domingo, 1 de diciembre de 2013

CHRISTMAS TIME Nº 1

miércoles, 7 de diciembre de 2011


Ikea y la navidad.



Estoy en Ikea, sí, ahora mismo, estoy en Ikea, qué emoción, de verdad, estoy en Ikea, no es broma, me he venido a Ikea porque para mí es el epicentro de la navidad, no puede haber navidad sin Ikea.
Soy adicto a Ikea, pero sobre todo me gusta como escenario de rupturas sentimentales, esto ya os lo he contado, y como escenario de la navidad.
EL PASEANTE EN DIRECTO DESDE IKEA, ON LINE, LÍNEA ABIERTA DESDE IKEA!!!!
Venir a Ikea en navidad es como viajar al extranjero por un momento y ver cómo viven los nórdicos la navidad, es como el contrapunto minimalista de los belenes y las panderetas de la Plaza Mayor.
Aquí no hay bocatas de calamares, pero siempre puedes tomarte un plato de salmón ahumado en la cafetería, por cierto, nada que ver con el salmón ahumado de Carrefour.
Vuelvo al tema, estoy aquí, en Ikea, sentado en la cafetería del Ikea de San Sebastián de los Reyes, frente a un plato de salmón ahumado y una botella de agua mineral sin gas, escribiendo en mi note book y con el pen drive de conexión a internet.
El paseante ha entrado en las nuevas tecnologías, ya era hora!!!!!!!!!!!!
El paseante, un personaje de S. XIX en el Ikea del S. XXI, celebrando su particular navidad nórdica!!!!!
Aleluya, aleluya, aleluya, aleeeeeluya!!!!!!!!!!!!!
Me fascina Ikea, es mi mundo perfecto, un mundo feliz que diría Huxley, las cosas que de verdad importan en la vida están todas en Ikea.
Y todo tan familiar..., lástima que no puede entrar el perrito, le encantaría.
Bueno, pues nada más, sólo quería que lo supiérais, me gusta teneros informados.
Por cierto, estoy de vacaciones, y me he quedado en Madrid, a disfrutar de mi ciudad, pero hoy me he sentido algo viajero, y me he venido a Ikea. Voy a ver si compro algunas cosillas...
Creo que voy a venirme a pasar las navidades a Ikea, como si me fuera de viaje a New York, o algo así, me sale más barato, estoy acompañado, y no discuto con la familia, ni me mandan a hacer recaditos inútiles por quitarme de en medio.
Desde Ikea con amor,
el paseante

La señora de la limpieza de mi oficina es ninfómana.

La señora de la limpieza de mi oficina de vacaciones en Lanzarote.
El otro día hablando con ella me confesó que su deporte favorito era la bicicleta, que lo practica siempre que puede.
Hasta aquí todo iba de lo más normal.
Pero cuando comenzó a hablarme del sillín de su bicicleta comencé a alarmarme.
Por lo visto ha quitado el sillín de la bici y en su lugar ha "instalado", así dice ella, ha "instalado" un consolador.
No os riáis, no me lo estoy inventando, ella es así.
Dice que siempre que sale a pedalear se pone una faldita corta, tableada, dice ella, y debajo va sin bragas, por supuesto, y se sube al sillín y "tira millas..."
Gallardón ha puesto en su barrio ya el carril bici, lo cual le facilita mucho las cosas, claro, el alcalde es que está en todo, siempre al tanto de las necesidades de los ciudadanos.
El problema, según me cuenta, es que ella es multiorgásmica, y apenas puede avanzar en su recorrido, cada dos por tres tiene que parar, y es que el traqueteo del sillín la pone a cien, y claro, como además es bastante escandalosa, se pone a dar alaridos de pasión como una desesperada con la bici entre las piernas.
Un número, el otro día, por lo visto, dos municipales le tomaron los datos y por la tarde se presentaron en su casa los muy sinvergüenzas.
Todo esto según su versión, claro.
Yo estoy asustado, no sé qué decir, ni qué hacer, ni qué cara poner cuando me cuenta estas cosas.
No sé si está esperando algo de mí.
Es fuerte, ¿verdad?
¿Muy fuerte?
el paseante

Las muñecas de Famosa se dirigen al blog.


