miércoles, 23 de mayo de 2012

A vueltas con Dios. Respuesta de el paseante.


Bueno, pues me has dejado como si me hubiera estrellado contra un muro, como te dije no soy ningún beato ni ningún integrista, es más los dogmatismos no me gustan, los rechazo, y tampoco creo excesivamente en la iglesia, creo que cumple algunas funciones bien pero como organización llevada por personas tiene sus fallos, lógico, es humano.

En mi caso no se trata de que me programaran pues por naturaleza me niego a nada que me venga impuesto o que sea obligatorio asumir, tengo que decidirlo yo para que alguna creencia llegue a ser mía, tengo que convencerme por mí mismo no por lo que me digan, mi familia es católica y fui a un colegio de curas, pero todo eso no es nada, la mayoría parten de la misma base y es frecuente que muchos piensen como tú, por rechazo, en mi caso es el ejemplo de determinadas personas, la historia, y un análisis parecido al tuyo pero con resultado diferente, me fascina la vida, considerada en sentido amplio y creo que tal maravilla obedece a una inteligencia creadora, es imposible que algo tan complejo, tan elaborado, tan magnífico, tan perfecto, sea resultado de la casualidad, es más, la ciencia es incapaz de explicar gran parte de la vida, los grandes científicos después de investigar no pudieron sino reconocer la existencia de Dios. 


Y luego está el sentido de la vida, toda la dimensión espiritual, la finalidad de estar aquí, nuestra dimensión transcendente, somos parte de un plan divino, y formamos, queramos o no, parte de Dios, somos hijos suyos, a su imagen y semejanza y a él volvemos después de haber cumplido nuestra misión en la vida.

No se puede no creer en Dios después de contemplar el cielo lleno de estrellas o ver amanecer, o de mirar con detalle a cualquier ser vivo, o de analizar como los hombres tenemos las cualidades y capacidades tan destacadas que tenemos, todo eso no hay quién lo explique sólo con la evolución de las especies, hay más, hay mucho más.

La verdadera dimensión del hombre, la que le hace descubrir quién es en verdad, es la dimensión espiritual, para mí lo otro es la ignorancia.

Madre mía, vaya charla que te he echado!

A mí me pone un poco triste que alguien no crea en Dios, pero bueno, lo importante es la persona, como sea, los valores que tenga, como se comporte, hay creyentes insufribles y agnósticos encantadores, está claro, y aunque alguien no crea en Dios está claro que Dios siempre va a creer en él.

Un saludo,
 

el paseante

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