Pienso en ti cada vez que miro las estadísticas del blog, me quedo mudo mirándolas, embobado, como tonto, ¿quién me lee?, pienso, ¿por qué me leen?, ¿quién estaba leyéndome ayer a las 3 de la madrugada?, ¿quién eres?, ¿qué esperas de mí?, y lo que más me preocupa: ¿qué espero yo en realidad de ti?
Me siento acompañado leyendo las estadísticas del blog, las caprichosas cifras que suben y bajan, ¿por qué?, me pregunto, fluctúan las visitas, suben y bajan, varían los países, los días, las horas, las preferencias.
Un mundo misterioso está al otro lado del blog, un lector desconocido, anónimo, que no se qué busca pero que me sigue, que no sé qué piensa, pero que me visita.
Y yo sigo embobado mirando las estadísticas del blog, y me quedo extasiado, como un niño ante un regalo de reyes.
Me intriga saber quién eres, desconocido lector.
Y aún me intriga más saber qué piensas de mí.
Extiendo mi mano hacia ti para tratar de sentir tu tacto y mi mano choca con la parpadeante luz de la pantalla del ordenador.
¿Estás ahí? ¿Sigues ahí?
No me dejes, no me abandones, yo no lo haré.
Te necesito.
Con tener sólo un lector me basta, con tenerte a ti es suficiente, incluso si me quedo solo será suficiente, a través del blog dialogo no sólo con vosotros sino conmigo mismo también.
El blog es un pretexto de la vida.
El paseante.
No hay comentarios:
Publicar un comentario