martes, 10 de abril de 2012
A veces pienso que soy una estrella.
No puedo evitarlo, es como un delirio, una especie de alucinación, un day dreaming, es decir, algo que parece real pero no lo es, ¿o tal vez lo sea?
La alucinación llega al punto de hacer que parezca real, ¿o será la realidad la que parece una alucinación?
Nada es verdad o es mentira, todo depende del color del cristal con que se mira.
Luego, no sé bien si calificarlo de alucinación.
Si uno se siente famoso, admirado, respetado, deseado, envidiado, emulado, presente en definitiva en el imaginario colectivo, como un símbolo, un mito, un icono.
Si uno se siente así aunque sólo sea por un momento, si uno vive su momento de gloria, inventado o no, real o no, verdadero o no, ¡qué más da!
Es como un chute de egolatría.
Algo que te pone a cien, que te hace esbozar una sonrisa de placer.
Es como tener un orgasmo con todos los que crees que te admiran.
Un orgasmo colectivo en el cual alcanzas el climax.
Bueno, pues qué más da que sea o no algo cierto, si es mentira, si es una invención mía es lo mismo, el resultado es el mismo, el subidón es igual.
Es más, si no es algo real, si es algo programado a mi voluntad y que sólo depende de ella, es incluso más provechoso, porque es más duradero, más controlable, más predecible, menos etéreo.
Yo doto a mi estrellato de corporeidad, lo fabrico a medida de las necesidades de mi ego, juego con él a mi satisfacción, me emborracho de fama, de una fama supuesta, inventada, inverosímil tal vez, pero posiblemente real asimismo.
En el reino de la incertidumbre se debate la realidad de mi estrellato, pero no por ello es menos cierto que otros estrellatos que tal vez puedan ser más reales, en tanto en cuanto sus efectos son parecidos y sus contraindicaciones menos rigurosas.
Si mi fama sólo depende de mí, si es mi espejismo, más feliz me hará durante más tiempo, seguro.
Y menos dura será la caída...
Pero te tiene que gustar ser famoso, claro.
¿Te gusta ser famoso?
el paseante
La película de la semana. Sunset Boulevard. Billy Wilder. 1950.
Magnífica, una verdadera obra de arte, Billi Wilder, garantía de buen cine, de cine clásico americano, cine del bueno, del que te engancha, te atrapa a la pantalla y no quieres salir de ella.
Recrea la película el universo en decadencia de una diva del cine mudo, Norma Desmond, magnífica en el papel Gloria Swanson, interpretándose a sí misma, pues del cine mudo provenía ella también.
Hay películas que no serían comprensibles en color, ésta es una de ellas, el color la hubiera deslucido porque nos está hablando de un mundo que se acaba, el mundo del cine en blanco y negro, del cine mudo.
La protagonista fantasea con la idea de volver a rodar una película, pero ni por la edad ni por la forma de actuar podrá llegar a hacerlo nunca, antes directores y productores se rendían a sus pies, pero todo pasa, todo cambia, y su momento ya pasó.
Un joven periodista va a hacerla una entrevista y acaba encargándose de escribir sus memorias, se queda a vivir en su casa y surge lo inevitable, ella parece que se va a salvar a través del amor de su ruina existencial, pero no logra pese a todo levantar cabeza, demasiado lastrada por un pasado glorioso, no se conformará nunca con menos, y fracasará en todo.
Al final mata al pobre escritor, interpretado por William Holden.
Y llega la escena final, la más recordada de la película en la el mayordomo, ex marido y antiguo director de cine, interpretado por Erich von Stroheim, monta una escena de rodaje fingida en la cual Gloria Swanson baja las escaleras de su mansión en lo que cree ser el rodaje de la primera escena de la película con la que regresará al mundo del cine.
Había enloquecido, la fama y su pérdida la habían trastornado.
Es difícil habiendo sido todo conformarse con ser nada.
¿Verdad?
Muy difícil.
Nos identificamos con Norma Desmond porque todos somos Norma Desmond, todos llevamos una Norma Desmond dentro.
¿O no?
el paseante
lunes, 9 de abril de 2012
La azalea de Lidl.
A 3,99 euros, un chollo, de oferta en
Lidl, ni dudarlo, a por ella, muy decorativa.
Con la azalea de Lidl llega la primavera, ya no hay marcha atrás, la primavera está aquí, en Lidl.
