domingo, 16 de febrero de 2014

Decíamos ayer. Julio 2012 (6). La noche reflejada y otras historias.

lunes, 30 de julio de 2012

La soledad según la sombra.


Qué pasa Jota, ¿quieres que hable de la soledad porque me has echado de menos esta semanita? ¡pero si yo siempre estoy contigo aunque no me veas, hombre!. En fin, hablemos de soledad si es tu deseo.
No creo que estar solo o sentirse solo tenga que ver con la ausencia de compañía, porque, si lo piensas bien, siempre estamos acompañados de algo o de alguien, aunque sea de una nube. Me parece, más bien, que la soledad está relacionada con la incomprensión. Nos sentimos solos tanto cuando no nos comprenden como cuando no comprendemos, entonces nos desconectamos del mundo. Reflexiones del tipo “¿qué hago yo aquí?” ponen de manifiesto nuestra unicidad, nuestra exclusividad, y, como consecuencia inevitable, revelan nuestra soledad. Pero esto es, de nuevo, producto de nuestro ego. Cuando conseguimos traspasar nuestros propios límites, mirar más allá de nuestro ombligo, nos damos cuenta de que somos piezas de un puzzle universal cuyo dibujo da sentido a nuestra existencia y la hace imprescindible para completarlo. Lo que pasa es que hasta que no descubrimos nuestro lugar en dicho puzzle –que vislumbramos fugazmente en ocasiones-, hasta que no comprendemos que estamos realmente conectados con todo y con todos, no dejamos de estar y de sentirnos solos…
La sombra del paseante

Los girasoles de mi pueblo. Reportaje fotográfico+Reflexión.







Como si de un cuadro de Van Gogh se tratara cada verano vuelven a poblar los campos de mi pueblo, hermosos girasoles del verano, cabezas coronadas de fuego, centelleantes redondeles de luz que me veis pasar y parecéis saludarme con vuestra mano extendida llena de dedos amarillos.
Mimosos girasoles, tiernos, cariñosos, verano tras verano volvéis a vuestra cita con la vida, con la plenitud del verano, con la calma de los solitarios campos.
Mis amigos los girasoles, un regalo de Dios.

el paseante 

Mi amiga Nerea. Semblanza.


De mi amiga Nerea ya os he hablado antes en el blog, además he publicado dos relatos escritos por ella, Historia de una camiseta y La muerte del Interventor Adjunto, y un poema titulado Sentir.
Es mi más reciente amiga, la conocí el pasado mes de enero apenas me cambié de trabajo, recién llegado, en los primeros días, un buen día entró en el despacho se sentó enfrente, me sonrió y hasta hoy, amigos desde el primer momento, como si nos conociéramos toda la vida, existe una conexión y una confianza muy grandes entre los dos.
Ella es periodista, escribe como los ángeles, bueno, ella es un ángel, no hay más que verla, es muy sensible, tiene también dos gatos como yo, cultiva su propia huerta, y ha escrito una novela que he tenido el placer de leer y que es muy buena, excepcionalmente buena, se la van a publicar muy pronto.
Es además una persona muy responsable y trabajadora.
La vida a veces nos trae estos grandes regalos inesperados.
Compartimos conversaciones que nunca terminan, jamás nos falta tema, hay una comunicación fluida, fácil, interesante, divertida, cordial, cariñosa, chispeante, apasionada y, sobre todo, llena de sentido del humor.
De signo del zodíaco es Escorpio, cuando me lo dijo me asusté, es el tercer amigo de este signo que tengo, pero me asusté aún más cuando me dijo que nació un 9 de noviembre, igual que mis otros dos amigos, increíble..., cada día creo más en el destino.
Comparte con mis otros dos amigos todas sus características, son iguales los tres, incluyendo la brillante escritura.
Nerea tiene una mirada que es un abismo, la intensidad de sus ojos son una especie de laberinto, de sima que te atrae y de la que es difícil salir, a veces hablamos sin hablar, no es necesario, con sólo mirarnos la información va de uno a otro, más rica, completa y fiable que con palabras.
Y poco más, bueno, poco más que contar, mucho más hay, por supuesto, porque Nerea es infinita, eterna, inmortal, cósmica, grandiosa, bellísima y tierna.

