Tremenda película, muy interesante de ver, plantea el dilema de la pasión sexual, el sadomasoquismo, el dolor unido al placer, el amo y el esclavo, la dominación, y la aniquilación de la víctima de la pasión amorosa, en este caso de los dos protagonistas.
Charlotte Rampling y Dirk Bogarde, dos actores muy de moda en las películas de autor europeas de la década de los 70, interpretan esa pasión amorosa llevada al límite de lo enfermizo.
Todo comenzó en un campo de concentración, allí quedó anclado en sus memorias el recuerdo de esa relación tan particular como las circunstancias.
Un matrimonio llega a un hotel de Viena, han llegado a la ciudad porque el marido es director de orquesta, va a dirigir una representación de ópera, La flauta mágica.
Perfecto, normal, todo bien hasta que ella ve al portero de noche del hotel, su antiguo amante, ex oficial de las SS y hoy escondido en el hotel.
¿Se puede resistir a la pasión?
¿La llamada del placer no puede ser desoída aún a riesgo de perderlo todo?
Parece ser que sí, aún a riesgo de perder la vida que es lo que pierden al final la pareja protagonista.
Unas magníficas interpretaciones, una magistral dirección de Liliana Cavani, una ambientación perfecta, una delicia de película.
Película de tesis sobre los límites del placer y la pasión, muy freudiana.
Película imprescindible de ver en el periodo psicoanalítico del blog en el que aún nos encontramos.
¿Logrará salir el blog del periodo psicoanalítico alguna vez?
Me pregunto.
el paseante
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