jueves, 29 de marzo de 2012

Mi gato ha hecho la huelga.


Como puede verse mi gato ha ido a la huelga, ha desaparecido, me ha dejado libre el lavabo y he podido lavarme la cara tranquilamente, ¡menudo lujo!, gracias a la huelga he recuperado el lavabo, preciado bien que nos disputamos el gato y yo.
Lo peor es que no he podido encontrarle por toda la casa por más que he buscado, está missing.
Tal vez haya ido con algún piquete de huelga felina y esté entregando folletos informativos sobre la huelga a los esquiroles.
Bueno, en cualquier caso el tener un gato sindicalero me viene bien, primero por lo del lavabo, y segundo porque siempre etá bien tener en la familia a alguien que te pueda defender laboralmente hablando.
A zarpazos, supongo que me defendería mi gato...
Eso espero después de estarle aguantando todos los días que no me deje lavarme la cara en el lavabo.
Gato, aparece de una vez, que me tienes preocupado.
¿Dónde te has metido?
Ya está bien de jueguecitos, que te estás jugando el whiskas.
Tú verás...
Por cierto, que no se me olvide comprar jabón.

el paseante

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