Y lo que es definitivo es cuando llega a El Corte Inglés, entonces si que todos los hombres y mujeres del tiempo de todas las televisiones se coordinan para anunciar la llegada de la primavera.
La primavera no entra el 21 de marzo, entra cuando lo deciden las grandes cadenas de almacenes, en España, de manera especial, El Corte Inglés.
Uno hace siempre lo de quiere el Corte Inglés, la navidad, las rebajas, la primavera, el verano, la vuelta al cole, la semana fantástica, los días de oro, ofertas del hogar, un otoño de moda...
Todo lo marca El Corte Inglés, y Lidl, claro, y Carrefour, por supuesto, y Eroski, of course, y Mercadona, seguro...
¿Y por qué no iba a ser así?
¿Y cómo no iba a ser así?
Si un día sin comercio es como un día perdido, como un día menos de vida, un día en el que no se sabe qué hacer.
Si no compras no vives, vivir es gastar, vivir es consumir, vivir es comprar.
¿Existe la vida más allá del consumo?
Cuando voy al centro comercial de mi barrio y están cerradas las tiendas es como si se hubiera acabado el mundo, si Carrefour no abre el abismo del infierno se abre ante nosotros.
Carrefour, los verdes prados del Edén de la edad moderna.
Sin dudarlo, la vida está en las grandes superficies, ya lo aventuró Saramago en su novela La caverna, y cada día es más así.
Resumiendo, si queréis sentiros realizados compraros la azalea de Lidl, total son sólo 3,99.
Y si no, pues siempre nos quedará Ikea.
el paseante
Con la azalea de Lidl llega la primavera, ya no hay marcha atrás, la primavera está aquí, en Lidl.
Y lo que es definitivo es cuando llega a El Corte Inglés, entonces si que todos los hombres y mujeres del tiempo de todas las televisiones se coordinan para anunciar la llegada de la primavera.
La primavera no entra el 21 de marzo, entra cuando lo deciden las grandes cadenas de almacenes, en España, de manera especial, El Corte Inglés.
Uno hace siempre lo de quiere el Corte Inglés, la navidad, las rebajas, la primavera, el verano, la vuelta al cole, la semana fantástica, los días de oro, ofertas del hogar, un otoño de moda...
Todo lo marca El Corte Inglés, y Lidl, claro, y Carrefour, por supuesto, y Eroski, of course, y Mercadona, seguro...
¿Y por qué no iba a ser así?
¿Y cómo no iba a ser así?
Si un día sin comercio es como un día perdido, como un día menos de vida, un día en el que no se sabe qué hacer.
Si no compras no vives, vivir es gastar, vivir es consumir, vivir es comprar.
¿Existe la vida más allá del consumo?
Cuando voy al centro comercial de mi barrio y están cerradas las tiendas es como si se hubiera acabado el mundo, si Carrefour no abre el abismo del infierno se abre ante nosotros.
Carrefour, los verdes prados del Edén de la edad moderna.
Sin dudarlo, la vida está en las grandes superficies, ya lo aventuró Saramago en su novela La caverna, y cada día es más así.
Resumiendo, si queréis sentiros realizados compraros la azalea de Lidl, total son sólo 3,99.
Y si no, pues siempre nos quedará Ikea.
el paseante
Las torrijas de mi madre.
Tampoco quiero ponerme pesado con la cocina de mi madre, pero sólo verlas provoca comerlas, ¿verdad?
Son las mejores del mundo.
Además este año le han salido aún mejor, si es que eso es posible...
Exquisitas, sublimes, excelsas, gloriosas, inconmensurables, inenarrables, apoteósicas, sublimes (creo que ya lo he dicho), amorosamente elaboradas que es lo fundamental, eso y el toque de almíbar único, y la textura, el sabor, el color, el aroma, la torrija de mi madre es un poema perfectamente equilibrado, armonioso, musical, encendido, deleitable, placentero, profundo, sugerente, emotivo, pleno de sentimientos, de pensamientos elevados, pleno de pasión, de amor, de belleza.
Las torrijas de mi madre, el más encendido poema de amor a su familia.
Un beso madre, te quiero.
Tu hijo paseante
Mi gato hace miau.
A un gato
No son más silenciosos los espejos
ni más furtiva el alba aventurera;
eres, bajo la luna, esa pantera
que nos es dado divisar de lejos.
Por obra indescifrable de un decreto
divino, te buscamos vanamente;
más remoto que el Ganges y el poniente,
tuya es la soledad, tuyo el secreto.
