jueves, 27 de febrero de 2014

Amar es el sentimiento más sublime que existe.



La Madre Santa Teresa de Calcuta bien dijo que uno/a se va de esta vida con lo que deja y no con lo que tiene. Amar es el sentimiento más sublime que existe, porque amando lo haces todo por ese ser al que quieres. No por nada, el primer mandamiento incluye amar al prójimo como a uno mismo, y si ese prójimo es el amor de tu vida, además lo amarás sin esperar nada, por antonomasia. Se sufre mucho, es verdad. Uno/a quisiera la correspondencia, la consideración aunque sea, el reconocimiento de lo que está pasando para que el consuelo llegue de la mano del diálogo, de la buena relación. No importa si el ser que amas no te ama, aún cuando te lo diga, que incluso es mejor. Lo que sí importa es que quien no te ama, no te haga daño, sólo eso, porque de por sí ya se pasa fatal y con mucho sufrimiento y soledad. Lo peor, según mi experiencia, es que sabes que no volverás a amar nunca más de esa forma, lo que es injusto para muchos otros que desean tu cariño y amor. Pero es así. Aquí en Argentina la frase "es lo que hay", ha sido modificada por "es lo que quedó". Y cuando todo pasa, y por fin caes en cuenta de que no te aman, que alguien te arrojó de su vida lo más lejos posible, para acercarte solo para el maltrato y la desconsideración, sólo se llora el desconsuelo que quedó.
Bs. BC
 

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