Las muñecas de Famosa se dirigen al portal
Para hacer llegar al niño su cariño y su amistad
Y Jesús en el pesebre se ríe porque está alegre
Navidad jubilosa, Nochebuena de amor
Es el mensaje feliz
De las muñecas Famosa
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Pues eso, que las muñecas de Famosa también se dirigen al blog de el paseante, como todos esta navidad, para entregarle su cariño y su amistad.
Besos muñecas...
el paseante

El cuadro de la semana. Giorgio de Chirico.

Musas inquietantes. Giorgio de Chirico.
  
Tengo un amigo que es gay que siempre me dice que esa cabeza parece un pene, cosas de gays...
También podía parecer un testículo, uno solo, y si fueran dos mejor, pero sólo hay uno, y además está invertido, quiero decir que la vocación de todo testículo es colgar, los míos por lo menos cuelgan , no siempre, cuando tengo miedo o hace frío no cuelgan, están recogidos, creo que de ahí viene la expresión "estar acojonado", supongo, pero está claro que la vocación de todo testículo que se precie es colgar por la ley de la gravedad, y no estar erguido al espacio cual cabeza pensante, aunque a veces los hombres pensamos con los testículos, pero eso es otra historia, ahora bien, repito, los testículos siempre cuelgan, véase si no el cuadro de Dalí El gran masturbador, puede consultarlo el que no haya visto nunca unos testículos.
Me he ido por las ramas totalmente, no sé ni de qué iba a hablar, lo siento...
el paseante

La erección del miércoles. Comunicado.



Por respeto a estas fechas, la sección denominada "la erección del miércoles" se suspende hasta pasada la fiesta de reyes.
Pasadas las fiestas será restablecido el servicio con total normalidad.
Disculpen las molestias.
el paseante

Last christmas.

Last Christmas, I gave you my heart
But the very next day, You gave it away
This year, to save me from tears
I'll give it to someone special

Last Christmas, I gave you my heart
But the very next day, You gave it away
This year, to save me from tears
I'll give it to someone special

Once bitten and twice shy
I keep my distance but you still catch my eye
Tell me baby do you recognise me?
Well it's been a year, it doesn't surprise me

(Happy Christmas!) I wrapped it up and sent it
With a note saying "I Love You" I meant it
Now I know what a fool I've been
But if you kissed me now I know you'd fool me again

CHORUS

(Oooh. Oooh Baby)

A crowded room, friends with tired eyes
I'm hiding from you and your soul of ice
My God I thought you were someone to rely on
Me? I guess I was a shoulder to cry on
A face on a lover with a fire in his heart
A man undercover but you tore me apart
Oooh Oooh
Now I've found a real love you'll never fool me again

CHORUS

A face on a lover with a fire in his heart
(Gave you my heart)
A man undercover but you tore me apart
Next year
I'll give it to someone, I'll give it to someone special
special
someone
someone
I'll give it to someone, I'll give it to someone special
who'll give me something in return
I'll give it to someone
hold my heart and watch it burn
I'll give it to someone, I'll give it to someone special
I've got you here to stay
I can love you for a day
I thought you were someone special
gave you my heart
I'll give it to someone, I'll give it to someone
last christmas I gave you my heart
you gave it away
I'll give it to someone, I'll give it to someone

George Michael

martes, 6 de diciembre de 2011


Sé que tú también me quieres.


Y cuando regreso por la tarde a casa caminando entre solitarias arboledas, me está esperando siempre tu recuerdo, para decirme que tú me quieres también.
el paseante

Vuelvo a casa al atardecer.



