lunes, 9 de julio de 2012
La listilla. Contrasemblanza.
Es superlista, lo sabe todo, siempre
acierta además, como las madres, pero ella es como la madre del mundo,
su descubridora, ella da sentido al mundo, y además es verdad, es
cierto, es lista, acierta, siempre tiene razón, buen juicio, equilibrio,
conocimiento, experiencia...
Para el carro paseante que esto es una
Contrasemblanza, te lo recuerdo por si no te habías dado cuenta, ¿su
lado oscuro es la listeza?, no lo comprendo...
Pues es lo único disfuncional que tiene,
su infalible capacidad de acierto.
Ya, ya, pero eso no parece muy oscuro
que digamos.
Bueno, tiene otro lado oscuro también,
su marido.
¿Su marido? Pero su marido no es ella,
estamos hablando de ella.
En su caso su marido sí es parte de
ella, carga siempre con él quiera o no, tienen una gran unión.
Pero eso tampoco pienso que sea muy
oscuro, ¿no será que estás celoso?
Tal vez.
¿Y no será que el lado oscuro eres tú?
Te recuerdo que yo no soy ella, no puedo
ser su lado oscuro, como tú bien dices estamos hablando de ella.
Vale, de acuerdo, pero tal vez te pase
como a su marido que formes parte de ella lo quieras o no.
Según esa teoría todos formamos parte de
todos.
Y así es.
Por tanto podemos tener nuestro lado
oscuro fuera de nosotros y tener muchos lados oscuros representados en
otras personas.
Veo que lo has entendido.
Ya.
Pues eso, yo creo que tú eres el lado
oscuro de ella y del marido.
No te pases.
Una persona celosa siempre es un lado
oscuro en una relación, el celoso vuelve oscuro lo claro.
Luego llegaríamos a otra conclusión, que
el lado oscuro de alguien depende del lado oscuro del que juzga.
Por supuesto, pero creo que nos estamos
liando demasiado.
Eso parece.
La has puesto cara de estúpida.
Salió así.
¿Es una venganza?
Creo que sí.
el paseante
viernes, 6 de julio de 2012
Constrúyeme una entrada (11). ¿Por qué no te callas?
Paseante, ¿por qué no te callas?
Pues a veces lo pienso, esta obsesión
mía de llenar el silencio con palabras no es más que otro disfraz
encubridor de mi afán de ternura, comprensión, cariño y amor.
No sé si callarme.
Pero no, mejor no me callo, es muy entretenido hablar, además uno pone en orden su pensamiento a través de las palabras, la comunicación es la mejor terapia.
el paseante
No sé si callarme.
Pero no, mejor no me callo, es muy entretenido hablar, además uno pone en orden su pensamiento a través de las palabras, la comunicación es la mejor terapia.
el paseante
El orgullo gay y la ternura (2).
Todos buscamos ternura, comprensión,
cariño, en el fondo nuestra reivindicación fundamental en la vida es ésa
aunque en ocasiones ocultemos nuestras verdaderas pretensiones bajo
diferentes disfraces.
Mis amigos gays me inspiran en el fondo una enorme ternura, si miro debajo de su mordacidad, de su afán reivindicativo, de su competitividad, de su lucha, de su imagen, de sus lugares comunes, de sus tópicos, clichés aprendidos, de su posicionamiento frente a la sociedad, si miro por debajo de todo eso veo soledad, falta de cariño, incomprensión, desamor, un profundo desamparo.
Ellos se disfrazan de felicidad, viéndoles nadie podría pensar que sufren, parecen tan alegres, tan vitales, tan felices.
Pero no es más que una apariencia, un disfraz, hay que saber mirar más allá y descubrir qué tratan de tapar con la ropa de marca, las gafas de diseño, los coches de moda, los viajes maravillosos, las fiestas, el sexo, la juerga continua.
Debajo no hay sino el afán de todo hombre por sentirse querido, comprendido, atendido, escuchado, valorado por alguien, importante para alguien.
Y es difícil que lo consigan viviendo como viven, tan apegados a la imagen, a lo superficial, sin ver el interior de las personas esperando de ellas algo más que una buena musculatura, un rostro bello o una buena cuenta corriente.
Les miro, les oigo, les observo, y me veo reflejado en ellos, de otra forma diferente yo también, bajo otros disfraces lo que busco es igualmente, ternura, comprensión, amor, sentirme querido y valorado, mis disfraces son diferentes pero son igualmente disfraces, tal vez no tan notorios, pero coartadas igualmente para buscar sin que se note todo eso que deseo y que no tengo.