Una joya.

el paseante

viernes, 27 de julio de 2012

Constrúyeme una entrada (12). ¿Cómo va lo de tu boda paseante?


Perdona paseante, antes de irte, dime, ¿cómo va lo de tu boda?
Pues estoy esperando respuesta, en cuanto sepa algo os lo digo.
¿Y no te parece que es mucho tiempo?
Pues la verdad es que estoy algo extrañado, hice la petición el lunes de esta semana mediante sms a las 23:43 hs, y quedó en pensárselo y contestarme.
Es mucho tiempo paseante, ¿tú cómo interpretas la tardanza?
No lo sé bien, tal vez haya que interpretarlo como miedo a herir con la respuesta.
Entonces piensas que te va a rechazar.
No lo sé, la verdad es que creo que le gustaría aceptar.
Entonces aceptará...
Ojalá, me haría la persona más feliz del mundo.
El que calla otorga...
O tal vez quiera poner condiciones
Paseante, ¿estás muy enamorado?
Perdidamente enamorado...

Feliz finde chavales!!!!!!!!!!!!!!!!!!

Bueno, pues nada, pues eso, que tengáis un buen fin de semana, que lo paséis muy bien, ¿cómo vais?, ¿bien?, procurad descansar, distraeros, soñar, ser libres.
Y nada, que ya sabéis dónde estoy, que a vuestra disposición, que es un placer, faltaba más, no me cuesta nada, a vuestro servicio siempre, y para siempre.
Yo aprovecharé para estar con la familia, ir al pueblo, darme algún bañito y lucir mi nueva camiseta.
Qué cuál es mi nueva camiseta, pues ésta:

Con cariño,

Audrey

La tendreusse.

Fragmento de un cuadro de José Ramón Carballo.
 
La tendreusse
La ternura es el DNI del amor, en ella llevamos impreso el código genético del amor, sólo a través de la ternura amamos de verdad, es la prueba de fuego del verdadero amor, saber si la otra persona nos infunde ternura, la ternura es la que nos hace amar, amamos a través de la ternura, y sólo a través de ella.
Yo sé si me he enamorado por la ternura que me infunde la persona.
Cuando todo desaparece queda siempre la ternura y es sólo entonces cuando el amor queda reducido a su esencia última, a su ADN final e indestructible.
el paseante

Love.

Love
En el amor se ponen en juego aspectos de la persona que en un primer golpe de vista pasan desapercibidos, el amor es algo más complejo que la simple atracción física si bien ésta es fundamental para poder abrir las puertas al amor.
Igual que nos atrae un rostro, un cuerpo, una manera de moverse, una voz, una mirada, una sonrisa, de entrada, luego hay que llegar a un segundo plano más profundo para que surja el amor.
Y este plano es el de la afinidad, la intimidad, el cariño, la comprensión, el entendimiento, del otro, y, lo que es más importante, el enriquecimiento espiritual que el trato con la otra persona nos aporta, porque las almas se fascinan como se fascinan los cuerpos, y hay una armonía total entre cuerpo y alma que hace en general que caigamos atrapados del atractivo de la otra persona tanto desde un punto de vista físico como espiritual.
Y lo más duradero en el amor es ese alimento del espíritu que perdura más allá de la presencia de la persona amada y que infunde su calor a través del tiempo y el espacio.
el paseante

Face.

Face
Los rasgos faciales constituyen una especie de mapa lleno de caminos, rincones pintorescos, plácidos paisajes que conducen al deseo.
Cada cual tiene sus claves inscritas en algún lugar de su percepción que le hacen fijarse en determinados aspectos de la fisonomía frente a otros que pasan desapercibidos, y es en ese particular cocktail o mix en el que se queda enganchado el deseo.
Parece casual que nos atraiga otra persona pero no lo es en absoluto, ya está inscrito previamente en nuestra mente qué aspectos de su fisonomía son los que nos van a hacer fijar en ella, llamándonos poderosamente la atención y excitando nuestro afán de estar junto a ella, desearla, amarla.
Os habrá pasado alguna vez, seguro, si lo analizáis veréis como tenéis un “tipo” de fisonomía que os resulta atractivo.
Seguro.
el paseante

Lips.


