videoclip que pueda tener en
algunos momentos, muy moderna en su estructura, muy, por otro lado,
transportadora a un mundo medio onírico, de fantasía, irreal, pero por otro
lado más intensamente real que el real, no sé si me explico, en tanto en cuanto
conecta con un mundo de sensaciones que se traslada al espectador
convirtiéndole en protagonista, haciéndole ser partícipe de lo que está viendo
en la pantalla, rompiendo la frontera entre proyección y contemplación,
fundiéndolo todo en un acto único.
Perfomance
al fin y al cabo, perfomance integral, espectáculo en estado puro, catarsis,
después de contemplar todo aquello uno tiene la sensación de haberlo vivido,
virtud que sólo tiene el mejor cine, y se sale de la sala como si a partir de
ese momento el mundo fuera diferente, y es que ya no es en verdad igual a como
lo dejamos al entrar, se ha visto enriquecido, transformado con una nueva
visión que era ya nuestra pero que no conocíamos aún, la que nos ha transmitido
el creador a través de su obra, abriéndonos los ojos a un mundo diferente.
bss,
jr
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