El arte de lo posible.
Primero me ilusionó y luego me defraudó, debe ser cosa de Presidentes, me ha pasado con todos, con Suárez, con González, con Aznar, con Zapatero, seguramente es difícil no defraudar a los electores una vez que se gobierna, la politica es el arte de lo posible, y allá arriba debe haber tan pocas cosas posibles, sobre todo cuando las circunstancias son tan difíciles como ahora.
He votado a todos los expresidentes, mi voto es ese voto flotante que hace ganar las elecciones, al que yo voto siempre gana, voto en función de lo que considero lo mejor en una situación dada de mi país en un momento determinado, lo que me parece más conveniente dentro de las posibilidades siempre limitadas que hay, la perfección no es de este mundo, eso es algo que siempre me decía mi madre de pequeño cuando me emperraba en que todo saliera perfecto.
La perfección no es de este mundo, pienso, y así me consuelo y sigo adelante, creo que todos los expresidentes han dejado en balance una huella positiva y han supuesto un avance en diferentes aspectos, tengo que pensar así, es lógico, yo ayudé a que ganaran, me responsabilizo de mi voto y lo veo en positivo.
Suárez nos dejó la democracia, un bien enorme a pesar de sus deficiencias, como dijo Churchill, no es perfecta pero es el mejor sistema político que conozco, Felipe González nos dejó la madurez democrática de que gobernara, después de 40 años de dictadura, la izquierda, un paso de gigante para España, Aznar nos dejó el ejemplo de lo que es una buena gestión, y Zapatero nos deja un avance tremendo en derechos civiles, algo que la sociedad estaba pidiendo a gritos.
Todos estos avances, estos grandes pasos, van quedando y se consolidan, no ha habido involuciones respecto a ellos, así el país va ganado en madurez y en sentido crítico, lo mejor llama a lo mejor, el que venga tiene que superar al anterior en algo.
Luego está todo el tema de las broncas políticas, de los escándalos, de las filias y las fobias, pero es natural, ya se sabe, la perfección no es de este mundo.
No tengo ideas políticas, no tengo ideología, creo sólo en una sociedad más igualitaria y en un sistema político que fomente una distribución equitativa de la riqueza y una igualdad de oportunidades para que el talento aflore, pienso que esto a la larga nos beneficia a todos.
No creo que sea fácil ser político en estos momentos, creo que es un mundo donde la ingratitud es la norma, no sólo de los ciudadanos respecto de los políticos sino de estos entre ellos, ser político es como no tener profesión, hoy eres alguien y mañana no existes, pensando en positivo tenemos que agradecer que haya valientes que se dediquen a ello y agradecérselo, ser político es como comerse un caramelo envenenado.
Y que nadie se moleste conmigo, yo pienso así.
Os quiere,
El paseante.
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