Nos escondemos de nuestro afán de ternura porque nos han enseñado que mostrar eso nos convierte en vulnerables, débiles, enfermizos, el hombre debe ser fuerte, y para ello no debe necesitar de los demás, ser autosuficiente, servirse de los demás sí, utilizarlos, pero no necesitarlos.
Craso error de esta sociedad de apariencias en la que vivimos, debemos romper ese molde definitivamente y mostrar nuestros sentimientos tal cual.
No temamos a los demás, están, igual que nosotros, esperando amor.
Mis amigos gays me inspiran en el fondo una enorme ternura, si miro debajo de su mordacidad, de su afán reivindicativo, de su competitividad, de su lucha, de su imagen, de sus lugares comunes, de sus tópicos, clichés aprendidos, de su posicionamiento frente a la sociedad, si miro por debajo de todo eso veo soledad, falta de cariño, incomprensión, desamor, un profundo desamparo.
Ellos se disfrazan de felicidad, viéndoles nadie podría pensar que sufren, parecen tan alegres, tan vitales, tan felices.
Pero no es más que una apariencia, un disfraz, hay que saber mirar más allá y descubrir qué tratan de tapar con la ropa de marca, las gafas de diseño, los coches de moda, los viajes maravillosos, las fiestas, el sexo, la juerga continua.
Debajo no hay sino el afán de todo hombre por sentirse querido, comprendido, atendido, escuchado, valorado por alguien, importante para alguien.
Y es difícil que lo consigan viviendo como viven, tan apegados a la imagen, a lo superficial, sin ver el interior de las personas esperando de ellas algo más que una buena musculatura, un rostro bello o una buena cuenta corriente.
Les miro, les oigo, les observo, y me veo reflejado en ellos, de otra forma diferente yo también, bajo otros disfraces lo que busco es igualmente, ternura, comprensión, amor, sentirme querido y valorado, mis disfraces son diferentes pero son igualmente disfraces, tal vez no tan notorios, pero coartadas igualmente para buscar sin que se note todo eso que deseo y que no tengo.
Nos escondemos de nuestro afán de ternura porque nos han enseñado que mostrar eso nos convierte en vulnerables, débiles, enfermizos, el hombre debe ser fuerte, y para ello no debe necesitar de los demás, ser autosuficiente, servirse de los demás sí, utilizarlos, pero no necesitarlos.
Craso error de esta sociedad de apariencias en la que vivimos, debemos romper ese molde definitivamente y mostrar nuestros sentimientos tal cual.
No temamos a los demás, están, igual que nosotros, esperando amor.
el paseante
El orgullo gay y la ternura.
La otra tarde paseando al perro oí una
conversación que me inspiró una enorme ternura.
Un joven de unos no más de 15 años salía acalorado de un portal en compañía de la que debía ser su hermana mayor, y le decía que él no podía aguantar más, que se iba de casa, que no le habían dejado ir al Orgullo y que ahora no le dejaban hacerse un piercing.
Repetía: me voy, me voy, yo me voy, te digo que me voy.
Estaba muy acalorado, la hermana intentaba calmarle.
Y esto es todo.
¿Ya está?
Pues sí.
¿Y no hay nada más?
Nada más, sobran las palabras, como diría Sabina.
el paseante
Un joven de unos no más de 15 años salía acalorado de un portal en compañía de la que debía ser su hermana mayor, y le decía que él no podía aguantar más, que se iba de casa, que no le habían dejado ir al Orgullo y que ahora no le dejaban hacerse un piercing.
Repetía: me voy, me voy, yo me voy, te digo que me voy.
Estaba muy acalorado, la hermana intentaba calmarle.
Y esto es todo.
¿Ya está?
Pues sí.
¿Y no hay nada más?
Nada más, sobran las palabras, como diría Sabina.
el paseante
El blog y el vacío.
En la vida vas llegando poco a poco al
vacío, vas perdiendo todo lo que te parecía que ibas a tener para
siempre, pierdes la inocencia, la juventud, las ilusiones, los amigos,
los amores, la familia, la salud, te quedas solo y al final te mueres.
De entrada esto no lo sabes, si uno
fuera consciente y le leyeran algo así al venir a este mundo seguramente
se daría la vuelta y se iría, pasaría de entrar en la vida sabiendo lo
que le espera al final.