Regreso hasta mi casa y dejo atrás la ciudad, sus onduladas lomas llenas de edificios, sus calles llenas de tráfico lento, sus luces de neón, sus escaparates, sus antenas, sus guardias de la circulación, sus mendigos.
Regreso digo, peregrino de un mundo cada día diferente, cambiante, del mundo opresivo de la prisa, la exigencia, la competitividad.
Regreso a mi casa que es como una pequeña jaula que cuelga del cielo, llena de libros, de cuadros, de fotos, de recuerdos, restos de una vida, cúmulo de sentimientos, emociones, de pasado, igual que yo, la casa, ese caparazón que nos contiene como si fuéramos un caracol, la casa, que es como un envoltorio del alma, que la protege, la cuida, la preserva del mundo, del mal, del dolor.
Regreso a casa al atardecer paseando lentamente por entre las arboledas, subo a mi torre, cénit de mi vida, y contemplo caer la noche desde mi atalaya que enfrenta la ciudad y la conquista con la mirada.
La ciudad a lo lejos va encendiendo sus luces una a una, como un minueto lento, imprevisible, fugaz, tiembla en la lejanía toda una letanía de diminutas estrellas que refulgen en Madrid, que es como un cielo inverso, como un cielo reflejo del cielo.
Y a lo lejos, cerrando el escenario, como si del entarimado de un teatro se tratara, se ven las montañas, lejanas y solitarias, azules en el atardecer, mudas y olvidadas. Yo las contemplo con mi mirada, gigantes que pueblan la noche, que vigilan con celo de monstruo la ciudad que comienza a dormir.
Y luego todo se apaga, más tarde la ciudad desaparece, se va, y quedo yo en mi jaula, suspendido del cielo, como un astronauta perdido en cualquier galaxia, hasta que venga el amanecer a rescatarme, y comience un día más a iluminar la ciudad con su manto de suave luz, tenue despertar entre el rocío, la escarcha, el frío que viene de las lejanas cumbres, que vigilantes también despiertan.
Y entonces el canto de un pájaro, de un sólo pájaro, siempre el mismo cada mañana, viene a despertarme.
La ciudad, sí, la ciudad, siempre con todos sus caminos abiertos, con todo su amor, con todo su tiempo esperándome allá abajo, llamándome siempre aunque yo no quiera ir.
el paseante

La película de la semana. La semilla del diablo.


Tengo una vecina al otro lado de la puerta que es igual que ésta, igual que Minie de La semilla del diablo.
Cada vez que salgo al descansillo aparece ella con cualquier disculpa, siempre está allí, me pregunto si estará enamorada de mí o si será el diablo.
Tal vez sólo se trata de que es cotilla, pero qué quiere saber de mí, algo busca, está claro, aunque yo no lo comprenda por ahora.
Tampoco lo comprendía Rosemari, la protagonista de La semilla del diablo.
Y tampoco lo comprende el espectador, pero Polanski hace que lo vaya comprendiendo poco a poco, poco a poco..., muy poco a poco...
Espero que mi relación con la vecina, de la que no sé ni su nombre, no llegue a esos extremos, los de Minie, claro.
Al menos aquí, en mi casa, no se oyen akelarres por la noche.
Polanski mezcla lo cotidiano y lo fantástico, presenta lo espeluznante de una manera tan real, que parece eso precisamente, real, y me pregunto si realmente podría llegar a ser real, si podría llegar a suceder algo como lo que se plantea en a película.
New York, edificio Dakota, visita del Papa, 9-9-1969, partido en el Jankie Stadium, calor sofocante en el verano de New York, los vecinos de la puerta de enfrente invitan a cenar a un matrimonio recién instalado en el edificio, él es un joven actor de poco talento y ella quiere quedarse embarazada.
No puedo contar más, y eso que en este caso me acuerdo de todo, hasta del más mínimo detalle, porque Polanski va esculpiendo a fuego la película en el subconsciente del espectador, y allí queda ya por siempre como una parte de ti, una parte del horror que llevas dentro.
Mejor verla, claro, es de esas películas tan magistrales que nunca te cansas de verlas, inagotable, contiene un mundo en sí misma.
La mejor película de Polanski, un maestro iniciático en el lado oscuro de la vida.
Por cierto, me pregunto si realmente existe el diablo, o es solamente una carta más del tarot de la vida.
No dejes de verla, te va a gustar, palabra de paseante, aunque luego no puedas dormir...
Además sale New York on christmas, muy apropiado para estas fechas...
Y si alguien es amable contigo alguna vez, no te fíes, algo quiere conseguir de ti...
el paseante


lunes, 5 de diciembre de 2011


White Christmas.



