Foto: Lilium. José Ramón Carballo. Marzo 2012. |
Lilium
De dónde viene el olor de las flores
Me pregunto si su esencia es verdadera
O si sólo se trata de una ilusión
Atardecer de primavera, cae la luz sobre la plaza
Se despide de nosotros el sol y sale la luna
Entretanto las flores esparcen su aroma de eternidad en el aire
El aire tibio y fresco, con una calidez aún de sol y una frialdad ya casi de luna
Anochece tiernamente sobre Madrid, y la noche acuna como en una nana a la ciudad
Se balancea el aroma de las flores por entre las calles que van a dar a la plaza
La plaza que se despide de la luz, de la última luz de la tarde
Tímidas, las farolas comienzan a lucir una a una
Como si un farolero invisible las fuera encendiendo
El farolero de mi imaginación llega cada noche a la plaza
Revisa que todo está en orden
Las flores en sus puestos, la fuente manando agua, Tirso de Molina en su pedestal,
Los yonquis en su banco, los niños en sus juegos, los ancianos en su charla
La plaza se expande como en una armonía musical
Como si cantara o tocara una preciosa canción
Que el aroma de las flores llena de notas musicales, a veces dulces acordes,
Otras veces disonancias y estridencias sin armonía
Pero al final todo queda dentro de la elipse de la plaza que es como un diapasón
Y suben volando las palomas agitadas súbitamente hasta el cielo
Y los pequeños gorriones aprovechan para comerse las patatas fritas
Que caen de las mesas de las terrazas de verano
¿De verano?
De verano, sí, de este verano prematuro
De final del invierno
Y comienzo de primavera
Te quiero plaza, no sé si ya te lo he dicho pero te lo repito
Y te quiero Madrid
No podría ya vivir ya lejos de ti
José Ramón Carballo
Marzo 2012
De dónde viene el olor de las flores
Me pregunto si su esencia es verdadera
O si sólo se trata de una ilusión
Atardecer de primavera, cae la luz sobre la plaza
Se despide de nosotros el sol y sale la luna
Entretanto las flores esparcen su aroma de eternidad en el aire
El aire tibio y fresco, con una calidez aún de sol y una frialdad ya casi de luna
Anochece tiernamente sobre Madrid, y la noche acuna como en una nana a la ciudad
Se balancea el aroma de las flores por entre las calles que van a dar a la plaza
La plaza que se despide de la luz, de la última luz de la tarde
Tímidas, las farolas comienzan a lucir una a una
Como si un farolero invisible las fuera encendiendo
El farolero de mi imaginación llega cada noche a la plaza
Revisa que todo está en orden
Las flores en sus puestos, la fuente manando agua, Tirso de Molina en su pedestal,
Los yonquis en su banco, los niños en sus juegos, los ancianos en su charla
La plaza se expande como en una armonía musical
Como si cantara o tocara una preciosa canción
Que el aroma de las flores llena de notas musicales, a veces dulces acordes,
Otras veces disonancias y estridencias sin armonía
Pero al final todo queda dentro de la elipse de la plaza que es como un diapasón
Y suben volando las palomas agitadas súbitamente hasta el cielo
Y los pequeños gorriones aprovechan para comerse las patatas fritas
Que caen de las mesas de las terrazas de verano
¿De verano?
De verano, sí, de este verano prematuro
De final del invierno
Y comienzo de primavera
Te quiero plaza, no sé si ya te lo he dicho pero te lo repito
Y te quiero Madrid
No podría ya vivir ya lejos de ti
José Ramón Carballo
Marzo 2012
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