lunes, 17 de marzo de 2014

Aquí en México el clima está hermoso.




Hola mi cielo, mi amigo: ¡buenos días! Cómo me pones "continuará ..."Tomaba mi café, dejé la taza en la mesa para no tirármelo encima, crucé las piernas, puse cara de intelectual, empecé a devorarme las letras, el estómago se me comprimía, no me entraban las galletas, y tú CORTAS EL RELATO!!!! Cruel, muy cruel, rozando la desconsideración de tus amigas curiosas y libidinosas, jajajaja.

Por supuesto que puedes compartir la historia con tus visitantes. A mí me basta con que me escribas todos los días por aquí. Siempre me haces sentir especial y te lo agradezco con el alma.

Aquí en México el clima está hermoso, camino mucho y en cada cuadra me encuentro con las tres culturas, y eso que tienen su propia Plaza de las Tres Culturas. Lo moderno, lo colonial y lo azteca están en todos lados. Devoro, cada noche unas páginas de "El laberinto de la soledad", de Octavio Paz, que describe claramente el "ser mexicano". Amo la parte en la que intenta dar una respuesta a la pregunta acerca de la diferencia entre mexicanos y norteamericanos. Con esta lectura diaria, logro entender mucho más mis paseos.

Te quisiera aquí. Cómo disfrutaríamos caminando por el DF. Casi ni hablaríamos, nos entenderíamos perfecto. Tú como español, sabrías lo que hicieron los españoles; yo como americana, sabría que había antes que ustedes llegaran; y hablaríamos con cualquier azteca en un bar o en Café Tacuba, tan tradicional. El nos diría qué pedazo de la pared es azteca, qué pedazo es colonial y cuál ha sido puesto recientemente.

La asistente de Claudio me ofreció un ritual de purificación. Este sábado me buscará y me llevará a lo de un primo que vive en una zona de volcanes, donde me untarán el cuerpo con cenizas de árboles quemados por la industria. Luego me introducen a un horno calentado con piedras de petróleo, donde el calor provocará que sude y me resbale el barro junto con todas las toxinas. Cuando ya se ve el cuerpo, vas a unas duchas de aguas termales que salen de unos volcanes. Y luego tendré masajes con cremas de nopales (unas hojas como de unos cactus, que aquí se comen y que son muy ricas en minerales y vitaminas). Durante el ritual, los aztecas rezan y bailan, y tocan sus músicas características.

Bs. Bety

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