Mientras todo esto sucede uno va
luchando porque no suceda, es decir, se resiste a que así sea, pero
lenta e indefectiblemente la vida va cumpliendo su plan, su misión, su
propósito.
La vida y la existencia se basan en la
renovación, el cambio, la evolución, está claro, contra eso no se puede
hacer nada, hay un sustrato biológico que al final se extingue y nos
arrastra con él, y arrastra igualmente lo que nos rodea.
En esta devastación, en este exterminio,
en esta pérdida continua qué podemos hacer.
Nada.
¿Nada?
Nada.
Suena cruel pero así es, con frecuencia
vivimos de espaldas a esta cruda realidad, engañándonos, sin querer
enfrentarnos con la verdad, vivimos como si fuéramos a vivir para
siempre, como si aquello que tenemos lo fuéramos a conservar, incluso la
propia vida, por siempre.
Los faraones metían sus tesoros en sus
tumbas para llevárselos al más allá, ingenuos pensaban que se los
llevarían con ellos y no se quedarían ahí metidos en la tumba hasta que
algún saqueador o arqueólogo los hiciera suyos.
Nada es para siempre, y en ese
pensamiento hay que centrarse, todo es efímero, tempus fugit.
¿Sabíais ya esto?
¿Erais conscientes de esta faena?
Por si no lo erais os lo recuerdo, no es
que quiera ser aguafiestas, simplemente quiero compartir este
pensamiento con vosotros y recomendaros que por este motivo os centréis
todo lo que podáis en vivir el momento presente y disfrutar de la vida
tal cual va llegando.
El canto de un pájaro, las flores del
jardín, las nubes, el fluir del río, las olas del mar, la mirada de un
gato, el ladrido de un perro, el galopar de un caballo, la ternura de un
niño, la mirada de un anciano, la belleza de un joven, el cariño de una
madre, el consejo de un padre, la comprensión de un amigo, el amor de
tu pareja.
Disfrutar de eso y de todo lo demás
intensamente y desde ahora mismo, no os paséis el tiempo deseando lo que
no tenéis y sin disfrutar de lo que en este momento tenéis.
Porque todo eso lo vais a perder tarde o
temprano, de una u otra manera, os vais a perder hasta a vosotros
mismos, vuestra vida.
La pérdida suprema no es perderlo todo
sino que todo os pierda a vosotros, desde esa imposibilidad metafísica
de ser ahí habrá terminado todo definitivamente.
el paseante
La lectura del fin de semana. El Jardín de los cerezos. Tío Vania. La gaviota. Anton P. Chéjov.
Toda Rusia es actualmente su jardín. La tierra es vasta y magnífica. Los bellos lugares abundan en todas partes. Reflexione bien, querida mía. Su padre, su abuelo y su bisabuelo eran señores que poseían, en plena propiedad, almas humanas. ¿No ve cómo de cada cereza, de cada hoja y de cada árbol se desprenden seres humanos que la contemplan?¿No escucha sus voces?... Oh, es terrible. Vuestro jardín de cerezos me llena de pavor. De noche, cuando uno pasa por ese jardín, la vetusta corteza de los árboles brilla con una luz opaca. Diríase que los cerezos viven, en el sueño, lo que acontecía doscientos años ha. Una trágica pesadilla los abruma. Nosotros debemos expiar nuestro pasado. Debemos acabar con él. Los tormentos se nos imponen. Fíjese bien en lo que digo.
(El jardín de los cerezos)
En 2010 se cumplieron 150 años del nacimiento de Chéjov.
Chéjov es el antecesor de los existencialistas, junto con Dostoyevski, la literatura rusa de del S.XIX pone el foco de atención en la existencia de la persona, en su cotidiana problemática, Dostiyevski de una manera más traumática y radical, más torturada, Chéjov de una manera más medida, equilibrada, creíble, pausada, y por ello mismo más cercana a nuestra problemática.
Los eslavos y su sentimiento de lo patético, hay quién opina que es un sentimiento exclusivo del alma eslava, nada que ver con la tristeza, la melancolía, la depresión, lo patético constituye en esencia el centro de la vida, es decir, no es una circunstancia transitoria, sino su esencia, y eso Chéjov lo supo reflejar como nadie en sus obras de teatro.