Tu lomo condesciende a la morosa
caricia de mi mano. Has admitido,
desde esa eternidad que ya es olvido,
el amor de la mano recelosa.
En otro tiempo estás. Eres el dueño
de un ámbito cerrado como un sueño.
ni más furtiva el alba aventurera;
eres, bajo la luna, esa pantera
que nos es dado divisar de lejos.
Por obra indescifrable de un decreto
divino, te buscamos vanamente;
más remoto que el Ganges y el poniente,
tuya es la soledad, tuyo el secreto.
Tu lomo condesciende a la morosa
caricia de mi mano. Has admitido,
desde esa eternidad que ya es olvido,
el amor de la mano recelosa.
En otro tiempo estás. Eres el dueño
de un ámbito cerrado como un sueño.
Jorge Luis Borges
El hombre sin cobertura. Contrasemblanza.
Vaya
pinta, parece un kinki, y dices que es amigo tuyo, pues no sé si le va a
sentar muy bien la contrasemblanza.
Pues no, no es un kinki.
Y ese
pelo..., es como de Michael Jackson, un poco exagerado, ¿lo tiene así
realmente?
Vamos a ver, esto es una caricatura, no un retrato, y sí, se
parece a Michael Jackson.
¿Y eso qué significa?
Pues eso que
he dicho y ya está, no preguntes tanto.
Y lo del paquete, ahí te has
pasado, ¿o no?, ¿tiene tanto paquete?, resulta algo exagerado
sinceramente te lo digo, además se lo has puesto doble, como marcado dos
veces, por si había dudas.
Pues a lo Michael Jackson.
Ya, ya, pero
aclárame un poco lo de esa peineta que le has puesto.
No es una
peineta, es una antena parabólica.
¿Y eso qué quiere decir?
Pues que con
frecuencia se queda sin cobertura.
¿Como los móviles?
Igual.
¿Es de
Movistar?
Amena.
Pues tampoco lo entiendo demasiado.
Y lo del
rabo.
¿Cuál?
El que cuelga por detrás.
Ah!!!!!, es
la cola del escorpión.
¡Qué ingenioso!
¿Es que pica?
Eso creo.
¿Sólo lo
crees?
Bueno, ¿algo más?
Sí, lo de la mirada, parece que tuviera Rayos
X, o mejor poderes extrasensoriales, ¡menuda mirada!, te taladra.
Tú mismo...
¿No vas a
aclarar nada más?
No.
Pues queda todo como en una nube de misterio, muy
confuso, como ambiguo.
Tú mismo.
Tú mismo, tú mismo, tú mismo... ¡qué
barbaro!, no sueltas prenda.
Sí, muy ambiguo todo.
Bueno, pues
que sepas que lo del paquete no lo acabo de entender, no sé bien qué has
querido decir, estoy deseando conocerle para poder comprobar si es como
lo pintas.
Vale.
¿Vale?
Of course if you want and if he wants...
I'm
ready!!!!!!!! Dáme su teléfono, anda!!!!!!!!! Anda...
6650673144
el
paseante
domingo, 8 de abril de 2012
Me hubiera gustado ser más feliz.
Me hubiera gustado sonreír más en la vida
Sonreír más veces
Ser más feliz
Pero no fue posible
Me pregunto
si he sido feliz
Recuerdo momentos felices
Momentos plenos
Pero me hubiera
gustado ser feliz más veces
Haber sido feliz a
menudo
En lugar de alguna vez
Una sonrisa verdadera, una sonrisa profunda
Un momento realmente dichoso
La
felicidad, algo momentáneo
Algo inconsciente,
imprevisto, fugaz
Me hubiera gustado ser tan
feliz
Haber sabido amar y ser amado
Algo difícil, cuestión de experiencia
Con el tiempo se aprende a amar
Y
a saber a quién amas verdaderamente
La
felicidad viene del amor
Sin amor no se es
verdaderamente feliz
Y el amor para ser
verdadero tiene que ser recíproco
Me hubiera
gustado ser más feliz
Tener menos enemigos
Que nadie nunca me hubiera odiado
Estar siempre en paz con los demás
Pero no ha sido posible
Hace un
momento me he sonreído sin motivo
Y me he
sonreído con el alma
Lo he notado porque me he
sentido como cuando era niño
Y podía ver mi
alma reflejada en el espejo
Y era feliz
José Ramón Carballo
8-abril-2012
Domingo de Gloria
Comentario de una seguidora sobre la amistad.
