jueves, 15 de enero de 2015

Cómo se levanta el cabreo de un amigo?




Cómo se levanta el cabreo de un amigo?, difícil, es mejor no hacer nada?, no lo creo, hay alguna estrategia que de buen resultado?, la desconozco, se trata de algo imposible?, imposible o muy difícil de conseguir, el amigo perdido se siente con frecuencia ofendido, agraviado, perjudicado, considera que le hemos fallado, defraudado, decepcionado, y ya no valora nuestra amistad, más bien le resulta algo deplorable, tiene mal concepto de nosotros.
Qué fuerte!, superfuerte, tal vez insistiendo pero uno tiene la sensación de que es peor, añade más cabreo, si uno además de caer mal resulta pesado tiene firmada su sentencia definitiva, inapelable, entonces cómo conseguir que el amigo perdido le vea a uno de otra manera, como antes le veía, cómo romper al menos el hielo y no chocar con un muro de indiferencia?
Lo desconozco, mis dotes de persuasión no son tan poderosas, me faltan recursos, no hay remedio por tanto?, pensemos…
Pensemos…
No se me ocurre nada…
Tormenta de ideas:
1 – Hacerme el enfadado yo también.
2 – Buscar alguien que interceda por mí.
3 – Mandarle una carta.
4 – Hacerle un regalo.
5 – Pedir disculpas.
6 – Tratar de averiguar el verdadero motivo del cabreo.
7 – Dejar pasar el tiempo.
8 – Olvidarme.
9 – Perseguirle.
Vamos por partes:
1 – Hacerme el enfadado yo también: lo he probado en alguna ocasión y suele dar resultado, pero se necesita haber mantenido el trato, poder verse, vis a vis, da resultado también con tu pareja, en general es buena estrategia, sirve para desbloquear la situación, la otra persona también se siente culpable y eso supone una situación de igualdad a la hora de entablar una negociación.
2 – Buscar a alguien que interceda por mí: suele dar mal resultado, se pierde inmediatez, la tercera persona no puede implicarse tanto como lo haría uno mismo, además puede sentarle mal al amigo perdido, al poner el tema en manos de otro el tema se hace público, deja de ser algo íntimo, eso puede cabrear.
3 – Mandarle una carta: es de los menos efectivos, no suelen contestar, el cabreo se lo impide.
4 – Hacerle un regalo: es como comprarle, eso puede cabrear aún más y que te digan: yo no me vendo, o que se queden el regalo por no hacerte el desaire pero no cambie nada, en general los regalos son bien recibidos cuando las cosas van bien, si van mal se reciben como algo inapropiado, marcan lo inapropiado de la relación de amistad también, esto es extrapolable a las parejas sentimentales igualmente.
5 – Pedir disculpas: subraya aún más el cabreo, tenía razón…, parece decirse el agraviado, sólo debe uno pedir disculpas si no ha habido ofensa, en ese caso son bien recibidas en cuanto signo de educación, si la ha habido, o sienten que la ha habido, acreditan la culpa, reafirman en el cabreo al que se considera agraviado.
6 – Tratar de averiguar el verdadero motivo del cabreo: a veces no está tan claro, uno piensa que el cabreo se debe a algo que no es en realidad el verdadero motivo, pero si se pregunta directamente el motivo tampoco es fácil que nos contesten porque la otra persona entenderá que es ponerse en evidencia, mostrar sus sentimientos, sus debilidades, el mostrar por qué está cabreado con nosotros es como decirnos que somos importantes para él pero le hemos defraudado, cuando uno está cabreado esto es lo último que quiere hacer, esta estrategia puede dar resultado si previamente se utiliza la número 1, hacerme el enfadado yo también, por lo dicho antes, coloca a ambas partes en posición de igualdad y ninguna pierde sus supuestas ventajas o desventajas por dialogar. Esta estrategia combinada con la número 1 suele ser efectiva en los cabreos con tu pareja también.
7 – Dejar pasar el tiempo: ésta es la mejor si ya no te interesa la persona, te garantiza perder la amistad seguramente, salvo que la otra persona relativice con el tiempo su cabreo, piense que se extralimitó y considere aún tu amistad como algo valioso, en cuyo caso te buscará, seguramente cuando te busque a ti ya no te interese esa amistad, ésa es, en definitiva, la razón por la que no insististe o dejaste de insistir.
8 – Olvidarme: Es un acto de voluntad, hay que vencer la tristeza de la pérdida, asumirlo, y valorar la amistad pasada como algo que sucedió en el tiempo y nos enriqueció y que como todo en la vida se acaba en algún momento. Ésta es quizás la actitud más madura pero también la más difícil con frecuencia. Más difícil de aplicar en el caso de una relación amorosa por el efecto adictivo del amor.
9 – Perseguirle: pese a la mala imagen que pueda dar he de reconocer que es una buena táctica, al menos uno libera la ansiedad haciendo algo y además puede resultar algo cómico con lo cual no hay nada mejor que el sentido del humor, el ridículo y la risa, para desbloquear situaciones difíciles, todo eso nos hace ver la vida desde una perspectiva menos seria y desdramatizarla.
Os ha gustado esta entrada?
Espero que os resulte de utilidad.

El paseante


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