Otra virtud de Chéjov es el haber sido el fundador del teatro moderno, a partir de él se vuelve el teatro más intimista y cercano al espectador, reflejo de sus sentimientos, emociones, pensamientos, ideales, desengaños, ilusiones y desesperanzas.
Chéjov es un filón de sugerentes ideas, de personajes llenos de interés, sugerentes, reales, de situaciones in crescendo que llevan a clímax sublimes que hacen despertar al espectador de su vida aletargada y ponerle frente a la realidad de su existencia, como queriéndole decir: ahora eres tú el que tiene la palabra.
Y es que en las obras de Chéjov al espectador le entran ganas de subir al escenario y formar parte de la representación, porque ya conoce el texto de antemano, que no es otro sino el texto de la representación de su vida.
el paseante
jueves, 5 de julio de 2012
La réplica de la sombra al desamor.
Estoy de acuerdo contigo en que cuanto
más evolucionada está el alma es más capaz de amar y más cerca está de
Dios,
porque si Dios es algo tiene que ser Amor. Pero no creo que el desamor
también
nos haga divinos como tú dices, Jota; más bien demuestra que somos
humanos,
porque dudo mucho que Dios sufra por desamor ¿no te parece?. ¿Tú crees
que a él
le importa si le queremos o no?. Me temo que la respuesta es no. Pero,
efectivamente, ese Amor tan absoluto, tan plenamente desinteresado sólo
le
corresponde a Él. Los humanos tenemos que sufrir, en mayor o menor
medida el
desamor, porque, como tú bien dices es muy difícil vivir sin que nos
quieran,
pero eso sólo se debe, de nuevo, a nuestro propio ego, a nuestro amor
propio. A
ti te ha tocado sufrir mucho por desamor, y siento de veras que hayas
tenido
que llegar al extremo de dudar de la maravilla de estar vivo. Yo, por
fortuna,
no he llegado a ese punto, aunque, como sombra que soy -no humana pero
tampoco
divina-, también he sufrido por amor.
Pienso que el
desamor no es más que autocompasión. En la medida en que quieres DE
VERDAD a
alguien tu yo desaparece, ya no importas tanto y por ese motivo es más
difícil
sufrir cuando dejan de quererte, porque la felicidad de la otra persona
sigue
siendo tu prioridad y si tu pareja ha sentido que será más feliz sin ti,
pues
lo aceptas con naturalidad. Aunque llegar a esto no es fácil, porque el
ser humano
nace con un ego muy marcado. Pero para eso está el desamor, para acabar
con él;
para hacernos más humildes y enseñarnos una valiosa lección: que no
somos el
centro del universo, que somos insignificantes. Pero aprender eso es
doloroso,
por supuesto. Nadie quiere reconocer que no es importante. Todos nos
creemos
imprescindibles, pero no lo somos. Y cuando aprendemos a asumir esta
verdad, a
base de sufrimiento y múltiples desengaños, entonces, y sólo entonces
empezamos
a disfrutar del Amor sin temer al desamor; nos quitamos el caparazón de
desconfianza que nos protege y vivimos a pecho descubierto…
…Empezamos a
acercarnos al amor desinteresado, al Amor Divino.
La sombra del paseante
Constrúyeme una entrada (10). El Orgullo Gay 2012.
Paseante,
en un blog tan gay friendly no vas a decir nada sobre el día del
Orgullo Gay...
El sábado, día del Orgullo Gay, me
invitaron mis amigos gays a cenar después del desfile, Madrid bullía,
especialmente todos los alrededores de la Gran Vía, estuvimos en una
marisquería en Callao, en la plaza habían instalado un escenario, allí
había todo tipo de gente, el día del orgullo es ahora una celebración
festiva donde se acude más que nada con ganas de diversión y de pasar un
buen rato, ha pasado de ser fundamentalmente reivindicativo en sus
comienzos a eminentemente festivo actualmente.
No sé si esto se deberá a una normalización y aceptación de lo gay en la sociedad, no tengo datos, pero mi impresión es que es así.
Como digo cuando estuve por allí ya había terminado el desfile, comenzaban las actuaciones sobre el escenario, mucha gente, mucha animación, mucha alegría, mucha mezcla, Madrid es así, abierto, polifacético, poliédrico, multicultural, acogedor, sin señas de identidad propias, lo cual hace que acoja todo y todo quede bien en Madrid, bueno, especialmente en la Gran Vía, claro, menudo escenario, y además la plaza del Callao, mi favorita, una belleza.