Para mí la amistad es compartir de corazón a corazón, con aquellas personas con las cuales puedes mostrarte tal cual eres, sin ningún tipo de tapujo, miedo, temor, etc., pues sientes dentro de ti que no hay critica, juicio, rechazo, desvalorización,..., pues por encima de todo priman y están presentes cualidades como la sinceridad, confianza, confidencialidad, complicidad, lealtad,..Saben mostrarte la verdad con amor, aunque ésta en ocasiones pueda resultarnos dolorosa, molesta, irritante,... siendo la forma más sana que conozco de crecer y madurar como persona honesta. Es sentir que puedes contar con ellos, estando presentes en aquellas situaciones que lo precisemos, brindándonos el apoyo y el calor que necesitamos y no el que nos gustaría y dentro del máximo respeto a nuestra voluntad. Es sentir una inmensa alegría ante el reencuentro, pues el tiempo no cuenta, sólo los momentos que se comparten, pues ellos nos proporcionan la alegría, equilibrio, fuerza y coraje necesarios para seguir viviendo sin renunciar a nosotros mismos e ir convirtiéndonos en las personas que realmente queremos ser. Yo las considero mi familia espiritual y les doy las gracias por estar presentes en mi vida. Gracias JR, paseante..., por tu amistad, apoyo y por formar parte de esta familia. Con mucho Amor y amor, tu amiga, Manuterre
Por Terre el Tributo a la amistad.
el 7/04/12
sábado, 7 de abril de 2012
La lectura del fin de semana. La ciudad y el pilar de sal. Gore Vidal. 1948.
“La ciudad y el pilar
de sal”, de Gore Vidal
Gore Vidal hipotecó su futuro como escritor al
publicar este libro. Y no se equivocó.
Con veinte años, Gore Vidal sabía lo que su
tercer libro –La ciudad y el pilar de sal (1948)-
iba a producir. Tenía cierta reputación por haber publicado la primera
novela que trataba sobre la Segunda Guerra Mundial –Williwaw,
1946-; tenía una prometedora carrera política gracias a los contactos de
su abuelo, un senador de Estados Unidos; tenía, entonces, lo que
cualquier persona no dudaría en calificar como “un brillante futuro”. Gore
Vidal nunca estuvo ajeno a las polémicas, y la publicación de La
ciudad y el pilar de sal fue, si no la primera, la más
bochornosa hasta ese momento. En contra de los consejos de sus editores y
pese a la tristeza de su abuelo, siguió adelante: el joven y querido
novelista de guerra escribió un libro de maricas, seguramente
autobiográfico, cómo no, qué vergüenza. Y, sin embargo, fue un éxito de
ventas.
Gore Vidal nos entrega un relato donde cuenta la aventura sexual
de dos jóvenes recién salidos del colegio –Jim y Bob- y de cómo ese
encuentro transforma la vida de Jim Williard. Durante el desarrollo de
la historia conocemos los distintos amantes y círculos sociales que Jim
comienza a frecuentar. Gore Vidal aprovecha esto para burlarse de
algunos ambientes propicios a la pomposidad y cinismo, como los
militares, los intelectuales y las estrellas de cine. Así, Jim va
aprendiendo de amor y de sexo, del trabajo, del dinero y de la adultez,
pero sin poder olvidar a su amigo Bob Ford y ese fin de semana que
pasaron juntos al terminar el colegio. El problema es que vivir pensando
en el pasado es una carga que nadie soporta.
La polémica se suscitó porque esta novela fue la
primera en presentar la homosexualidad alejada del estereotipo del
“invertido” sexual: los personajes son dos hombres jóvenes, atléticos y
guapos. La moral norteamericana extiende sus castigos incluso dentro de
la literatura o el cine. Nunca un homosexual había sido atractivo ni una
mujer infiel se quedaba con su amante. Aquí, la felicidad para Jim es
reunirse con Bob y volver a sentir y vivir lo que sintió y vivió en
apenas dos días. Los años pasan y Jim no deja de mirar hacia atrás,
evocando la cabaña, recordando el cuerpo de Bob, buscando eso mismo en
el cuerpo de otros hombres. Lograrlo iba a ser una tarea difícil, casi
imposible.
La
ciudad y el pilar de sal sufrió
la censura en muchas partes del mundo. El mismo New York Times
se negó, durante varios años, a reseñar los nuevos libros de Gore
Vidal.
Puede sonar increíble
que un escritor deba hipotecar su futuro para publicar una obra que esté
fuera de los parámetros morales de su época. Gore Vidal lo hizo y
no se equivocó.
