Estoy de acuerdo contigo en que
la añoranza es una ficción, una quimera, pero por eso mismo no creo que sea un
deseo frustrado, Jota. Sólo es una fantasía. Y la fantasía es diferente al
deseo, aunque se confundan. Se fantasea con algo que sabes de antemano que no
puede ser real, mientras que sólo surge el deseo cuando cabe una mínima
posibilidad de que se haga realidad, aunque esa posibilidad sea tan pequeña que
el deseo parezca imposible. La fantasía no duele porque no genera expectativas,
se fantasea por el simple placer de imaginar, pero el deseo sí que viene
acompañado de esperanza, y sí que duele cuando se frustra Jota, porque aunque
tú digas que un deseo frustrado es mejor que uno cumplido -cosa que me
sorprende viniendo de ti-, uno siempre espera ver su deseo hecho realidad, si
no, no tiene sentido desear. Así que añorar el pasado está bien si se es
consciente de que es una fantasía, pero desear que regrese es una insensatez…
La sombra del paseante
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