Lips
Los labios son sin lugar a dudas la parte más sensual del cuerpo, su contemplación antecede al beso, al deseo de besar, que es, en mi opinión, el acto en el cual se funden en el deseo el cuerpo y el espíritu.
Podríamos decir que el beso es la frontera entre cuerpo y espíritu en el acto sexual de entrega amorosa entre dos personas.
En ocasiones con el beso bastaría para sublimar el amor, sería suficiente un beso apasionado y dejaría colmadas todas nuestras expectativas de fusión con la persona amada.
Besar si no hay amor no es más que un tosco prolegómeno del sexo, y si ni siquiera hay beso está bien claro el asunto, no se da la magia de la unión entre las almas en el acto sexual.
No son incompatibles el deseo sexual y el amor, son complementarios, no hay que pensar que el amor, el amor verdadero, se mancha con el deseo sexual y su satisfacción, siendo más bien la parte carnal del amor algo así como la rúbrica de algo que se ha producido previamente a nivel espiritual.
Y los labios son ese punto fronterizo que nos abren las puertas de la otra persona, nos funden a ella en alma y en espíritu.
el paseante

La lectura del fin de semana. Juan Salvador Gaviota. Richard Bach. 1970.


La mayoría de las gaviotas no se molestaban en aprender sino las normas de vuelo más elementales: cómo ir y volver entre playa y comida. Para la mayoría de las gaviotas, no es volar lo que importa, sino comer. Para esta gaviota, sin embargo, no era comer lo que le importaba, sino volar. Más que nada en el mundo. Juan Salvador Gaviota amaba volar. 

Este modo de pensar, descubrió, no es la manera con que uno se hace popular entre los demás pájaros.

Durante los días sucesivos, intentó comportarse como las demás gaviotas; lo intentó de verdad, trinando, y batiéndose con la Bandada, cerca del muelle y los pesqueros, lanzándose sobre un pedazo de pan o algún pez. Pero no le dio resultado.

Es todo tan inútil, pensó y deliberadamente dejó caer una anchoa duramente disputada a una vieja y hambrienta gaviota que le perseguía. Podría estar empleando todo este tiempo en aprender a volar. ¡Hay tanto que aprender!

A

medida que se hundía, una voz hueca y extraña resonó en su interior. No hay forma de evitarlo. Soy gaviota. Soy limitada por naturaleza. Si estuviese destinado a aprender tanto sobre volar tendría por cerebro cartas de navegación. Si estuviese destinado a volar a alta velocidad, tendría las alas cortas de un halcón.

Cuando Juan Gaviota volvió a la bandada ya en la playa, era totalmente de noche. Estaba mareado y rendido. No obstante y no sin satisfacción, hizo un rizo para aterrizar rápido justo antes de tocar tierra. Cuando sepan, pensó lo del Descubrimiento, se pondrán locos de alegría ¡ Cuánto mayor sentido tiene ahora la vida¡ En lugar de nuestro lento y pesado ir y venir a los pesqueros, hay una razón para vivir. Podremos alzarnos sobre nuestra ignorancia, podremos descubrirnos como criaturas de perfección, inteligencia y habilidad. ¡ Podremos ser libres!
Juan Salvador Gaviota (fragmentos)
Richard Bach

jueves, 26 de julio de 2012

Tal vez lo celebre en la intimidad...

 He cambiado de opinión.
No quiero hacer un circo de mi boda francamente, seguramente lo celebraré en la intimidad.

el paseante

Los calzoncillos de la noche de bodas.

Blancos, tenían que ser blancos, como corresponde a la ocasión, ya estoy haciendo el ajuar y no he podido evitar probarme los calzoncillos, me sientan bastante bien, ¿verdad?, ¿os gustan?
Bueno me los voy a quitar, tengo que reservarlos para ese día, no se vayan a manchar...
Nada más.
Yo no sé si me los he comprado un poco grandes o es que con esto de la boda estoy perdiendo peso, noto que me bailan un poco.

Un beso,

el paseante

p.d.- en cuanto se confirme la boda abriré el plazo de petición de invitaciones, pero primero habrá que fijar la fecha y el lugar, he pensado celebrarlo en la casa rural el paseante, al menos la noche de bodas sí será allí, paro para el banquete habrá que buscar un lugar más grande. 

Hoy me he afeitado.