I'm dreaming of a white Christmas
Just like the ones I used to know
Where the treetops glisten
and children listen
To hear sleigh bells in the snow

I'm dreaming of a white Christmas
With every Christmas card I write
May your days be merry and bright
And may all your Christmases be white

I'm dreaming of a white Christmas
With every Christmas card I write
May your days be merry and bright
And may all your Christmases be white

Duke Ellington

Amor, espérame en Madrid.


Te echo de menos, sabes, sé que lees el blog, te lo digo, yo te echo de menos, te echo de menos como un tonto, a tontas y a locas, como un payaso triste que se resiste a llorar y al final estalla en un llanto incontenible, quería que lo supieras, aunque ya sé que lo sabes, te conozco bien, a estas alturas no hay secretos entre nosostros, y en este continuo echarte de menos va y llega la navidad que todo lo invade como una marea de sentimiento, de emoción, de amor.

Te echo de menos, te lo repito desde el corazón, y sé que te duele escucharlo, pero no puedo dejar de echarte de menos como un pobre vagabundo en busca de amor.

Exiliado de ti, huérfano y errabundo, peregrino del mundo por ver si algún día apareces de nuevo junto a mí.

Te quiero,

el paseante

Letanía de Madrid.



La Gran Vía es New York, ¿verdad?
Vengo hasta mi casa de los arrabales caminando, cruzando todo Madrid, hace una noche preciosa, más primaveral que de otoño, una noche de temperatura muy suave, Madrid se extiende ante mí como una mujer hermosa, tendida, esperando que la posea, engalanada toda de luces y adornos, punteada de estrellas, llena de gente que va y viene sin destino por el placer de pasear, de contemplar tanta belleza que se presenta ante sus ojos como una dádiva que nos da Madrid.
Madrid es más que New York, es más que New York porque es cercana, cariñosa, sentimental, el alma de Madrid es toda cercanía, cariño y sentimiento, y más en estas fechas en las que se acerca la navidad.
Recorro Madrid, cruzo sus grandes avenidas, me fijo en el derroche de luces, de bombillas que parpadean para mí, espectáculo único, constelaciones de estrellas, galaxias perdidas, lejanas lunas, asteroides, planetas, todos brillan en la noche de Madrid, y desde el cielo me habla la ciudad y me dice: bienvenido de nuevo a tu casa, ésta será ya por siempre tu casa, bienvenido a Madrid.
Te quiero Madrid, Madrid mi amor.
Tus calles son el mapa sentimental de mi vida, en tus rincones he vivido mis triunfos y fracasos, mis afanes, proyectos, quimeras, ilusiones, desesperaciones, el amor, la amistad, el sentimiento, en tus largas avenidas ha flotado el alma noctámbula de mi juventud, en tus cafés a la luz del atardecer he aprendido a conversar, a escuchar, a ser feliz.
En tu aurora, en tu cielo, en tu lluvia fina o torrencial, en tus nieves de la infancia, en toda tu climatología se ha ido curtiendo mi alma de niño, en ti me he hecho adulto, me he ido haciendo mayor, y ahora me voy despojando de todo y vuelvo a ti con la ilusión de aquel niño que al Metro lo llamaba tren y que se dormía en los cines de la Gran Vía viendo Peter Pan.
Madrid, espera, aún no es tarde, tenemos una cita pendiente cada atardecer, tú me llamas para que vaya en tu búsqueda y me pierda en tus calles, tú me quieres brindar tu beso de amor cada tarde y yo no voy, me quedo en casa contempládote desde la lejanía toda punteada de torres, espléndida de luces, hermosa de pasión.
Y al volver a casa te dejo atrás, te doy la espalda, doy la espalda a todo mi pasado, a todo el que fui y al que hasta aquí ha llegado, abro la puerta y sale el perro a recibirme, y Madrid queda atrás en el sentimiento, mi New York doméstico y diario, mi gran manzana de tentación, de pasión sosegada, de muda emoción.
Madrid, te quiero.
Madrid, mi amor.
el paseante

Encarnación Arranz Martín. Semblanza.

