Ningún problema puede resolverse desde el mismo nivel mental que lo creó.
Albert Einstein
-
Eso es justo lo que me pasa a mí, soy incapaz de
resolver mis propios problemas, por eso trato de resolverlos hablando contigo
jr.
-
¿Y lo logras?
-
Yo creo que algunas veces lo logro y otras veces acabo
peor de lo que empecé, más liado, pero al cabo de unos días ese lío se deslía
como por arte de magia y el problema se resuelve.
-
¿Y todo gracias a mí Woody?
-
Bueno, gracias a ti no exactamente, tú eres la
disculpa, como el figurante que me da pie a mí a hablando contigo hablar
conmigo y resolver el problema.
-
¿Entonces yo no hago nada realmente?
-
Escuchar y opinar para que yo siga hablando,
verbalizando el problema, con eso es suficiente, en cuanto un problema se
verbaliza está en vías de resolverse.
-
Ya.
-
¿Te has enfadado?
-
En absoluto, a mí me pasa igual contigo.
-
¿También?
-
Lo mismo.
-
Entonces en verdad es que somos como dos gotas de agua,
almas gemelas, ¿verdad?
-
Twin
souls Woody, twin souls.
-
¡Qué
bonito jr!
-
Estamos hechos el uno para el otro y a través de la
eternidad nos hemos reencontrado.
-
A través de océanos de tiempo.
-
Sí, a través de océanos de tiempo hemos llegado el uno
al otro.
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Precioso jr.
-
Hermosísimo Woody.
-
Somos como dos espejos frente a frente que siempre
tienen el mismo reflejo.
-
El reflejo del infinito.
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Sí, del alma eterna.
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Del alma eterna del ser, del alma eterna de todas las
cosas, de todo el universo, de toda la creación.
-
¿Somos como Dios jr?
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Somos parte de Dios Woody.
-
… pero yo no creo en Dios jr.
-
Pero yo si Woody, yo creo en Dios y tú eres mi reflejo,
no lo olvides.
-
¿Pero si yo no creo en Dios y tú eres mi reflejo
también en qué quedamos?
-
Eso no lo había pensado la verdad.
-
Pues es fundamental, nuestras discrepancias religiosas
son un escollo para que nuestras almas se junten en un abrazo eterno de
purificación, reencuentro y suprema armonía.
-
No se me había ocurrido, pero mira, en realidad da
igual creer o no en Dios.
-
¿………..?
-
Sí, verás, si tú no eres sino mi reflejo y yo no soy
sino tu reflejo entonces realmente el resultado es que yo no creo en Dios y tú
sí crees en Dios.
-
Claro, es verdad, pero no has pensado que una vez que tú
eres mi reflejo vuelves a reflejarte en mí, y yo en ti hasta el infinito.
-
Bueno Woody, convengamos que eso no es más que la
alteridad del ser.
-
¿Y eso que es?
-
La transubstanciación última, la postrera
desmaterialización, la nada.
-
Entonces, somos nada…
-
Nada y todo a la vez, el vacío contiene en sí todas las
posibilidades en tanto en cuanto no se ha producido aún, y cuando se produce no
sigue siendo sino vacío, el vacío de la alteridad incesante, múltiple, repetida
y multiforme.
-
Jr me estoy empezando a marear.
-
Fuiste tú el que empezaste Woody.
-
Perdona.
-
Nada, eres mi alma gemela, entre almas gemelas no hay
que pedir disculpas.
-
¿A no?
-
No, no es necesario, somos la misma persona.
-
¡Qué fuerte!
-
Así es.
-
Nunca me había sentido igual jr.
-
¿Cómo?
-
Tan bien como ahora, en este momento, creo que he
tenido la revelación del verdadero sentido de la existencia.
-
¿Y cuál es Woody?
-
Tú.
(continuará)
El paseante
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