La novela estaba
dedicada “a la memoria de J.T”. Décadas más tarde se supo que J.T son
las iniciales de Jimmy Trimble III, un joven y extraordinario
deportista, compañero de colegio de Gore Vidal, que murió en la
batalla de Iwo Jima (1945). Gore Vidal dijo que Trimble fue la única persona que realmente
amó. También ha dicho que el término “homosexual” no tiene validez,
pues la sexualidad humana es muy compleja y diversa como para reducirla a
código binario. Tal vez por eso, cuando Jim cena junto a su familia en
la celebración de Navidad, reflexiona: “¡qué ganas tenía de decirles lo
que él era realmente! De pronto se preguntó qué ocurriría si todos los
que eran como él se comportasen con toda naturalidad y sinceridad. La
vida sería mejor para todos si el sexo se considerase como algo natural,
no algo temible; si los hombres pudiesen amar a otros hombres sin
tapujos –como debía ser-, así como amar a las mujeres con la misma
naturalidad, como también debía ser”.
Matías Claro
Matías Claro
jueves, 5 de abril de 2012
Hoy hay luna llena... (3).
Luna
enamorada
¿Te
has enamorado tú también luna?
Harta de escuchar las súplicas
de los enamorados
Has caído tú también en el hechizo del amor
Difícil
asunto luna, tienes un verdadero problema
Hasta ahora sólo escuchabas,
claro, escuchabas y callabas
Pero dime, ¿y qué vas a hacer ahora?
¿A quién vas
a contar tus penas de amor?
¿Qué planeta te va a escuchar callado y
paciente como tú?
Yo te escucharé luna
Luna, yo seré tu luna, no te
preocupes
Derrama sobre mí, a través de tu luz, todas tus zozobras
Los
sinsabores, alegrías, dudas, celos, pasiones, locuras
De tu amor,
de tu torrencial amor, desesperado y febril
Me imagino cómo amará la
luna...
Y me pregunto si será el amor de la luna tan loco como el del
hombre
Y también me pregunto a quién amará la luna
Se habrá
enamorado de Júpiter, o de Saturno, o tal vez de Plutón...
¿Se habrá
enamorado la luna de la Tierra?
No lo sé, tal vez...
Contéstame
luna, háblame de tu amor, te escucho
Soy todo oídos, aquí abajo
estoy atento, expectante, dichoso de saber
Pero la luna aunque enamorada
calla
Sabe la luna tanto de amor que ni de amor habla ya
Para qué
hablar de amor si ella
La luna, está toda hecha de amor
Del amor que
el hombre ha puesto en ella
A través de los siglos desde que habita la
tierra
A través de su mirada enamorada que mira a la luna
Bueno, luna,
en cualquier caso aquí me tienes
Por si quieres hablar
Llámame
cuando quieras
José
Ramón Carballo
Tributo a la amistad.
Para
mi amiga Gloria en el recuerdo.
Hoy
quiero rendir tributo a la amistad.
A la amistad pura y sincera,
desinteresada, a esa corriente de simpatía mutua que circula entre dos
personas, esa imparable alegría que da la presencia del amigo por encima
de todo, la afinidad, la comunidad de ideas, pensamientos,
sentimientos, emociones, la comunidad de vida, de compartir vida,
proyectos, alegrías, penas, luchas, desengaños.
Hoy quiero
rendir tributo a la amistad.
A la amistad verdadera, a ese don que Dios ha
puesto en el hombre y que no es sino reflejo de su amor por todos
nosotros, el amigo vela por el amigo con un celo, con un cuidado vicario
del cuidado que tiene Dios por nosotros.
Aliados de lo divino
transcendemos lo humano a través de la amistad, del compañerismo, del
sacrificio por el otro, la solidaridad, la ayuda, la comprensión y el
consuelo.
La amistad, ese sentimiento de una fuerza y una fortaleza
indestructibles, esa alianza entre dos personas frente a la cual toda la
maldad, la maledicencia, el engaño y la violencia, sucumben, porque no
hay quien pueda matar la auténtica amistad, es indestructible y pervive a
través del tiempo más allá de la muerte como el amor.
Y la
capacidad de ser amigo de tu amigo como el supremo don, la más elevada
conquista del hombre, lo que le hace grande, generoso, prudente,
desinteresado, el supremo don que Dios le ha entregado como reflejo de
la divina providencia al hombre.
el
paseante
(dedicado
a todos mis amigos, y de manera muy especial a mi amigo Julio y a mi
amigo Antonio, y a mi querida amiga Terre, por supuesto)
Espíritu puro.
