Es como llevar un angelito subido al hombro que te va chivateando al oído la esencia de las cosas...
Ves la realidad, las apariencias, lo evidente, pero enseguida el angelito que llevas subido al hombro te cuchichea algo al oído para que sólo lo puedas oír tú, claro, sólo tú, por supuesto, de eso se trata.
Él te confirma o no lo que ves, y si no te lo confirma te dice lo que debes ver en lugar de lo que ves, bueno pues eso, que es más o menos como llevar unas gafas 3D puestas por la vida pero en plan angelito y sin que se te note, o tal vez se te nota un poco en la mirada que muestra cierta desconfianza ante lo que te dice el angelito.
Voz de la conciencia, Pepito Grillo, asesor personal, personal trainer, no sé, más bien angelito a secas, pero menudo angelito..., el angelito se las trae, el angelito sabe latín, claro, por algo es ángel, todo bondad, pureza, amor, pero a él no se la da nadie, a mí sí me la darían, pero gracias al angelito no caigo, y es que llegar a dársela al angelito es muy difícil, casi imposible.
El problema es que a veces el angelito se pasa de listo en mi modesta opinión, o a veces aún a sabiendas de que tiene razón decidimos no hacerle caso por ver si falla, porque nos gustaría que fallara en su juicio, porque el angelito es en general muy aguafiestas, y es que pese a ser ángel con frecuencia lo que consigue es cortarle las alas a uno, nunca mejor dicho.
Ángel de la guarda, no sé, tal vez, está ahí siempre pegado, es liviano, no pesa, es un ser angelical, puro espíritu, encaramado en mi hombro, ¿lleváis vosotros otro igual?, bueno, igual no, tal vez parecido, mi angelito es único, personal e intransferible mío.
Pero es ángel al menos, me imagino si fuera un diablillo en lugar de un angelito, pero es que en el otro hombro, he de reconocéroslo, llevo un diablillo subido, y ése es terrible, no me aconseja sino hacer diabluras, nunca mejor dicho, su diversión es provocarme, y es que es un transgresor, outsider total, voz de la conciencia alternativa, iconoclasta, destructor, provocador, contradictorio, ditirambo de mi conciencia.
Entre uno y otro no me dejan en paz y en ocasiones se pelean y acabo con dolor de hombros, y claro al fisio, me sale carísimo lo de estos dos ahí encaramados a mi chepa todo el día, pero es que no sé cómo despegármelos, ni en vacaciones se marchan, ellos no toman vacaciones, si bien es cierto que bajan un poco el nivel de actividad porque en vacaciones hay menos material, es decir, estamos los tres más relajados, nada de fisio, se quedan como dormidos.
Pues eso, lo dicho, que ya lo sabéis, angelito y diablillo, diablillo y angelito, a vuestra disposición, ya os contaré algún lío de los que me meten.
Por cierto, se me olvidaba, perdonarme, dato clave, hombro derecho angelito, hombro izquierdo diablillo, por eso ando yo algo escorado de la izquierda....
Besos,
el paseante
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