Encarna Arranz o el elixir de la eterna juventud.
A  Encarna la conocí hace ya más de 10 años en un Master del que éramos alumnos, yo llegué tarde el primer día y sólo quedaba un puesto libre a su lado, la fuerza del destino que diría Mecano.
Nos hicimos amigos desde ese instante, yo quedé deslumbrado por su belleza, su simpatía y su buen rollo.
Con el tiempo llegamos a trabajar juntos y yo llegué a descubrir que tenía su carácter, a veces chocábamos, para recociliarnos nos "hacíamos" un teatro, como nosostros decíamos, es decir, nos íbamos al teatro, a ver algo de Bertold Bretch, de Ionesco, la Catarsis del tomatazo, o algo parecido, siempre algo de vanguardia y experimental, en las salas alternativas de Lavapiés.
Al principio de nuestra amistad hicimos juntos un viaje a Cuba, en enero de 1999 exactamente, junto con una amiga suya, Lupe.
Durante el viaje ella y yo discutíamos continuamente por razones ideológicas, yo por aquel entonces era menos de izquierdas que ahora.
Recuerdo que una tarde sentados en el lobby del hotel Nacional tomando unos daiquiris, tuvimos una bronca monumental, en su momento álgido, Encarna se levantó y se fue al baño, supongo que a empolvarse la nariz porque ella es bastante coqueta, la pobre Lupe se quedó conmigo, debía de estar hasta las narices de aguantarnos todo el viaje discutiendo, me miró meditativa mientras tomaba un sorbo de su daiquiri helado y me dijo:
- A Encarna no le hagas mucho caso, ella dice que es muy de izquierdas pero le gusta vivir de puta madre.
Es la mejor definición que se podía hacer.
Desde entonces con ella soy más de izquierdas que Trosky y todo va como la seda, ahora bien, yo creo que no se lo cree del todo.
Lupe es muy certera en sus opiniones, siempre que nos veía juntos al cabo de un rato de observarnos acababa diciendo:
- Oye Encarna yo creo que este tío está enamorado de ti.
En fin, un apuro para los dos.
Lupe por aquel entonces tenía un novio adivino, así lo llamaba yo porque echaba las cartas del tarot.
Un saludo Rafa si nos estás leyendo.
A Rafa sigo yendo a que me eche las cartas de vez en cuando, es muy buen terapeuta, te dice siempre lo que quieres oir, y siempre me pregunta por Encarna y por Lupe.
¡Qué tiempos aquellos!
Por cierto, mi vocación frustrada, una de ellas, es ser como Rafa, adivino.
Bueno, me he ido un poco por las ramas, pues eso, que "my Encar", o Encarmov, como yo la llamo, es mi amor imposible, porque yo a ella no le gusto y porque tiene un carácter algo difícil en algunas ocasiones aunque en otras es encantadora, y porque no seré nunca lo bastante de izquierdas para ella.
Salvo por esos tres pequeños detalles es la mujer perfecta, y además también tiene gato...
Un beso "my Encar", y gracias por tu amistad y por tu inteligencia,
el paseante

viernes, 2 de diciembre de 2011


L'après-midi d'un faune.




L'après-midi d'un faune

Caricatura de Mallarmé como un fauno

Ces nymphes, je les veux perpétuer.
Si clair,
Leur incarnat léger, qu'il voltige dans l'air
Assoupi de sommeils touffus.
Aimai-je un rêve?
Mon doute, amas de nuit ancienne, s'achève
En maint rameau subtil, qui, demeuré les vrais
Bois même, prouve, hélas! que bien seul je m'offrais
Pour triomphe la faute idéale de roses.
"L'après-midi d'un faune", Stéphane Mallarmé


Debussy fue sin dudas el compositor más importante de su generación, y uno de los más innovadores en el periodo que comprende el fin del siglo XIX y principios del siglo XX.