Espíritu puro que habitas en mí
Eleva mi alma hacia Dios
En una encendida plegaria de amor
Haz que a través de mí sane el mundo
Y redime con tu paz celestial la vida
Reconforta mi alma, limpia mi espíritu,
purifica mi existencia
Para que de
esta manera pueda a través de mi ejemplo
Hacer que los demás me sigan
En una cruzada de amor
Amor
por ti
Amor por mí
Amor por todos
Elevado amor
Encumbrado
amor
Dichoso amor
Amor feliz de tiempos felices
De bellos parajes bañados por tu luz
De dichosas sonrisas llenas de tu alma
De sinceras miradas que se abren al mundo
Recógeme en ti amor universal
En tu dulce luz
En tu tenue amanecer
En
el cariño de tu mirada
En tu
abrazo pleno
En tu beso eterno
José Ramón Carballo
5-abril-2012
Jueves Santo
(dedicado a mi Dios)
miércoles, 4 de abril de 2012
Half naked self-portrait by the paseante.
Os dejo mi desnudo esta semana santa para que meditéis.
Pensad en mí, seguid mi ejemplo, desapegaros de lo material e id en busca del espíritu, de la pureza, de la sencillez, de la sinceridad, del amor.
Dejad atrás vuestras ataduras, desembarazaros de todas vuestras servidumbres, limpiad vuestra vida de cadenas, liberaros de la opresión del yo, de las obligaciones del ego, de la impotencia del orgullo.
Sed vosotros mismos sin más, quedaros reducidos a vuestro yo esencial, sin falsas estrategias, sin dobleces, sin desamor.
Liberad vuestra alma de las ataduras de la carne y sed por fin espíritus libres, comprometidos solamente con la libertad, la bondad, el desapego.
Servid de ejemplo a todos, que desde fuera se os vea tal y como vosotros os veis desde dentro, limpios de toda torpeza, de toda maldad, de toda desconsideración.
Emulad en vosotros a Dios a cada momento y practicad la meditación.
Mediante la desconexión del mundo, parando vuestro pensamiento, es como al fin lograréis ser libres.
Porque sólo se es libre hacia adentro.
Si se es libre en uno mismo nadie podrá encarcelarte jamás.
vuestro paseante
La foto de la semana (3) + poema.
Las flores de la tarde
Despedís, erguidas contra el cielo
La luz de la tarde
Parece que le dijerais adiós a toda esa luz
Esa luz que se marcha un día más
Le decís adiós con vuestras corolas arracimadas
Con vuestras cascadas de pétalos
Con vuestras abiertas bocas de flor
Parece como si hablarais
Y le dijerais cada tarde al sol que se va
Que regrese al menos por un día más
Para poder sentir su calor
La dulce caricia de su luz
La intensidad de su círculo de oro reflejado
Sobre la belleza de vuestro color
Ignoráis, flores de la tarde, todo lo que yo sé
No recordáis nada porque nada aprendéis nunca
En vuestra hermosura sólo sois durante un tiempo flores
Sólo flores
Y me pregunto si acaso ser sólo flor
Es la más alta forma de inteligencia
Y si es la inteligencia de Dios la que en vosotras está
Como en todo lo inanimado
Siempre presente
Como un palpitar involuntario
Del divino amor
José Ramón Carballo
4-marzo-2012
Miércoles Santo
(poema dedicado a mi Dios)
martes, 3 de abril de 2012
Atardecer.
martes, 3 de abril de 2012
El cuadro de la semana. Caronte cruzando la laguna Estigia. Patinir. 1520.
Cuatrocento flamenco, Patinir es el precursor del paisajismo.
El cuadro es un poco tétrico pero el paisaje es precioso, es mi segundo cuadro favorito del Museo del Prado, el segundo que salvaría en caso de incendio (Dios no lo permita).
En la foto no se aprecia bien la belleza de los colores, la profundidad del paisaje, el equilibrio y armonía de la composición, la maestría y originalidad en su factura, la magia que transmite.
Conviene ir a verlo.
Se trata de un lienzo de tamaño mediano que junto con otros del mismo pintor forman parte del patrimonio del Museo del Prado, primera pinacoteca del mundo que está a un paso de nuestras casas y que con frecuencia no visitamos todo lo que debiéramos.
