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Bueno, te cuento, esta historia es solo para ti, nada de blog, te la dedico
enterita, para mi Bety, que si no se me pone celosa.
En ese viaje
recalé en Venecia después de un tour barato por centroeuropa, un horror el tour
no el viaje, claro, acabé de los compañeros de viaje hasta el moño, eran
supervulgares todos, como yo iba solo no tenía además a quién pegarme de lo
burdos/as que eran, realmente zafios, al llegar a Venecia me dije: se acabó, no
los aguanto más, y me independicé, como era la parada final ya sólo quedaba
volver en autocar a España, un rollo, y encima con esos petardos, así que fui a
un hotel en Venecia, justo detrás de San Marcos, que me había recomendado mi
amiga Gloria, un hotel en un antiguo Palazzo pero bastante económico, tenían habitación
sólo para tres días, una pequeña habitación mirando al canal del puente de los
suspiros, de morirse, por debajo pasaban las góndolas con los gondoleros
cantando sus canciones napolitanas, de morirse..., por las noches me asomaba a
la ventana y el silencio era absoluto, contemplaba la marea entrando a través
del pequeño canal en Venecia, unas olas tenues perfectamente alineadas que
avanzaban suavemente deslizándose hacia el interior a intervalos como frentes
de un sutil y delicado ejército de agua que se moviera a las órdenes de un
Neptuno invisible que habitara en el fondo de la laguna, de morirse.
Una delicia,
pero sólo tres noches..., había una reserva que no podían cambiar, así que me
dediqué a buscar hotel cercano, todos eran más caros pero daba igual, yo había
dado esquinazo a la vulgaridad y me disponía a darme un banquete de Venecia con
mis cinco sentidos, pero oh casualidad, un día paseando por la noche por San
Marcos, contemplando solitario toda esa deslumbrante belleza y sintiéndome
transportado en el tiempo, de repente en una estrecha callejuela detrás de
Palazzo Ducale sentí que alguien me seguía...
(continuará)
p.d.- Bety,
estoy pensando que esto no puede ser solo para ti, tienes que ser generosa y
compartirlo con los lectores del blog, ¿verdad Bety?, dime que sí Bety.
el paseante
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