Dos años ya, parece que fue ayer, como suele decirse, por
aquel entonces llegaba el Papa a Madrid, Benedicto XVI, el anterior Papa,
Madrid era una fiesta, la ciudad estaba llena de gente joven de todas las
nacionalidades, te transmitían su energía, su vitalidad, su alegría, su
optimismo, y el Papa nos transmitió su profunda espiritualidad, quedé
impresionado y emocionado al verle rezar, transmitía tanta intensidad su
oración, su recogimiento, su comunión con Dios, todos los actos organizados me
parecieron de una enorme belleza muy acorde con el espíritu religioso y de
celebración pero siempre dentro de un recogimiento y de una emoción contenida, de
una sentida religiosidad, de una profunda fe en Dios.
Han pasado ya dos años y parece que fue ayer…
Ése es el hito fundacional del blog, es imposible tener
mejor comienzo, es como si el blog hubiera nacido santificado, bendecido por
aquella visita.
Yo era fan de Juan Pablo II y en la visita de Benedicto XVI
me hice también fan de él por diferentes motivos, creo que han sido dos Papas
complementarios que han enriquecido de manera diferente con su ejemplo a la
Iglesia.
Perdón por la digresión, pero no puedo evitarlo, me emociono
incluso al recordarlo, qué momentos tan felices para un católico, para un
creyente, para el que tenga fe.
La fe, ese don, difícil adquirirlo si no se tiene, imposible
perderlo si se tiene incluso bajo la presión de las más duras adversidades, la
fe…, creo que el mayor capital de mi vida es mi fe en Dios.
Y que conste que no soy ningún beato, ni ningún mojigato, ni
ningún moralista, creo que el blog es buena prueba de ello, más bien soy todo
lo contrario, provocador, iconoclasta, removedor de conciencias, y tampoco
porque pretenda serlo, sino porque lo soy, siempre lo he sido y siempre lo
seré, no puedo evitar mi espíritu crítico que se extiende, por supuesto, a la
Iglesia, no creo en las organizaciones, en tanto regidas por personas no son
infalibles, mi relación con Dios es algo personal, algo entre él y yo
exclusivamente.
Igual que la relación entre vosotros y yo a través del blog,
algo personal, íntimo, privado.
No me siento capaz de pasar revista a lo que ha sido el blog
en estos dos años de vida, ahí está para el que quiera verlo, lo que sí creo es
que es fiel reflejo de mí, que en todo momento he sido yo, es inevitable, hacer
algo falso hubiera sido algo imposible para mí, creo que por encima de todo,
para bien o para mal, he sido a mi manera una persona íntegra siempre, cabal,
comprometida con mis ideas, y si eso me ha perjudicado en alguna ocasión lo he
preferido a tener que claudicar de mí.
Contradictorio tal vez, pero qué ser humano no es
contradictorio, el dogmático, el integrista, el intransigente, eso a mí no me
interesa, la verdad no es única, cierta, tangible, la verdad son muchas
verdades fragmentarias que cambian, evolucionan, se van transformando, cada uno
ve una verdad, su verdad.
Y mi verdad es el blog, en él estoy, el blog soy yo en
diferentes momentos y aspectos de mi personalidad cambiante que evoluciona.
La realidad día a día interactuando conmigo y como producto
el blog.
Me sorprende hasta a mí mismo el resultado, a través del
blog me he conocido mejor, he profundizado en aspectos que no conocía bien o
tenía olvidados, me he consolidado, yo era como un territorio desconocido,
ignoto, que pedía ser conquistado, ahora tengo claras las fronteras, lo he
colonizado, cultivado, consolidado, engrandecido.
Nada más, o poco más, continuaremos, tenemos que llegar a
las 100.000 visitas.
Me fascina este instrumento que me permite dar a conocer mis
ensoñaciones a todo el que quiera conocerlas, crear y divulgar, compartir,
dejar una semilla en alguien y que ésta fructifique de alguna manera, es el
sutil efecto mariposa del blog, su enorme potencial, su virtud, me emociona,
impresiona, maravilla, el uso y el potencial que permiten las nuevas
tecnologías a cualquiera, y cómo, de esa manera, nos enriquecemos mutuamente.
Para una persona creativa creo que es fundamental compartir
el objeto de su creación, porque el que crea lo hace para los demás, sin
dudarlo, lo hace como una necesidad ineludible que no sabe explicar.
Un abrazo a todos,
El paseante solitario
p.d.- he salido un poco serio en la foto, ¿verdad?
p.d.- he salido un poco serio en la foto, ¿verdad?
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