Decirte,
cambiando de tema, que bañar a los peques es algo muy tierno, se les
baña en la
bañera con agua tibia y un champú especial a base de aceites naturales
de
plantas, a Thai luego hay que secarla con secador y cepillo, como en las
peluquerías, para que el pelo no quede enredado y quede sedoso, a Lobi
no hace
falta, él se sacude y se restriega en la toalla, luego los saco
inmediatamente
a pasear para que se sequen completamente, el sábado pasado hacía tanto
calor
que dimos un paseíto muy corto, Lobi se salió al jardín cuando
regresamos y
allí estuvo revolcándose al sol.
Los dos se
portan fenomenal en el baño, primero baño a Thai y Lobi espera su turno
celoso, y luego le baño a él que parece decir: vaya, por fin me tocó...
Con Lobi hay
algo curioso, al quitarle para bañarle el arnés y una correa de cuello
que
lleva eso no le gusta mucho, creo que para él es el nexo que le une a
mí, desde
que le recogí los lleva, cuando termino y se los pongo parece sentirse
satisfecho y respirar aliviado, se pone feliz, como diciendo: ya estoy
otra vez
en casa, al recogerlo le puse una correa de cuello pero como daba tantos
tirones le compré al cabo del tiempo un arnés que sujeta más, así no se
dañaba
el cuello, pero él no consistió perder la correa del cuello, me pidió
que se la
volviera a poner aún llevando el arnés, y así lo hice, lleva las dos
cosas.
Los dos son
muy amorosos y se llevan muy bien, son dos compinches estupendos.
Un beso
querida amiga y muchas gracias por tu amistad tan generosa,
jr
(anécdotas como ésta
recoge Thomas Mann en este delicioso librito que he leído durante estas
vacaciones, anécdotas y vivencias junto a su perro Bauschan, que harán
sonreír e identificarse con sus pensamientos a los amantes de los
perros).
No hay comentarios:
Publicar un comentario