¿Cuántas lunas hay? Me pierdo, intento contarlas y se me olvida dónde empecé, vuelvo a contarlas pero me parece que siempre me equivoco, son como todas las lunas de mi vida repetidas hasta el infinito, incontables, incesantes, imprevistas siempre, esperadas, deseadas, amadas, por qué no decirlo...
Un círculo sin fin.
Es el segundo cuadro que me llevaría de la exposición sobre pintura de los años 70-80 del palacio de Velázquez del Retiro.
Sorprendente, te toca muy dentro del corazón esta sucesión de lunas tan esquemática, tan infantil, tan hermosa.
el paseante
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