Se ve muy borrosa, como mi recuerdo, borroso, impreciso, difuminado, creo que está tomada en 6º de bachillerato para la orla del colegio, una mañana antes del recreo nos sacaron de clase y un fotógrafo con una cámara de trípode nos sentaba en una banqueta y disparaba, uno por uno, era difícil poner una cara adecuada porque detrás de fotógrafo estaba toda la clase riéndose de ti, bueno de mí y de todo el que allí se sentaba, saqué la conclusión de que dadas las pocas bromas que me hicieron debían de considerarme más bien serio, poco dado al sentido del humor, pero eso se debía a mi timidez, de niño y de joven fui bastante tímido, de adulto todo lo contrario, me desinhibí totalmente, perdí el miedo a los demás y así me va..., creo que ahora soy demasiado confiado.
Pero entonces era bastante desconfiado, eso seguro, en la foto estoy apretando la mandíbula, tenso, esperando que pase el mal trago, la foto aún luce en el vestíbulo del colegio, en la orla de mi promoción, en 6º acababa el bachillerato superior y pasabas a COU, el curso de orientación universitaria, que era mixto, es decir, había chicas, toda una novedad para aquella época de educaciones separadas por sexos, al menos en los colegios religiosos.
Llama la atención el aspecto tan modosito, tan de colegial aún, tan niño todavía, nada que ver con los adolescentes de ahora, ni piercings, tatuajes, mechas en el pelo, crestas, rapados, pendientes, todo muy clásico, jersey de cuello de pico azul tipo Pulligan, muy de aquella época, camisa amarilla, corte de pelo a navaja, en aquella época tenía un abundantísimo pelo como puede apreciarse, tempus fugit, y estaba de moda el corte de pelo a navaja, en mi caso el peluquero tenía mucho trabajo, no como ahora.
el paseante
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