Yo hago exactamente lo mismo que tú durante los fines
de semana. Mis perras me dan calma, seguridad, compañía. Me gusta salir a
caminar con ellas, y las llevo a un prado cercano, donde las puedo soltar y el
sólo verlas correr y disfrutar, me hace llorar. En ese prado todos los perros
ya son amigos, al igual que los amos y amas, así que las mascotas nos conocen a
todos. Según el día o la hora, hay un grupo u otro, y a veces reflexiono sobre
quiénes terminaron siendo mi compañía. Y es verdad lo que dices respecto a la
felicidad. Mis perras me aman como nadie me ha amado jamás, y yo las amo
igualmente.
Hermann
Hesse es uno de mis favoritos, y Lobo Estepario me hace verme a mí misma. Y no quiero
impresionarte con lo siguiente. Pero te contaré algo que te parará los pelos:
el año pasado tuve dos síncopes. Uno de ellos me tuvo sin conciencia durante 21
días, en terapia intensiva. Cuando desperté, veía a mi gente alrededor y los
percibía como parte de una película. Llegué a decir en voz alta, que yo no
sabía que mi esposo y que mis hijos eran actores. Yo estaba viendo una película
y me admiraba de conocer a los actores y me enojaba porque no me lo habían
contado. Es un poco al revés de lo que pasa en "Lobo ...", porque yo
era espectadora pero no actora, aunque quizás en la película que yo veía estaba
yaciente en la camilla de la terapia, pero ese protagónico no me gustaba. No lo
recuerdo bien. Más que el lobo o su protagonista Harry Haller, realmente
soy Herman (conoces su historia, su depresión, sus pensamientos suicidas, y
todo el movimiento ese del pietismo.... seguro que sí) y amo a Narciso y
Goldmundo.
Otro beso
para tí, BC
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