-
¿Estuviste
en Barcelona jr?
-
Hace
unos años…
-
Lo
dices como con tristeza.
-
Bueno.
-
¿Bueno?
-
La
vida pasa.
-
Parece
una canción de Julio Iglesias, la vida sigue igual…
-
Unos
que llegan, otros partirán, unos que nacen otros morirán, aguas sin cauces,
ríos sin mar, penas y glorias, guerras y paz…
-
¿Te
la sabes?
-
Es
la canción de mi vida.
-
Bueno,
jr, creo que es la canción de la vida de cualquiera.
-
Sí,
de cualquiera.
-
¿Estás
nostálgico?
-
Yo
siempre estoy nostálgico.
-
Bueno,
te cuento lo de Barcelona…
-
¿Cómo
fue todo Woody?
-
Regular.
-
¿Y
por qué?
-
Pues
no sé.
-
Cuéntame
qué hicisteis.
-
Pues
mira, paseamos, charlamos, cenamos en unos restaurantes de las Ramblas muy
románticos, por las noches nos íbamos a un pub muy íntimo que había cerca del
hotel a fumar y beber.
-
¿Pero
tú fumas Woody?
-
Sólo
puros habanos.
-
¿Y
ella?
-
Igual.
-
¡Qué
interesante!
-
Ella
me encendía el puro.
-
¿En
sentido literal o figurado?
-
Figurado,
todo siempre figurado.
-
¿Figurado?
-
Sí,
no hubo sexo.
-
¿Y
eso?
-
No
sé.
-
¿Y
lo de las cerillas?
-
¿Qué
cerillas?
-
Las
cerillas anti olores en el baño que te recomendé.
-
Ah,
no las necesité.
-
¿……………..?
-
No,
verás, no es que no hiciera mis necesidades durante todo el viaje, es que no
compartimos habitación.
-
¿Y
eso?
-
Ella
se encargó de las reservas y al llegar a recepción nos dieron una habitación a
cada uno.
-
Terrible.
-
Bueno,
la verdad es que casi lo preferí.
-
No
te entiendo.
-
Bueno,
es que no sé explicarlo, por un lado estuve más tranquilo.
-
Ya.
-
¿Montasteis
en Las Golondrinas?
-
Sí,
qué bonitas, pero ahí se empezó a estropear todo.
-
¿Por
qué?
-
Ella
se mareó, y yo cometí el error de quedarme en cubierta mientras bajó a vomitar.
-
Eso
estuvo poco caballeroso.
-
Lo
sé, pero era tan bonito ver todo aquello, fui egoísta.
-
¿Montaste
en el bus turístico?
-
Imposible,
a ella le parecía algo muy turístico.
-
Claro,
si es el bus turístico…
-
Tampoco
fuimos a cenar a un restaurante que me recomendaron, Los caracoles.
-
Lo
conozco, está superbién.
-
Pero
a ella no le gustan los caracoles.
-
Vaya.
-
También
noté como que en algunos momentos se cansaba de mí, hablo tanto…, pero
es que estaba nervioso, el amor me pone nervioso y lo estropeo todo.
-
Y
al despediros por la noche no surgió nada tampoco.
-
Nada.
-
¡Qué
soso!
-
No
es ser soso jr, es que no lo vi claro, compréndelo, es peor forzar las cosas.
-
Te
comprendo, ¿y qué vas a hacer ahora?
-
Pues
no hacer nada.
-
¿No
hacer nada?
-
Sí,
si hago algo lo estropeo todo y es peor.
-
Eres
muy inseguro.
-
Es
una percepción, un pálpito, creo que me admira pero no me quiere, no está
enamorada de mí, sabes, para ella sólo soy Woody Allen, no un hombre real, soy
un personaje, como una ficción, nadie tiene una relación amorosa con una
ficción más que de forma imaginaria.
-
¿Y
eso qué significa?
-
Que
estoy hecho polvo.
(continuará)
El paseante
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