El cuadro de la semana por la señora de la limpieza.
No es un Miró, claro, si ese tío no sabía pintar, madre mía y que por eso paguen lo que pagan, es alucinante, pues mira el otro, el tal Matisse, lo mismo, ni idea de pintar, que pintaba como un niño, pues acaso los niños saben pintar, no sé, es todo como de locos lo del arte, todo vale, pues en mi opinión no vale todo, yo prefiero este tipo de cuadros en los que todo queda claro, bien pintados, bien acabados, con detalles, que parecen como una foto pero en bonito, en plan clásico, como los que tendrá la reina de Inglaterra en sus palacios, algo lujoso.
Este cuadro es el que tengo en casa encima del tresillo del comedor, lo compré con mi marido de recién casados, no queríamos un cuadro con ciervos cualquiera, queríamos el mejor cuadro con ciervos, y lo conseguimos, 7.000 pesetas de la época, ahí es nada, lo que valdrá ahora, no quiero ni pensarlo, lo compramos en la tienda que tenía los mejores cuadros de ciervos de todo Madrid, una tienda al lado de casa precisamente, en la avenida de la Albufera, me gustó mucho por el detalle, y es que no le falta detalle, me enamoraron los cuernos del macho que está en el centro, son unos cuernos perfectos y muy bien pintados, no les falta detalle a los cuernos.
Y ahí sigue el cuadro, encima del sofá, mi marido hace tiempo que se marchó, que por cierto me puso los cuernos, y cada vez que veo el cuadrito me acuerdo de él, pero de quitar el cuadro nada de nada, pues no quería llevárselo cuando se fue, le dije que nones.
Mi cuadro es mío, a veces al atardecer me quedo extasiada contemplándolo mientras saboreo una copa de mi vino favorito.
Madre mía, esto me ha salido como de el paseante, qué horror, es que es ponerte a escribir en su blog y volverte un cursi como él, no falla...
Besos,
La señora de la limpieza.
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