Cené con mis amigos gays y me habían advertido que por favor no fuera vestido como un cura (mejor no darse por ofendido, ellos son así), que procurara modernizarme porque si no daba mucho el cante yendo con ellos, que me comprara una camiseta ceñida a ser posible de marca, ellos conocen mi torso, por supuesto, pero sólo a través del blog, no penséis mal, por eso lo de la camiseta, claro.
Me fuí a los chinos del barrio y me compré una camiseta chulísima de Dolce&Gabanna, mi marca favorita..., por 5 euros, un chollo, superceñida además.
Y de marca...
Me puse los mejores vaqueros que tenía, marca Zara.
Unas sandalias muy gays, blancas, que uso sólo en la playa.
Y mi torso, marcando torso.
Bueno, pues no dí ni una, que si la camiseta era falsificada, que si como se me ocurre, que el vaquero de Zara estaba pasado de moda, que si el torso no era suficiente que necesitaba hacer más ejercicio y tomar algún anabolizante, que las sandalias parecían de Georgi Dann.
Y el pelo, sí, el pelo, el poco pelo que tengo, que más valía que me lo rapara, que ese pelo que llevo a lo Wolfgang von Goethe no se lleva.
Acabé un poco harto, la tomaron conmigo, no respetaron mi imagen pese a que seguí sus indicaciones, no pretenderán que me convierta a estas alturas de mi vida en un skin, y encima siendo funcionario, menudo escándalo.
En fin, que mucho hablar de discriminación de los gays pero ellos discriminan igual o más.
Demasiado músculo, demasiadas marquitas (he dicho marquitas, no mariquitas, que conste).
Demasiado consumismo, que si se van de crucero este verano a Ibiza y Mikonos, que si me he comprado un Honda Civic último modelo, que si mira mi relojito de marca, que si pulserita y collarcito de plata mejicana, la mejor, que si las gafitas de Armani último modelo.
Puff, salí un poco harto la verdad.
Después de cenar insistieron en ir a tomar una copa, y ahí me resarcí, porque el único que ligó fuí yo, y es que ellos están muy vistos y además son todos iguales.
Bueno, pues como moscas, y eso pese a mi pelo a lo Wolfgang von Goethe.
Por supuesto que no hice nada con nadie, no soy gay, mi pelo lo prueba, lo pregona, lo atestigua.
Me parece que mis amigos gays están pensado cambiar de peluquero, tanto rapado no les conduce a nada, véanse los resultados...
Me pregunto si acabarán dejándose tripita también...
Un beso,
el paseante
No sé si esto se deberá a una normalización y aceptación de lo gay en la sociedad, no tengo datos, pero mi impresión es que es así.
Como digo cuando estuve por allí ya había terminado el desfile, comenzaban las actuaciones sobre el escenario, mucha gente, mucha animación, mucha alegría, mucha mezcla, Madrid es así, abierto, polifacético, poliédrico, multicultural, acogedor, sin señas de identidad propias, lo cual hace que acoja todo y todo quede bien en Madrid, bueno, especialmente en la Gran Vía, claro, menudo escenario, y además la plaza del Callao, mi favorita, una belleza.
Cené con mis amigos gays y me habían advertido que por favor no fuera vestido como un cura (mejor no darse por ofendido, ellos son así), que procurara modernizarme porque si no daba mucho el cante yendo con ellos, que me comprara una camiseta ceñida a ser posible de marca, ellos conocen mi torso, por supuesto, pero sólo a través del blog, no penséis mal, por eso lo de la camiseta, claro.
Me fuí a los chinos del barrio y me compré una camiseta chulísima de Dolce&Gabanna, mi marca favorita..., por 5 euros, un chollo, superceñida además.
Y de marca...
Me puse los mejores vaqueros que tenía, marca Zara.
Unas sandalias muy gays, blancas, que uso sólo en la playa.
Y mi torso, marcando torso.
Bueno, pues no dí ni una, que si la camiseta era falsificada, que si como se me ocurre, que el vaquero de Zara estaba pasado de moda, que si el torso no era suficiente que necesitaba hacer más ejercicio y tomar algún anabolizante, que las sandalias parecían de Georgi Dann.
Y el pelo, sí, el pelo, el poco pelo que tengo, que más valía que me lo rapara, que ese pelo que llevo a lo Wolfgang von Goethe no se lleva.
