- Querido maestro si le parece me interesaría saber sus opiniones sobre un tema especialmente complicado, la muerte.
- Encantado siempre de poder responderle aunque en este caso no sé si seré capaz.
- Seguro que lo será, estoy convencido.
- Tal vez sea capaz de responder, pero estoy seguro que no servirán de nada mis respuestas.
- ¿A qué se refiere?
- A que considero que el hombre es incapaz de saber nada sobre la muerte, siempre se mantiene en su periferia, la rodea, pero es incapaz de penetrarla.
- ¿Es eso algo inevitable?
- Totalmente, el hombre solo es capaz de opinar sobre la muerte no de llegar a conocerla lo más mínimo, son tantas las incógnitas, es como tratar de conocer el porqué del universo, es más, en mi opinión ambos misterios están unidos.
- ¿Se está refiriendo a Dios?
- Tal vez no como vulgarmente lo entendemos, pero sí a una fuerza, una energía, que transciende el conocimiento humano, hay algo que nos supera y a la vez nos conforma, y por ello mismo somos incapaces de entenderlo, porque coinciden el objeto de comprensión y el sujeto, no sé si me explico.
- Perfectamente.
- Creo que si el hombre llegara a descubrir esos dos misterios seguramente sería su fin, el hombre en cuanto animal necesita desconocer algo para poder seguir vivo, es algo difícil e entender puesto que tiene la inteligencia, el razonamiento, pero piense que otros animales también gozan de esas características en un nivel diverso al hombre, y no entienden ciertas cosas igualmente, muchas más cosas son para ellos ininteligibles, al hombre se le resisten esos dos grandes misterios, el de la vida y la muerte y el del universo, porque sus capacidades no son igualmente ilimitadas.
- Resulta abrumador.
- Igual de abrumador resulta contemplar un cielo estrellado que pensar en la muerte, no estamos configurados para ser capaces de averiguar esas cosas, y sólo así podemos vivir, ésa es mi idea, pero reconozco que se trata igualmente de una intuición, de una opinión como cualquier otra, y reconozco igualmente que mi pensamiento se escapa y huye de la consideración de esos dos misterios porque me inquietan, me inquieta no ser capaz de resolverlos, y seguramente si fuera capaz de resolverlos su resolución me inquietaría tanto que me destruiría.
- Cree que es mejor la ignorancia.
- Mire, los animales ignoran mucho más que nosotros y son más felices, sufren menos, el pensamiento puede llegar a ser algo opresivo, y con frecuencia lo es, debemos por tanto tener un pensamiento positivo respecto a nuestra incapacidad para averiguar qué son esos dos misterios, la muerte y el universo.
- Tal vez sean la nada.
- Tal vez lo sean, pero imagine lo desesperanzador que sería para nosotros saberlo.
el paseante
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