Pues va a tener razón mi madre, estoy más guapo afeitado, desde luego que el día de mi boda iré afeitado, es un suponer lo de mi boda, está por ver, aún no he recibido respuesta, ¿os imagináis que me rechazan?, ¿rechazar a el paseante?, ¿sería eso posible?, todo es posible, y es que no se puede obligar a nadie a casarse con uno, casarse es un acto voluntario, y, sobre todo, debe ser deseado, muy deseado por ambas partes.
El paseante es una persona deseada, ¿pero es deseado para casarse con él?, y sobre todo, ¿es deseado para casarse con él por quién él quiere?
Casarse con el paseante, un sueño imposible, pero hecho realidad para alguien en concreto.
Es como una lotería, imagina que te toca y rechazas el premio, puedes arrepentrite toda la vida.
¿Por qué se estará demorando tanto la respuesta...?
Me pregunto...
Bueno, pues a mi boga iré afeitado, y de chaqué, voy a estar guapísimo y elegantísimo.
¿Me dirá que sí, o me rechazará?
Vivo sin vivir en mí
Y tan alta dicha espero
Que muero porque no muero...
¿Os haría ilusión que me casara?
La exclusiva de la boda en el blog, en el blog de el paseante, por supuesto.

el paseante

Todos somos espejo, por Deepak Chopra.

Todos somos extensiones del campo universal de energía, distintos puntos de vista de una única entidad. Esto implica ver todas las cosas del mundo, a todas las personas del mundo, y darnos cuenta de que estamos mirando otra versión de nosotros mismos. Tú y yo somos lo mismo. Todo es lo mismo. Todos somos espejos de los demás y debemos aprender a vernos en el reflejo de las demás personas. A esto se llama espejo de las relaciones. A través del espejo de una relación, descubro mi yo no circunscrito. Por esta razón, el desarrollo de las relaciones es la actividad más importante de mi vida. Todo lo que veo a mi alrededor es una expresión de mí mismo.
Las relaciones son una herramienta para la evolución espiritual cuya meta última es la unidad en la conciencia. Todos somos inevitablemente parte de la misma conciencia universal, pero los verdaderos avances tienen lugar cuando empezamos a reconocer esa conexión en nuestra vida cotidiana.
Las relaciones son una de las maneras más efectivas para alcanzar la unidad en la conciencia, porque siempre estamos envueltos en relaciones. Piensa en la red de relaciones que mantienes: padres, hijos, amigos, compañeros de trabajo, relaciones amorosas. Todas son, en esencia, experiencias espirituales. Cuando estás enamorado, romántica y profundamente enamorado, tienes una sensación de intemporalidad. En ese momento, estás en paz con la incertidumbre. Te sientes de maravilla, pero vulnerable; sientes cercanía pero también desprotección. Estás transformándote, cambiando, pero sin miedo. Te sientes maravillado. Ésa es una experiencia espiritual.
A través del espejo de las relaciones, de cada una de ellas, descubrimos estados prolongados de conciencia. Tanto aquellos a quienes amamos como aquellos por quienes sentimos rechazo, son espejos de nosotros. ¿Hacia quiénes nos sentimos atraídos? Hacia las personas que tienen características similares a las nuestras, pero eso no es todo. Queremos estar en su compañía porque subconscientemente sentimos que al hacerlo, nosotros podemos manifestar más de esas características. Del mismo modo, sentimos rechazo hacia las personas que nos reflejan las características que negamos en nosotros. Si sientes una fuerte reacción negativa hacia alguien, puedes estar seguro de que tú y esa persona tienen características en común, características que no estás dispuesto a aceptar. Si las aceptaras, no te molestarían.