Acabé un poco harto, la tomaron conmigo, no respetaron mi imagen pese a que seguí sus indicaciones, no pretenderán que me convierta a estas alturas de mi vida en un skin, y encima siendo funcionario, menudo escándalo.
En fin, que mucho hablar de discriminación de los gays pero ellos discriminan igual o más.
Demasiado músculo, demasiadas marquitas (he dicho marquitas, no mariquitas, que conste).
Demasiado consumismo, que si se van de crucero este verano a Ibiza y Mikonos, que si me he comprado un Honda Civic último modelo, que si mira mi relojito de marca, que si pulserita y collarcito de plata mejicana, la mejor, que si las gafitas de Armani último modelo.
Puff, salí un poco harto la verdad.
Después de cenar insistieron en ir a tomar una copa, y ahí me resarcí, porque el único que ligó fuí yo, y es que ellos están muy vistos y además son todos iguales.
Bueno, pues como moscas, y eso pese a mi pelo a lo Wolfgang von Goethe.
Por supuesto que no hice nada con nadie, no soy gay, mi pelo lo prueba, lo pregona, lo atestigua.
Me parece que mis amigos gays están pensado cambiar de peluquero, tanto rapado no les conduce a nada, véanse los resultados...
Me pregunto si acabarán dejándose tripita también...
Un beso,
el paseante
Summer time (3).
¿Os acordáis de mi
amiga Summer Time?
Ya os he hablado de
ella, de nombre
Summer, y de apellido Time, su padre era norteamericano, cirujano
plástico,
pionero de la cirugía plástica en aquella década de los 70, su madre
española,
de apellido Fernández, mi amiga se llamaba por tanto Summer Time
Fernández,
suena como las rebajas de verano de una tienda de ropa, Los Fernández,
¿verdad?
Bueno, pues mi amiga
Summer Time
vivía, o eso decía ella, en la última planta de la Torre de Valencia de
Madrid,
que qué es la Torre de Valencia, pues ese antiestético edificio que
estropea la
vista de la Puerta de Alcalá y le pone en perspectiva una especie de
gorro,
vamos, una aberración urbanística de primer orden, de la época
franquista que
es cuando se destrozó la esencia de Madrid.
Su padre tenía la
consulta en la
misma Torre, en un piso de las primeras plantas, todo esto según ella,
claro,
yo nunca llegué a ver nada.
Summer Time Fernández
fue una amistad
de verano, la conocí en Gandía en el mes de Agosto, donde puedes
encontrarte a
medio Madrid, era Summer a primera vista una más de la pandilla, pero en
un
análisis más detallado te dabas cuenta de que no era una más ni mucho
menos,
tenía algo especial, una chispa propia e inconfundible, una sagaz
inteligencia,
un burbujeante sentido del humor, y unas destacadas dotes de
histrionismo.
Todo lo cual hizo que
quedara
inmediatamente fascinado por ella.
Físicamente era algo
rellenita, de
aspecto muy saludable, rubia, ojos claros, preciosa sonrisa, mediana
estatura,
buen gusto en el vestir, perfecta educación, don de gentes.
En su apariencia se
mezclaban a
partes iguales lo norteamericano y lo español, y tan pronto rastreabas
la pista
de un rasgo yanqui enseguida se imponía un rasgo spanish como
pretendiendo
borrarlo, y viceversa, lo cual le daba a Summer un toque ambivalente muy
atractivo que la hacía muy interesante.
Enseguida nos hicimos
amigos, yo por aquel
entonces era un quinceañero algo tímido, muy retraído en mí mismo, y al
que le
daba pereza relacionarse, si bien cuando llegaba a relacionarme con los
demás
era desmedido, no tenía límites.
Ella debió de ver en
mí esa dualidad,
igual que yo vi en ella su dualidad yanqui-spanish, y nos entendíamos
muy bien,
además éramos complementarios físicamente, yo flaco y ella rellenita, yo
alto y
ella de mediana estatura, yo spanish 100% y ella no.
Summer lucía aquel
lejano verano de
Gandía un bronceado dorado muy bonito, y tenía una piel preciosa…
(continuará)
El paseante
miércoles, 4 de julio de 2012
Respuesta de el paseante al desamor.
¿Qué
puedo decir?
El
desamor, depende...
Desamor
es dejar de sentir amor por alguien, y también que alguien deje de
sentirlo por
ti, si es mutuo es menos doloroso, el problema es cuando uno de los dos
sigue
enamorado...