Sus parámetros compositivos no sólo se ajustaron perfectamente a la época del Impresionismo y el Post-impresionismo pictórico, además del movimiento Simbolista en la literatura, sino que fueron una renovación total en el sistema de composición. La paleta de colores que añadió fue un respiro para ese exceso de dramatismo que pregonaba la escuela alemana abanderada por Wagner y Strauss.

Como buen Impresionista, a Debussy le gustaba la poesía de sus contemporáneos, y entre estos su favorito era Mallarmé. Cuando este notable poeta escribió L'après-midi d'un faune (La siesta de un fauno), en 1876, Debussy se sintió tan extasiado e inspirado, que decidió musicalizar ese sentimiento. Fue así que varios años después, en 1892, compuso una de sus obras más celebradas, el Prélude à l'après-midi d'une faune; obra que cautivó a muchos, e incluso al mismo Mallarmé, quien le escribió:

¡No esperaba nada semejante! Esta música prolonga la emoción de mi poema y describe la escena más vividamente que el color... Su ilustración de La siesta de un fauno no presenta ninguna disonancia con mi texto, excepto para ir más allá, y penetrar la nostalgia y la luz, con finura, con desazón, con riqueza.
La pieza en sí no es programática, sino una adaptación muy libre del sentimiento que invadió a Debussy al leer este poema. De hecho el mismo Debussy escribió en el programa del estreno de la obra lo siguiente:
La música de este Preludio constituye una ilustración muy libre del hermoso poema de Mallarmé. De ningún modo pretende ser una síntesis de este último. Se trata más bien de las escenas sucesivas a través de las cuales pasan los deseos y los sueños del fauno en el calor de su siesta. Luego, cansado de perseguir el tímido vuelo de las ninfas y de las náyades, sucumbe a un sueño embriagador, en el que por último puede realizar sus sueños de posesión en la naturaleza universal. 
Profundo, ¿no es así?

Mejor escúchálo, y si puedes de manos de una de las mejores batutas de la historia, Leopold Stokowkski (el mismo que alguna vez dirigió a Rachmaninov en los años 30), quien dirigió esta magnífica obra en 1972.

jueves, 1 de diciembre de 2011


La siesta de un fauno.



STÉPHANE MALLARMÉ
LA SIESTA DE UN FAUNO.
Égloga.

EL FAUNO.

¡Estas ninfas quisiera perpetuarlas!
Tan claro,
su ligero encarnado, que en el aire revuela
abatido de espeso letargo.

¿Amaba un sueño?
Montón de antigua noche, mi duda ha terminado
en mucha rama tenue que, habitando las mismas
florestas, prueba, ¡ay!, que sólo me ofrecía
como triunfo la falta ideal de las rosas.

Reflexionemos...

Si las mujeres que glosas
un anhelo semejan de tus sentidos pródigos,
la ilusión, fauno, escapa de los ojos azules
y fríos, tan llorosa fuente de la más casta:
mas la otra, en suspiros, ¿dices tú que contrasta
como brisa del día cálida en tu toisón?
¡Qué no! por el inmóvil y cansado desmayo
de calor sofocando la matinal frescura,
no murmura agua alguna que no vierta mi flauta
al otero rociado de acordes; sólo el aire
pronto a exhalarse fuera de los dos tubos, antes
que disperse el sonido en infecunda lluvia,
es, en el horizonte de línea perfecta,
el invisible y sereno aliento artificial
de toda inspiración que hasta el cielo retorna.

Oh ribas sicilianas de un sereno pantano
Que en lucha con los soles mi vanidad despoja,
Tácitas bajo flores de centellas, DECID
Que yo cortaba aquí huecos juncos domados
por el talento; y sobre el oro de los sotos
lejanos, consagrando su viña a las fontanas,
ondula una blancura animal en reposo:
y que, al preludio lento donde nacen las flautas,
vuelo de cisnes, ¡no!, de náyades se escapa
o hunde...
Inerte, todo arde en la hora encendida,
sin decir por cual arte en conjuro partieron
tanto ansiados hímenes por la que busca el la:
me levantaré, ¡lirios!, al naciente fervor,
recto y solo, bajo hondas antiguas de fulgor,
seré uno de vosotros para la ingenuidad.

