Diario de un paseante 23-12-2012 10:05. ¿Seguís ahí?
¿Seguís ahí? ¿Aún no os habéis aburrido de mí? ¿Queréis que
os cuente algo? ¿Qué os gustaría que os contara? A veces no sé bien qué
contaros, me parece que os aburro, que me vais a dejar, que no vais a querer
saber nada más de mí y que me voy a quedar solo, ¿vais a hacer eso? Eso no
depende sólo de mí, también vosotros tenéis que poner interés, no pude recaer
toda la responsabilidad de nuestra relación en mí, es decir, por ejemplo,
deberíais hacer los deberes que os pongo, ver las películas que os recomiendo,
leer los libros que os recomiendo, leer todas las entradas, pensar el blog,
contemplar su imágenes, deleitaros con las pinturas, con los pensamientos, los
poemas, las ensoñaciones, las crónicas, deleitaros conmigo, prestarme atención,
desearme.
A veces noto como que no me deseáis, o como que no me
deseáis lo suficiente por mejor decir, os enseño mi torso y os quedáis como si
nada, publico mis retratos y ni palabra, os quedáis mudos, no sé bien si de la
impresión, y qué decir de mis chistes, noto que en ocasiones no os hacen gracia,
o no tanta gracia como yo esperaba, que os reís por cumplir, como diciendo,
pobre paseante, voy hacer que me hace gracia por no quedar mal con él con lo
que se esfuerza…
Sois duros, crueles conmigo, hay que decirlo todo, yo me
entrego a vosotros y vosotros me recibís tibiamente y en ocasiones hasta me
rechazáis, pero el caso es que con frecuencia al cabo de un breve periodo de
tiempo, muy breve con frecuencia, volvéis a abrir el blog como diciendo, a ver
qué ha puesto este loco, porque yo creo que en ocasiones pensáis que estoy algo
loco, muy loco también pensáis otras veces, pero esa locura en el fondo sois
conscientes de que es también vuestra, porque la locura que veis en mí no es
sino reflejo de vuestra locura, de la locura de todos, de la locura del mundo
que está loco, ¿o no?
Pero siempre cuando os pregunto algo calláis, es curioso,
resulta curioso vuestro pertinaz silencio, es como si fuera yo vuestro bufón y
vosotros el rey, soy una especie de Rigoleto, digo verdades que os hacen gracia
pero nunca me vais a considerar lo bastante, un bufón al fin y al cabo no es
alguien de quién uno se pueda fiar demasiado, sabe cosas, algunas incómodas,
mejor no darle pie a que pueda decir nada que incomode demasiado, mejor
mantenerle en la distancia.
No sé, me tenéis últimamente algo desconcertado, os he
perdido el punto, os siento lejos de mí, ya no sois tan sinceros, tan
entregados como al principio, noto que vuestra entrega ha cambiado y se ha
convertido en adicción, sois adictos al blog, o por mejor decir adictos a mí, y
ya os da igual todo el daño que os hago si de vez en cuando en algún instante
perdido os doy algo de placer, como la peor droga voy aniquilándoos a cambio de
alguna gota de placer, de algún orgasmo de la imaginación.
Os pregunto, ¿vais a seguir ahí por mucho tiempo?, siempre
ahí, esperándome cada día por si digo algo nuevo, interesante, motivador, gracioso,
decidme, ¿vais a abrir el blog cada mañana?, ¿cuánto tiempo más?, es para
organizarme un poco, quiero contaros tantas cosas antes de que me digáis adiós,
tantas cosas importantes para mí que pienso os pueden gustar, quiero enseñaros
cómo es mi mundo, quiero entregaros mi vida por si os aprovecha en algo, aprendéis
algo nuevo, os sirve de algo, que estoy convencido os servirá y de mucho,
perdonarme la inmodestia pero es que lo que habéis descubierto en mí, lo que yo
os doy, nadie lo tiene, sólo yo, de eso estoy seguro, porque habéis descubierto
un filón que ni yo sabía que existía, no tan rico al menos, no tan completo, no
tan deslumbrante, único y cautivador.
Voy día a día cautivándoos y cautivándome, descubriéndome a
vosotros y descubriéndome a mí mismo, fascinándoos y fascinándome.
Mirad, os voy a confesar algo, haría el blog aunque no me
leyera nadie, haría el blog tan solo para leerlo yo, es más, y no os lo toméis
a mal por favor, creo que hago el blog sólo para mí y luego lo leen en todo el
mundo, porque eso es así, puede sonar inmodesto pero es la realidad, en todo el
mundo…
Pese a todo, aunque no os conozco os quiero, es más creo que
precisamente por no conoceros es por lo que os quiero, y vosotros si me queréis
no podéis decir lo mismo, porque conocerme me conocéis bien, os lo aseguro…
El paseante
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