Entonces
el desamor es sumamente doloroso, pero tú, sombra, sabes poco de
desamores aún,
eres muy joven y sólo el alma que ha vivido ha probado la amarga cicuta
del
desamor.
Veneno
mortal en ocasiones, que llama al suicidio, y no es desproporcionado
hablar
así, te lo puedo asegurar sombra.
Sin
amor es difícil vivir, más bien se malvive, y cuando se ha tenido todo
es
difícil conformarse con nada, porque nada tiene el amante que es
abandonado por
el amado, ni nada le interesa, sus afanes se concentran en el ansia por
volver
a estar junto a su amado, ahí concentra toda su energía, sus fuerzas, su
ilusión, su imaginación, y nada quiere saber del resto si no es para
colaborar
en esa su misión de vuelta hacia su amado.
Sombra,
eso es así, ya lo vivirás y recordarás mis palabras que ahora están
seguro
vacías de significado para ti.
Juegas
con el desamor porque desconoces su poder devastador .
Pero
no juegues mucho no te vayas a pillar los dedos...
Yo,
sombra, he sufrido el cruel desamor y he ardido en la hoguera de la
desesperación, ¿te sirve esto?
No te
sirve, ya veo, es poco para ti.
Te
diré más, sombra, en una ocasión llegué a pensar quitarme la vida.
¿Es ya
bastante, sombra, o aún no lo es?
Estaba
ciego de amor no correspondido.
¿Tienes
ya bastante, sombra?
Veo
que no, que te suena a novela romántica, que hasta induce en ti una risa
incontrolable, como si ese tipo de amor fuera ridículo, enfermizo,
grotesco,
repudiable.
Pero
sombra, no te apiades de mí, en tu ignorancia soy yo el que me apiado de
ti,
porque sin haber vivido ese desamor no serás nunca una persona completa.
Verás,
sombra, el hombre viene al mundo a vivir la experiencia del amor en toda
su
intensidad y en todas sus consecuencias, y la marca que deja en él esa
experiencia es la que le da forma para todo el resto de su vida, ése es,
sombra, el germen de lo humano, su esencia, su razón de ser, el motor de
todo
lo que concebimos como humanidad.
El
amor, el desamor, diferencian al hombre del resto de las especies.
Tal
vez tú seas más como un pez, como una planta, un árbol, ni siquiera eres
como
un perro, un gato, o un delfín, sombra, porque hasta ellos sufren de
amor y de
desamor, y es que cuanto más evolucionada está un alma y más cerca de
Dios está,
más capaz es de amar y de sentir por tanto el cruel desamor.
el
paseante
El gatito de mi oficina me mira.
Ahí se pone todas las mañanas a primera
hora, sea otoño, invierno, primavera o verano, da igual, cada mañana
viene junto a mi ventana y me mira, a veces no me doy cuenta hasta al
cabo de un rato, miro y veo su atenta mirada sobre mí.
Me quiere el gatito, me ha cogido cariño
y yo a él.
Seguro que se pregunta qué hago sentado
en mi silla, tecleando y mirando la pantalla del ordenador rodeado de
expedientes, papeles, bajo la luz del flexo.
Hoy le he hecho esta foto, y al momento
se ha marchado, se ve que no le gusta mucho la popularidad, al fin y al
cabo los gatos son animales solitarios, muy independientes.
En el jardín del edificio donde trabajo,
Palacio de Maudes, hay gatos que viven a su aire y son felices, cazando
pájaros, trepando por los árboles, relamiéndose de su libertad dentro
de este oasis urbano, desde mi ventana soy testigo de sus aventuras.
Y ya está, nada más que contar por
ahora.
Habrá que ponerle nombre al gato...
Al menos a éste mi compañero de fatigas y
soledades.
el paseante
La soledad. Osho.
No hay otra manera de estar que solo. Uno puede olvidarlo, uno puede olvidarse de sí mismo en muchísimas cosas, pero una y otra vez la verdad se reafirma. Por eso después de cada experiencia profunda te sentirás solo.
Esto parecerá muy paradójico, porque ordinariamente la gente cree que el amor les hará sentirse en compañía. Eso es una completa insensatez. Si el amor es... profundo te hará consciente de la soledad, no de la compañía. Cuando algo cala hondo, ¿qué ocurre?: dejas la periferia de tu ser y entras en tu centro, y el centro es todo soledad. Allí estás sólo tú; o ni siquiera tú, tan sólo una consciencia sin ego, sin identidad, sin definición, un abismo de consciencia.