Cuando reconocemos que podemos vernos en los demás, cada relación se convierte en una herramienta para evolución de nuestra conciencia. Gracias a esta evolución experimentamos estados extendidos de conciencia.
La próxima vez que te sientas atraído por alguien, pregúntate qué te atrajo. ¿Su belleza, gracia, elegancia, autoridad, poder o inteligencia? Cualquier cosa que haya sido, sé consciente de que esa característica también florece en ti. Si prestas atención a esos sentimientos podrás iniciar el proceso de convertirte en ti más plenamente.
Lo mismo se aplica a las personas hacia las que sientes rechazo. Al adoptar más plenamente tu verdadero yo, debes comprender y aceptar tus características menos atractivas. La naturaleza esencial del Universo es la coexistencia de valores opuestos. No puedes ser valeroso si no tienes a un cobarde en tu interior; no puedes ser generoso si no tienes a un tacaño; no puedes ser virtuoso si no tienes la capacidad para actuar con maldad.
Gastamos gran parte de nuestras vidas negando este lado oscuro y terminamos proyectando esas características oscuras en quienes nos rodean. ¿Has conocido personas que atraigan sistemáticamente a su vida a los sujetos equivocados? Normalmente, aquéllas no comprenden por qué les sucede esto una y otra vez, año tras año. No es que atraigan esa oscuridad; es que no están dispuestas a aprobarlas en sus propias vidas. Un encuentro con una persona que no te agrada es una oportunidad para aceptar la paradoja de la coexistencia de los opuestos; de descubrir una nueva faceta de ti. Es otro paso a favor del desarrollo de tu ser espiritual. Las personas más esclarecidas del mundo aceptan todo su potencial de luz y oscuridad. Cuando estás con alguien que reconoce y aprueba sus rasgos negativos, nunca te sientes juzgado. Esto sólo ocurre cuando las personas ven el bien y el mal, lo correcto y lo incorrecto, como características externas.
Cuando estamos dispuestos a aceptar los lados luminoso y oscuro de nuestro ser, podemos empezar a curarnos y a curar nuestras relaciones. Todos somos multidimensionales, omnidimensionales. Todo lo que existe en algún lugar del mundo también existe en nosotros. Cuando aceptamos esos distintos aspectos de nuestro ser, reconocemos nuestra conexión con la conciencia universal y expandimos nuestra conciencia personal.
Las características que distinguimos más claramente en los demás están presentes en nosotros. Cuando seamos capaces de ver en el espejo de las relaciones, podremos empezar a ver nuestro ser completo. Para esto es necesario estar en paz con nuestra ambigüedad, aceptar todos los aspectos de nosotros. Necesitamos reconocer, en un nivel profundo, que tener características negativas no significa que seamos imperfectos. Nadie tiene exclusivamente características positivas. La presencia de características negativas sólo significa que estamos completos; gracias a esa totalidad, podemos acceder más fácilmente a nuestro ser universal, no circunscrito.
Una vez que puedas verte en los demás, será mucho más fácil establecer contacto con ellos y, a través de esa conexión, descubrir la conciencia de la unidad. Éste es el poder del espejo de las relaciones.
Deepak Chopra

