Insatisfacción, no sé cómo se cura, es la lección de la
vida, el desencanto, recuerdo haber visto una película de joven que se titulaba
así, El desencanto, el director era Jaime Chávarri y era una especie de
documental sobre la familia Panero, los poetas, padre e hijos, no la comprendí
muy bien, el desencanto…, yo pensaba para mis adentros ¿pero qué les pasa a éstos?, estarán pirados, y lo estaban, yo creo que algo más que yo incluso en
el momento actual, aunque todo es mejorable, o por mejor decir empeorable.
Eso acaba siendo la vida, un desencanto, porque ya lo
conoces todo, lo has vivido todo.
Volviendo al tema, aquella película me pareció ininteligible
pero ahora retrospectivamente la comprendo, uno se va pasando de rosca y al
final acaba como una carraca, y si no mirar a vuestro alrededor, pensad un
poco, ¿conocéis a alguien que esté realmente en su sano juicio?, yo no, salvo
mi amigo Gonzalo, pero para eso hay que ser ingeniero, tampoco conozco mucha gente, ésa es la verdad, si se es joven
porque se es joven y si se es viejo porque se es viejo, estamos todos como chotas,
que se decía en mi pueblo, ¿será el estilo de vida que llevamos?, ¿la
insatisfacción?, ¿la codicia?, ¿el desamor?, será todo tal vez…, me voy
muriendo día tras día de una enfermedad incurable, la vida.
¿Y qué hacer?, me pregunto, tener calma, esperar a que se
nos pase, esperar a ir a peor, a mejor, esperar, esperar, esperar, la vida es
esperar, me voy muriendo de esperar.
El paseante
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