Amor a
primera vista, love at first sight, que dirían los anglosajones…
Sombra, no sabes de lo que hablas, estás realmente perdida, mira, verás, te cuento, yo sólo creo en el amor, y una vez que he dicho esto te diré además que el amor o es amor a primera vista o no es amor, soy radical, lo sé, soy extremista, lo sé, pero con el amor no caben medias tintas o términos medios, se da o no se da, el gris no existe en el amor, el color del amor es el rojo, y si no hay rojo pasión en el amor mal comenzamos y peor acabaremos.
Te veo un porvenir muy negro, sombra, con esos planteamientos que te traes tan racionales, si quieres vivir de verdad la vida debes bajarte del carro del raciocinio y dejarte llevar por la pasión.
No sé si es que estoy hecho de una materia diferente a la tuya, supongo que sí, pero yo me enamoro siempre a primera vista y para siempre, es decir, nunca dejo de amar si me he enamorado, si parto del desconocimiento, si soy un precipitado, si no conozco suficiente a la persona, todo eso no lo sé, yo me entiendo a mí mismo y me comunico conmigo mismo a través de pálpitos, igual que odio a personas que siempre me han tratado de maravilla, y quiero a personas que siempre se han portado mal conmigo, soy así, pues con más motivo me enamoro desde la visceralidad absoluta, y es que el amor tiene que devorarme, tiene que aniquilarme, tiene que derrotarme, porque la magia del amor es que uno desaparece, el verdadero trance meditativo y absoluto sólo llega a través del amor y de su culminación, el acto sexual. El amor es un suicidio, una locura, un aniquilamiento, que te da la felicidad absoluta, la única felicidad posible es el amor.
Sólo se queda la mente en blanco contemplando a la persona amada, y sólo se alcanza el trance místico en el que el hombre se iguala por un momento a Dios, saliendo del tiempo y del espacio, a través de la consumación del amor en el acto sexual.
Clímax, se llama, por si no lo sabías, mira, sombreada sombra, lo que tú pretendes es llegar al clímax a partir del pensamiento, y al clímax sólo se llega a través del sentimiento más radical, mágico, y divino, que Dios le ha dado al hombre, el amor, y es que el mayor regalo que el hombre ha recibido de Dios, por el que vale la pena pasar por todo cien veces, es ése, el AMOR.
Pero el AMOR con mayúsculas y no esa sucesión de reflexiones y cortapisas que tú proyectas siempre sobre tus sentimientos.
el paseante a su sombra
Sombra, no sabes de lo que hablas, estás realmente perdida, mira, verás, te cuento, yo sólo creo en el amor, y una vez que he dicho esto te diré además que el amor o es amor a primera vista o no es amor, soy radical, lo sé, soy extremista, lo sé, pero con el amor no caben medias tintas o términos medios, se da o no se da, el gris no existe en el amor, el color del amor es el rojo, y si no hay rojo pasión en el amor mal comenzamos y peor acabaremos.
Te veo un porvenir muy negro, sombra, con esos planteamientos que te traes tan racionales, si quieres vivir de verdad la vida debes bajarte del carro del raciocinio y dejarte llevar por la pasión.
No sé si es que estoy hecho de una materia diferente a la tuya, supongo que sí, pero yo me enamoro siempre a primera vista y para siempre, es decir, nunca dejo de amar si me he enamorado, si parto del desconocimiento, si soy un precipitado, si no conozco suficiente a la persona, todo eso no lo sé, yo me entiendo a mí mismo y me comunico conmigo mismo a través de pálpitos, igual que odio a personas que siempre me han tratado de maravilla, y quiero a personas que siempre se han portado mal conmigo, soy así, pues con más motivo me enamoro desde la visceralidad absoluta, y es que el amor tiene que devorarme, tiene que aniquilarme, tiene que derrotarme, porque la magia del amor es que uno desaparece, el verdadero trance meditativo y absoluto sólo llega a través del amor y de su culminación, el acto sexual. El amor es un suicidio, una locura, un aniquilamiento, que te da la felicidad absoluta, la única felicidad posible es el amor.
Sólo se queda la mente en blanco contemplando a la persona amada, y sólo se alcanza el trance místico en el que el hombre se iguala por un momento a Dios, saliendo del tiempo y del espacio, a través de la consumación del amor en el acto sexual.
Clímax, se llama, por si no lo sabías, mira, sombreada sombra, lo que tú pretendes es llegar al clímax a partir del pensamiento, y al clímax sólo se llega a través del sentimiento más radical, mágico, y divino, que Dios le ha dado al hombre, el amor, y es que el mayor regalo que el hombre ha recibido de Dios, por el que vale la pena pasar por todo cien veces, es ése, el AMOR.
Pero el AMOR con mayúsculas y no esa sucesión de reflexiones y cortapisas que tú proyectas siempre sobre tus sentimientos.
el paseante a su sombra
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