Testimonio estremecedor.

 
A Gloria Muñoz se le inundan los ojos en cuanto empieza a hablar de Alba. Junta las manos sobre el regazo y se las aprieta. “El dolor y el sufrimiento que hemos vivido no se lo deseo a nadie”, dice, secándose a pequeños toques los ojos, bordeados de azul. Alba es su hija. Falleció como consecuencia de la atrofia muscular espinal de grado 1 que padecía, una enfermedad muy grave que causa debilidad muscular extrema, dificultades para respirar y para alimentarse. No tiene tratamiento. Solo fisioterapia, para intentar formar algo de tono muscular, y paliativos, para aliviar el dolor. Eso durante un tiempo: la mayoría de los afectados por esta patología —unos cuatro de cada 100.000 habitantes— mueren antes de cumplir los tres años. Alba vivió siete meses. Los últimos, enchufada a una sonda.
Gloria lo recuerda y respira hondo. No soportaría volver a pasar por lo mismo. “Ver así a tu hijo es tremendo”, dice rotunda. Hace ya casi un año que la niña falleció y a ella y a su marido, Roberto, les gustaría tener otro hijo. También su pequeño David, de seis años, está encantado con la idea. “Somos muy niñeros los tres”, dice con una pequeña sonrisa. Pero desde hace unos días, el miedo puede más que la ilusión en esta pareja, ella funcionaria, él trabajador de la EMT. A raíz de la decisión del ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, de limitar el aborto por malformaciones fetales graves, temen no poder interrumpir el embarazo si se detecta alguna anomalía como la que sufrió Alba.
El pánico al diagnóstico no es infundado. Gloria y Roberto son portadores del gen de la atrofia muscular espinal, por lo que sus hijos tienen el 25% de posibilidades de padecerla. Antes de que naciera su pequeña no lo sabían. Es una patología rara y nunca, que les constara, había habido casos en sus familias. Por eso durante el embarazo no se hicieron las pruebas para detectarla. Ahora, con un estudio genético prenatal llamado biopsia de corion, que se hace en la semana 13 de gestación, lo conocerían. “Tengo clarísimo que si diera positivo no seguiría adelante. Me iría a abortar fuera, a Londres, si hace falta. Cueste lo que me cueste, pero no volvemos a pasar por lo mismo. Eso te lo aseguro”, anuncia Gloria.
Los hijos de Muñoz tienen el 25% de riesgo de heredar la patología
Es una mujer activa y llena de vida, pero le tiembla la voz. Esta vez no es de tristeza, sino de indignación. “Nadie, hasta que ha vivido esto, sabe lo que se sufre. Es inconcebible que Gallardón pretenda forzar a las personas a pasar por situaciones que causan este dolor”, remarca con los labios fruncidos. Cuenta que le ha enviado una carta al ministro para explicárselo todo. El dolor de ver a un hijo morir. El de no poder hacer prácticamente nada para evitar que sufra.
A la pequeña Alba le detectaron problemas musculares con dos meses. “Cuando nació no se veía. Era monísima, gordita... Te la comías a besos”, explica la madre. Saca el móvil y muestra una foto de un bebé mofletudo de pelo oscuro. Después, otra con la pequeña, mucho más delgada, sondada. Al principio, cuenta, no sabían qué le ocurría. Le hicieron decenas de pruebas. “Yo pensé que quizá se quedara sin andar. Tenía esperanzas, pero cuando ya nos dijeron lo que tenía y nos explicaron que se iba a morir, me hundí”, relata Gloria. Desde los problemas iniciales pasaron varios meses. Días y noches con olor aséptico. A hospital. De consultas médicas e incertidumbre. Y luego, cuando llegó el diagnóstico, días de dolor.
Alba necesitó cuidados paliativos, estuvo sondada y con oxígeno
Gloria y su marido decidieron que cuando la niña estuviera preparada se irían del hospital a casa, para pasar allí sus últimos momentos. Fue duro. La pareja, y la madre de Gloria, se turnaban para atender a la pequeña las 24 horas. Para suministrarle el oxígeno e inyectarle la morfina que necesitaba como tratamiento paliativo.
Roberto y Gloria, asesorados por los psicólogos de la unidad de cuidados paliativos, le explicaron a David que Alba iba a morir. “Se portó fenomenal. Lo entendió, se despidió de su hermana... Al principio preguntaba mucho por ella. Con el Mundial de fútbol quería saber con qué equipo iba Alba. Cuando quiso saber dónde está ahora, le dijimos que ha pasado a ser una estrella y que está en el cielo. Desde entonces su afán es volar de noche para verla”, cuenta la mujer con voz entrecortada. Vuelve a cerrar los puños y sigue: “Mucha gente me dice que al menos la he conocido, que he tenido unos meses a mi hija en los brazos. Pero si hubiera sabido esto antes, habría abortado. Lo que ella ha sufrido, lo que nosotros padecimos... Eso no es humano”.

El País - Sociedad - 26/07/2012

La noche reflejada. Poema.



La noche reflejada

Las estrellas caen sobre mí
Mientras contemplo el cielo
Parecen flores cayendo desde el jardín del universo
Espejean con pétalos de luz la noche
Incesantes florecen hermosas
En un más allá de galaxias y planetas
¿Habrá en el cielo alguna flor tan bella como tú?
¿Tan delicada?
¿Tan amorosa?
¿Alguna estrella, alguna flor, podrá ser tan bella como tú?
No lo creo
Sigue la noche rasgada de mil estrellas
Hablándome de ti al oído
Susurrándome como si no te hubieras ido
No sé bien qué me dice
Desde el jardín lleno de flores
Contemplo el jardín celeste
Lleno de estrellas
Y recuerdo el brillo de tu mirada
Y la flor de tu sonrisa
Mientras la noche
Sigue cantando
En la fuente del jardín
Su letanía de estrellas y flores
Que nunca duermen
Por ti
José Ramón Carballo
Del libro de poemas "Noviembre"

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