Es mi hijo administrativo, él tiene un padre biológico y como padre administrativo me tiene a mí, lo crié a mis pechos y ha triunfado en la vida, es un genio de la consultoría, un gran experto en temas de mejora de la calidad en las organizaciones, ha salido a mí, a su padre.
Fue alumno del Master de Calidad de la Universidad Carlos III del cual soy profesor, y estuvo colaborando conmigo como becario en Calidad de los Servicios, lo que allí aprendió le ha servido para especializarse y abrirse camino en el mundo de las consultoras, y ya es, pese a su juventud, un brillante y afamado Gerente de una consultora de primera línea.
Imparte cursos sobre Calidad, como puede apreciarse en la foto, y es vasco, muy vasco, pero muy majo, ahora me he delatado, ¿es que los vascos no son majos?, bueno, es como un tópico para los que somos de Madrid, un vasco es algo como ajeno, lejano, diferente, pero siempre había oído que si tienes un amigo vasco es para toda la vida, y eso sucede con Iñaki, que es fiel y leal en la amistad como pocos.
Persona ecuánime, muy sosegada, reflexiva, relativista nato, esforzado trabajador, brillante en sus obras, apreciado amigo.
Durante el tiempo que colaboró conmigo en los proyectos que yo coordinaba me sentí feliz de poder contar con alguien tan afín y tan buena persona, a la par de persona con gran iniciativa y autonomía.
¡Qué tiempos aquellos, qué buen equipo, qué brillantes proyectos!
Paseante, deja la nostalgia...
También recuerdo junto con él a Bea Cabano, alumna también de la misma edición del Master y becaria junto con él en mi equipo, era como su hermanita, como hija mía también, criada también a mis pechos y persona de enorme corazón, e igualmente muy buena trabajadora.
Pues bien, eran mis niños aunque entre ellos, como siempre entre hermanos, había sus más y sus menos..., pero yo repartía cariño a ambos por igual, por supuesto.
También recuerdo a mi adorada Ridelis, esa belleza llena de dulzura y saber hacer, y a muchos otros más...
Iñaki es mi discípulo predilecto, él continúa en la tierra mi apostolado de Calidad, aquél sacerdocio hoy casi olvidado.
Fueron muchos los discípulos y seguidores que aún llevan consigo la llama de la Calidad que yo puse en sus corazones y que difunden por el mundo, en un sacerdocio de iniciados en el mundo de la Calidad.
Un abrazo Iñaki y sigue disfrutando de tu hermosa tierra,
el paseante
Es mi hijo administrativo, él tiene un padre biológico y como padre administrativo me tiene a mí, lo crié a mis pechos y ha triunfado en la vida, es un genio de la consultoría, un gran experto en temas de mejora de la calidad en las organizaciones, ha salido a mí, a su padre.
Fue alumno del Master de Calidad de la Universidad Carlos III del cual soy profesor, y estuvo colaborando conmigo como becario en Calidad de los Servicios, lo que allí aprendió le ha servido para especializarse y abrirse camino en el mundo de las consultoras, y ya es, pese a su juventud, un brillante y afamado Gerente de una consultora de primera línea.
Imparte cursos sobre Calidad, como puede apreciarse en la foto, y es vasco, muy vasco, pero muy majo, ahora me he delatado, ¿es que los vascos no son majos?, bueno, es como un tópico para los que somos de Madrid, un vasco es algo como ajeno, lejano, diferente, pero siempre había oído que si tienes un amigo vasco es para toda la vida, y eso sucede con Iñaki, que es fiel y leal en la amistad como pocos.
Persona ecuánime, muy sosegada, reflexiva, relativista nato, esforzado trabajador, brillante en sus obras, apreciado amigo.
Durante el tiempo que colaboró conmigo en los proyectos que yo coordinaba me sentí feliz de poder contar con alguien tan afín y tan buena persona, a la par de persona con gran iniciativa y autonomía.
¡Qué tiempos aquellos, qué buen equipo, qué brillantes proyectos!
Paseante, deja la nostalgia...
También recuerdo junto con él a Bea Cabano, alumna también de la misma edición del Master y becaria junto con él en mi equipo, era como su hermanita, como hija mía también, criada también a mis pechos y persona de enorme corazón, e igualmente muy buena trabajadora.
Pues bien, eran mis niños aunque entre ellos, como siempre entre hermanos, había sus más y sus menos..., pero yo repartía cariño a ambos por igual, por supuesto.
También recuerdo a mi adorada Ridelis, esa belleza llena de dulzura y saber hacer, y a muchos otros más...
Iñaki es mi discípulo predilecto, él continúa en la tierra mi apostolado de Calidad, aquél sacerdocio hoy casi olvidado.
Fueron muchos los discípulos y seguidores que aún llevan consigo la llama de la Calidad que yo puse en sus corazones y que difunden por el mundo, en un sacerdocio de iniciados en el mundo de la Calidad.
Un abrazo Iñaki y sigue disfrutando de tu hermosa tierra,
el paseante
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