Desde pequeño el cuadro me asustaba , no tanto como el infierno de Brueghel, pero me asustaba también, la escena es lúgubre si bien el paisaje es de una hermosura deslumbrante.
En la antigüedad Caronte era el barquero de la laguna Estigia que separaba el reino de los vivos del reino de los muertos, el Hades, Caronte te llevaba en su barca de uno a otro al morir cruzando la laguna.
A las puertas del Hades había un can llamado Cerbero, de ahí viene lo de cancerbero, el can cuidaba de que sólo entraran en el Hades los muertos y que ya nunca salieran, temible can de tres cabezas y cuya cola era en realidad una serpiente.
Hasta morirse es complicado, parece como si fueran unas vacaciones indefinidas, pues no, mira todo lo que hay que pasar después.
Platón en su diálogo Fedón o sobre el alma, habla de la laguna Estigia y de las diferentes partes del mundo, poniendo todos sus argumentos en boca de Sócrates.
Es curioso leerlo, los antiguos daban una explicación al mundo conocido como podían, con mucha imaginación, la misma que le echamos ahora en otro sentido, porque conocer, lo que se dice conocer, aún hoy conocemos poco de todo esto.
Y fijaros en que el pobre viejo va desnudo navegando por en medio de las aguas llevando a un pobre infeliz que parece muy asustado, no me extraña, es como para volverse a morir al ver todo aquello, ¡qué escena!
¿Tendrá frío Caronte?
Apenas se tapa pudorosamente con un lienzo de paño que ondea al viento, se le va a volar en cualquier momento...
¿Era exhibicionista Caronte pese a sus años?
el paseante
El hombre más feliz del mundo...
El hombre más feliz del mundo
03 ABR
2012 12:12 - EL MUNDO.
Científicos
americanos sacaron hace algunos años a Matthieu Ricard de su
retiro en un monasterio budista de las montañas de Nepal, lo metieron
en el laboratorio, conectaron su cerebro a 256 sensores y analizaron su
nivel de estrés, irritabilidad, enfado, placer, satisfacción y decenas
de parámetros más. El resultado fue que este francés que un día decidió
renunciar a cualquier posesión material, a las comodidades del mundo
moderno y al sexo -nada fácil para un francés- fue declarado el Hombre
más Feliz del Mundo.
El inconveniente de aceptar que este ex biólogo molecular es un hombre plenamente satisfecho es que nos deja a los demás en el lado equivocado de la vida. Si un monje que pasa la mayor parte de su tiempo en la contemplación es capaz de alcanzar la dicha absoluta, ¿no nos estaremos equivocando quienes seguimos centrando nuestros esfuerzos en un trabajo mejor, un coche más grande o una pareja más estupenda?
Uno no cree que los registros de la felicidad puedan ser calculados en un laboratorio, por mucho que el experimento fuera rodeado de literatura científica.Tampoco con surrealistas conferencias sobre la felicidad como la que estos días tiene lugar en Naciones Unidas. Pero el estudio sobre Ricard, mezclado con las encuestas que sitúan a las poblaciones de algunos países pobres entre las más satisfechas, obliga a plantearse si el occidental es el único modelo que lleva a la felicidad. Más ahora que el tren parece haber descarriado.
Una de las claves de la felicidad de Ricard está en un viejo concepto budista: la ruptura con la esclavitud que nos ata a los deseos materiales, que terminan empujándonos a una carrera sin fin basada en el MÁS (como me temía: me está saliendo un artículo de autoayuda). El más, por supuesto, es una meta imposible de alcanzar: nuestras expectativas siempre van por delante de nuestros logros materiales. Da lo mismo que te hayas comprado el Audi que deseabas hace años, cuando lo tengas querrás un Porche. No importa que hayas llegado a subdirector de tu departamento, enseguida pensarás que mereces la dirección. ¿Una casa en la playa? Siempre hay algún vecino que tiene una más apetecible.
Ricard va estos días dando conferencias tratando de explicarnos cómo romper esa cadena. He aquí un tipo que hizo un doctorado en genética celular en el Instituto Pasteur de París y trabajó con el premio Nobel de medicina François Jacob. Parecía destinado a convertirse en uno de los grandes investigadores del campo de la biología cuando dio a su padre el disgusto de su vida. "¿Es eso realmente lo que quiero hacer?", se preguntó. Decidió que los deseos que había supuesto suyos no eran sino creaciones artificiales, construidas por él mismo y la gente a su alrededor. No dice que tengamos que acompañarle en su abstinencia sexual o seguirle a las montañas de Nepal, sino que nos planteemos si hemos seguido realmente nuestro camino.
