viernes, 9 de marzo de 2012

La lectura del fin de semana. Una muerte muy dulce. Simone de Beauvoir.

Simone de Beauvoir.
"En Una muerte muy dulce (1964), se describen las seis semanas de enfermedad
y agonía previas a la muerte de la madre de Simone de Beauvoir".

Recomiendo la lectura de este libro que no he leído, suena contradictorio pero así es, la sinceridad ante todo, no he sido nunca capaz de leerlo.

Libro comprado en mi adolescencia, época en que estaba muy de moda leer a los existencialistas franceses, aún coleaba el mayo del 68 y tanto Jean Paul Sartre, como Simone de Beauvoir, que eran, por cierto, pareja sentimental, y Albert Camus, estaban muy de moda.

El libro lo compré en mi librería favorita de por aquel entonces, Espasa Calpe, es una edición de bolsillo de Edhasa, un libro no muy voluminoso, más bien pequeño, pero su lectura era para mí muy difícil, por el tema, tenía una resistencia intelectual al tema, tuve que desistir de seguir leyéndolo y lo coloqué en mi librería.

Al poco tiempo vi que mi madre había cambiado de lectura, estaba leyendo un libro nuevo, mi madre de siempre ha sido una lectora de gran sensibilidad, como gran conocedora que es de la vida y persona muy sensible, me dijo que estaba leyendo un libro mío que había encontrado en mi librería, Una muerte muy dulce de Simone de Beauvoir, ya lo estaba terminando.

Le comenté a mi madre que había sido incapaz de leerlo y ella me contestó: hijo, éste no es un libro para ti, no por el momento, tal vez más adelante, ahora no estás aún preparado para comprenderlo.

A ella le fascinó la lectura de este pequeño ensayo.

Mi madre había por aquel entonces perdido a su madre, mi abuela materna, y sentía un gran dolor, el libro de Simone de Beauvoir la reconfortó al comprobar cómo compartía sentimientos con la escritora y cómo las reflexiones que plasmó en el libro aliviaban ese gran dolor, el mayor dolor, el de perder a tu madre.

Como véis la recomendación de la lectura del fin de semana la hace en realidad mi madre, ya se lo comentaré, se va a sonreir con la anécdota, seguro que ella lo recuerda mejor que yo porque tiene una memoria prodigiosa, bueno, en mi madre todo es prodigioso, y no es pasión de hijo, os lo aseguro.

Feliz fin de semana,

vuestro paseante

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