miércoles, 14 de enero de 2015

Tengo tres amigos que guían su vida de tres maneras diferentes.

 



Tengo tres amigos que guían su vida de tres maneras diferentes, uno la guía mediante los libros de autoayuda, otro a través del deseo sexual, otra a través de la meditación, son tres formas de no ser quiénes son, de alienarse en definitiva, que no les sirve de nada, los tres en el fondo tratan de exorcizar la soledad sin darse cuenta que la soledad son ellos mismos, creen que la soledad es una circunstancia de la que se puede escapar, algo que se puede evitar, sin darse cuenta que la soledad no existe, al igual que la felicidad, la tristeza, el amor, el desamor, la soledad es un sentimiento indeterminado que nosotros elaboramos, es, por tanto, una ficción, como tal ficción tiene las características, importancia y dimensión que nosotros queramos darle.
Es una proyección nuestra, está hecha de nuestra misma sustancia, sólo nos desharemos de ese sentimiento dejando de tratar de huir de él, abrazándolo, mirándolo a la cara, aguantándolo, porque al ser ficticio en ese momento desaparecerá no porque existiera sino porque nunca existió realmente.
Lo sé por experiencia, la soledad como la tristeza nos desanima, aceptémosla hasta el límite y ya será inocua porque es una creación de nuestra imaginación, mis tres amigos andan a la carrera, leyendo libros que les hagan más sabios, más fuertes, menos vulnerables, teniendo relaciones sexuales al tuntún como locos, tratando de encontrar un sentido a la vida a través del placer y de los sentidos, intentando profundizar en los abismos insondables de su mente, tratando de encontrar en esas profundidades el tesoro que les permita renacer.
Cada uno, como dije, busca con un método propio principalmente, pero en el fondo los tres practican los tres métodos por acción u omisión en mayor o menor medida, porque los tres métodos van juntos, son la esencia del hombre, de su búsqueda, la sabiduría, el placer, el conocimiento, si hay algo que no sea eso en nuestras vidas decírmelo, me gustaría conocerlo, todo lo que intentemos pasa por esos tres aspectos o procesos.
Frente a todo esto se encuentra la quietud, la plenitud, la contemplación, la falta de afán, el nirvana, que uno es en esencia, y sólo siendo consciente de que uno en esencia es eso llegará a serlo de verdad, pero eso no es una búsqueda, ni una lucha, ni un camino, ni un proceso, eso es simplemente una revelación.

El paseante


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