El Hombre Más Feliz del Mundo cree que el resto de los mortales hemos dejado que se nos defina por lo que podemos comprar, el título que se nos da en el trabajo, el aspecto que tenemos o más recientemente el número de amigos que se nos unen en Facebook. No se da cuenta que al hacerlo no ayuda a hacernos más felices, sino menos. Porque sabemos que, al menos en parte, lleva razón.
El inconveniente de aceptar que este ex biólogo molecular es un hombre plenamente satisfecho es que nos deja a los demás en el lado equivocado de la vida. Si un monje que pasa la mayor parte de su tiempo en la contemplación es capaz de alcanzar la dicha absoluta, ¿no nos estaremos equivocando quienes seguimos centrando nuestros esfuerzos en un trabajo mejor, un coche más grande o una pareja más estupenda?
Uno no cree que los registros de la felicidad puedan ser calculados en un laboratorio, por mucho que el experimento fuera rodeado de literatura científica.Tampoco con surrealistas conferencias sobre la felicidad como la que estos días tiene lugar en Naciones Unidas. Pero el estudio sobre Ricard, mezclado con las encuestas que sitúan a las poblaciones de algunos países pobres entre las más satisfechas, obliga a plantearse si el occidental es el único modelo que lleva a la felicidad. Más ahora que el tren parece haber descarriado.
Una de las claves de la felicidad de Ricard está en un viejo concepto budista: la ruptura con la esclavitud que nos ata a los deseos materiales, que terminan empujándonos a una carrera sin fin basada en el MÁS (como me temía: me está saliendo un artículo de autoayuda). El más, por supuesto, es una meta imposible de alcanzar: nuestras expectativas siempre van por delante de nuestros logros materiales. Da lo mismo que te hayas comprado el Audi que deseabas hace años, cuando lo tengas querrás un Porche. No importa que hayas llegado a subdirector de tu departamento, enseguida pensarás que mereces la dirección. ¿Una casa en la playa? Siempre hay algún vecino que tiene una más apetecible.
Ricard va estos días dando conferencias tratando de explicarnos cómo romper esa cadena. He aquí un tipo que hizo un doctorado en genética celular en el Instituto Pasteur de París y trabajó con el premio Nobel de medicina François Jacob. Parecía destinado a convertirse en uno de los grandes investigadores del campo de la biología cuando dio a su padre el disgusto de su vida. "¿Es eso realmente lo que quiero hacer?", se preguntó. Decidió que los deseos que había supuesto suyos no eran sino creaciones artificiales, construidas por él mismo y la gente a su alrededor. No dice que tengamos que acompañarle en su abstinencia sexual o seguirle a las montañas de Nepal, sino que nos planteemos si hemos seguido realmente nuestro camino.
El Hombre Más Feliz del Mundo cree que el resto de los mortales hemos dejado que se nos defina por lo que podemos comprar, el título que se nos da en el trabajo, el aspecto que tenemos o más recientemente el número de amigos que se nos unen en Facebook. No se da cuenta que al hacerlo no ayuda a hacernos más felices, sino menos. Porque sabemos que, al menos en parte, lleva razón.
Con una sonrisa puedo comprar... (repetición).
Álvaro e Iván. |
Con una sonrisa puedo comprar,
todas esas cosas que no se venden
con una sonrisa compro la soledad
del que marcha solo por el camino.
Con una sonrisa puedo comprar
la mirada dura de mi enemigo
con una sonrisa compro el dolor de aquél
que dejo en la tierra su corazón.
Y COMPRARÉ COMPRARÉ
EL LLANTO DE LOS NIÑOS COMPRARÉ COMPRARÉ
EL HAMBRE DEL MENDIGO QUE IGNORÉ
Y COMPRARÉ COMPRARÉ
AQUELLOS PIES DESCALZOS QUE PISÉ COMPRARÉ
CON SOLO UNA SONRISA COMPRARÉ
Con una sonrisa puedo comprar
la mirada triste del que se marcha
el futuro incierto de aquél que se quedó
solo en la noche y con la mañana.
Con una sonrisa puedo comprar
todas esas cosas que no se venden
con una sonrisa compro la libertad
del que vive preso con el dolor.
José Luis Perales
(dedicado a mis amigos Álvaro y Juan Luis y a su precioso bebé)
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