Sólo esta nada dulce por su labio anunciada,
el beso, calladamente, perfidias asegura,
mi pecho virginal muestra una mordedura
misteriosa, legado de algún augusto diente;
¡ya basta! arcano tal optó por confidente,
junco basto y gemelo bajo el azul sonando:
que, desviando hacia sí la turbada mejilla,
sueña, en un solo largo, que nosotros gozamos
la belleza en redor llena de confusiones
falsas entre sí mismas y nuestro canto crédulo
y de lograr, tan alto como amor se modula,
desvanecer del sueño ordinario de flanco
o dorso puro, ciega mi vista que los sigue,
una sonora, vana y monótona línea.

¡Quieres, pues, instrumento de fugas, oh maligna
siringa, florecer en el lago aguardándome!
Con mi rumor altivo quiero hablar largo tiempo
de las diosas; y, por idólatras pinturas,
despojar todavía cinturas a su sombra:
así, cuando a las vides la claridad succiono,
desterrando un dolor por la mentira aislado,
alzo, riente, el exhausto racimo al cielo estivo
y soplando en sus pieles brillantes, de embriaguez
ávido, hasta el ocaso yo miro a su trasluz.

Oh ninfas, rebasemos los múltiples RECUERDOS.
"Mis ojos, horadando los juncos, asestaban
cada talle inmortal que hunde fuego en las ondas
con un grito de rabia al cielo de la fronda;
y el espléndido baño de cabellos huía
en estremecimiento y brillos, ¡pedrerías!
Corro; cuando a mis pies se enredan (afligidas
de languidez gustada en el mal de ser dos)
entre sus solos brazos las durmientes casuales
yo, sin desenlazarlas, las arrebato y hurto,
odiado por la frívola sombra, hasta el macizo
de rosas que desecan todo perfume al sol
donde nuestro ardor sea como el día extinguido".

¡Yo te adoro, enfado de vírgenes, delicia
feroz del sacro cuerpo desnudo que resbala
y huye a mi ardiente labio en destello agitado!
el espanto secreto que brota de la carne:
de los pies de la cruel al pecho de la tímida,
que abandona a la vez una inocencia, húmeda
de loco llanto o menos afligidos vapores.
"Mi crimen es haber, feliz de vencer miedos
traidores, separado intrincados cabellos
de besos que los dioses guardaban confundidos,
pues iba apenas para velas ardiente risa
tras los pliegues felices de una sola (guardando
con dedo simple para que su candor de pluma
se tiñera del gozo de su hermana que enciéndese,
la pequeña, cándida y sin ruborizarse:)
que de mis brazos rotos por las muertes inciertas
como una presa siempre ingrata se libera
sin piedad del sollozo del que aún ebrio estaba".

¡Tanto peor! la dicha de otras me arrastrará
por su trenza a los cuernos de mi frente sujeta:
tú sabes, pasión mía, que, púrpura madura,
cada granada estalla con murmullo de abejas,
y nuestra sangre, amando a quien viene a cogerla,
fluye por el eterno enjambre del deseo.
A la hora en que el bosque muere en oro y cenizas,
una fiesta se exalta en muriente follaje:
¡Etna! es en tu redor, visitado por Venus,
en tu lava posando sus talones ingenuos,
cuando retumba un sueño donde expira la llama.
¡Tengo la reina!

¡Oh, cierto castigo...!

Mas el alma,
de palabras vacante y este cuerpo aturdido,
sucumben a la fiera calma del mediodía;
sin más, fuerza es dormir en el blasfemo olvido,
en la sedienta arena yaciendo, ¡pues me place
abrir la boca al astro eficaz de los vinos!

Adiós, oh par; veré la sombra en que os volvéis.
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