miércoles, 28 de noviembre de 2012

Los besos de tornillo.



Mis favoritos..., sin dudarlo..., son los mejores...
¿Y por qué son los mejores?
Me pregunto.
Y me contesto que son los mejores porque... 
Bueno, porque son los famosos besos del cuplé: "y es que un beso de amor, no se lo doy a cualquiera".
Pues eso, son besos de pasión amorosa, de deseo no sólo sexual, sino amoroso.
¡Qué bonito!
Cuando no hay besos de tornillo es que no hay amor.
¿Y cómo se dan?
Pues con la lengua, la lengua hace de tornillo, es decir, se gira dentro de la boca del otro a la par que se mete.
Pero dicho así suena muy tosco, y es que hay cosas que no se pueden explicar, hay que sentirlas, vivirlas, experimentarlas porque surgen, no porque sean buscadas.
Los besos de tornillo, como el amor, no se pueden buscar, tú no puedes decir: me voy a buscar besos de tornillo, como si los vendieran en las ferreterías, déme 200 gramos de besos de tornillo, o ya puestos mejor dos kilos, ¿qué le debo?
Absurdo.
Los besos de tornillo son un colofón del amor, de la pasión, del deseo, y como todos ellos son imprevisibles, si surge, surgen, y si no surgen es inútil salir a buscarlos.
No puedes darte un beso de tornillo con cualquiera, sería espantoso, repugnante, si no hay amor no hay besos de tornillo.

Un beso de tornillo para todos

el paseante

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