El paseante cree que yo soy una bruja y me pide que escriba acerca de los “trabajitos” que supone que hago.
A veces es necesario tener amigas con las que puedas compartir los
sentimientos más bajos y espurios, como los buenos y óptimos. Yo gozo de esa
bellísima situación, porque tengo de mi lado a tres mujeres incondicionales
recíprocamente.
Compartimos lo que sentimos y nos permitimos decir lo que pensamos
aunque sea una barbaridad.
Pero lo lindo del grupo es que le encontramos el lado bueno a todas las
situaciones que nos describimos, y por lo tanto generamos mucha energía
positiva.
Es tanta la que surge de nosotras, que muchas personas nos piden que
cuando recemos nuestro rosario semanal, o juntemos nuestros deseos para que se
produzcan ciertos hechos, las invoquemos sin límites, confiando totalmente en
nuestra buena intención.
Deben pensar que nuestras reuniones son un aquelarre, o que somos
brujas. Pero que así sea, si es para bien.
(continuará)
(continuará)
Bety
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