Después de escuchar bella música, o después de penetrar en el significado de una gran poesía, o ver la belleza de un atardecer, en el despertar siempre te sentirás triste. Viendo esto, millones de personas han decidido no ver la belleza, no amar, no meditar, no rezar, evitar todo lo que sea profundo. Pero aunque evites la verdad, la verdad te golpea algunas veces. Sin que te des cuenta, te posee.
La soledad es tremendamente bella porque es profundamente libre. Es absoluta libertad; ¿cómo puede crear tristeza?
Sentirse solo es la soledad mal interpretada. Significa que echas de menos al otro. ¿Y quién es el otro?: alguna excusa que te ayuda a olvidar tu consciencia, algún tóxico: puede ser una mujer, un hombre, un libro, cualquier cosa; cualquier cosa que te ayude a olvidarte de ti mismo, que se lleva el recordarte a ti mismo, eso te quita el peso de la consciencia.
La soledad es inmensamente bella. La soledad es un momento en el que ya no se necesita al otro, tú eres suficiente para ti mismo; tan suficiente que puedes compartir tu soledad con toda la existencia. Tu soledad es tan inagotable que aunque inundes toda la existencia, aún te quedará más.
Cuando estás solo, eres rico, cuando te sientes solo eres pobre.
El que se siente solo es un mendigo; su corazón es una escudilla. El que está solo es un emperador.
Y lo que a ti te ha ocurrido ha sido sentirte solo, pero tu interpretación es errónea, viene de tus experiencias pasadas, de tu mente pasada. Abandona la mente. Entra en tu soledad; obsérvala, saboréala. Hay que mirar todos sus aspectos. Entra desde todas las puertas posibles; es el mayor templo que existe. Y es en esta soledad donde te encontrarás a ti mismo; y encontrarse a uno mismo es encontrar a Dios.
Osho
(entrada dedicada a mi amigo Julio)
Retrato oficial de el paseante.
Como el retrato de Mao, hago público mi
retrato oficial.
Para colocar en los despachos, las fábricas, los colmados, las peluquerías, las mercerías, las tiendas de ultramarinos, los supermercados, las tiendas de los chinos, los centros culturales, museos, salas de exposiciones y de conciertos, los grandes teatros, los aeropuertos, las estaciones de tren y de autobuses, los bares, los restaurantes, los pubs, las discotecas, las coctelerías, prostíbulos, pastelerías, panaderías, churrerías, en los circos, los parques de atracciones, las piscinas, polideportivos...
Para colocar donde se quiera, no es necesario permiso ni autorización previa, se descarga la foto, se imprime en el tamaño deseado, se enmarca debidamente, y se cuelga en la pared.
El paseante, su retrato oficial, siempre contigo a partir de ahora, vigilándote con su mirada, padre protector de la patria y de los ciudadanos-súbditos del blog.
El paseante ya siempre contigo, a tu lado, junto a ti, y en todas partes.
Omnipresente paseante.
Omnipotente paseante.
Omnisciente paseante.
Todopoderoso paseante.
El blog de el paseante siempre a tu servicio.
el paseante
Para colocar en los despachos, las fábricas, los colmados, las peluquerías, las mercerías, las tiendas de ultramarinos, los supermercados, las tiendas de los chinos, los centros culturales, museos, salas de exposiciones y de conciertos, los grandes teatros, los aeropuertos, las estaciones de tren y de autobuses, los bares, los restaurantes, los pubs, las discotecas, las coctelerías, prostíbulos, pastelerías, panaderías, churrerías, en los circos, los parques de atracciones, las piscinas, polideportivos...
Para colocar donde se quiera, no es necesario permiso ni autorización previa, se descarga la foto, se imprime en el tamaño deseado, se enmarca debidamente, y se cuelga en la pared.
El paseante, su retrato oficial, siempre contigo a partir de ahora, vigilándote con su mirada, padre protector de la patria y de los ciudadanos-súbditos del blog.
El paseante ya siempre contigo, a tu lado, junto a ti, y en todas partes.
Omnipresente paseante.
Omnipotente paseante.
Omnisciente paseante.
Todopoderoso paseante.
El blog de el paseante siempre a tu servicio.
el paseante
No hay comentarios:
Publicar un comentario