-
¿Cómo
va lo de tus pies Woody?
-
¿Lo
de mis pies?
-
Sí,
lo de tus pies.
-
No
te entiendo.
-
Lo
del olor a pies.
-
Ah,
bien, gracias por preguntar, ni rastro, buenísimo el Peusec, tenías razón.
-
¿Han
mejorado las cosas con tu enamorada?
-
Al
menos me siento más seguro.
-
Algo
es algo.
-
Sí.
-
¿Y
por lo demás?
-
Pues
preocupado.
-
¿Por?
-
Tengo
otro problema, verás, quería comentártelo, me ha propuesto que hagamos un viaje
juntos.
-
¿Y?
-
Pues
que no he compartido nunca habitación con una mujer.
-
¿Y?
-
La
intimidad…
-
¿El
sexo?
-
No,
no, lo del sexo no es problema.
-
¿Entonces?
-
El
baño.
-
¿El
baño?
-
Sí,
los olores cuando use el baño.
-
Ya.
-
No
sé qué hacer, me da corte, imagina que después de usar yo el baño entre ella.
-
Sin
problemas Woody, hay un truco infalible.
-
¿Cuál?
-
Cerillas.
-
¿Cerillas?
-
Sí,
llévate una cajita de cerillas al viaje, la guardas en tu neceser en el baño,
cada vez que provoques olores enciendes una cerilla y la apagas de un soplido.
-
¿Y?
-
Borra
cualquier olor, el fuego quema el gas metano.
-
Pero
olerá a cerilla.
-
Mejor
que el otro olor, ¿no?
-
Es
verdad, eres un genio jr, si no fuera por ti mi relación se iría a pique.
-
No
exageres.
-
¿Y
dónde aprendiste eso?
-
En
la mili.
-
¿En
la mili?
-
Sí,
un compañero de campamento nos lo enseñó a todo el batallón, él se ponía a cuatro
patas y soltaba una ventosidad, acercaba un mechero y el resultado era una gran
lengua de fuego saliéndole por el culo.
-
¿Y
no se quemaba?
-
Para
nada.
-
Pero
sería dantesco.
-
Era
una escena como salida de El infierno de Bruegel.
-
Desde
luego.
-
Imagínate
el estallido de risas en el batallón.
-
¿No
era un poco guarro?
-
Para
nada, era un chico educadísimo, con aspecto de ángel, pero le gustaba hacer esa
broma.
-
Pues
vaya broma…
-
Por
si no lo sabes te diré que el gas metano es combustible y además contamina la
atmósfera, hace disminuir la capa de ozono.
-
¿Como
las ventosidades de las vacas?
-
Igual.
-
Resulta
algo curioso y práctico a la vez jr.
-
¿Y
dime Woody, dónde vais de viaje?
-
A
Barcelona.
-
¡Qué
romántico!
-
¿Lo
conoces?
-
Sí,
claro, Barcelona me trae recuerdos, me trae muchos recuerdos…
(continuará)
El paseante
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