Me recuerda esta imagen a La ley del deseo de Almodóvar, hay una igual en la que Antonio Banderas abraza a Eusebio Poncela, dos hombres en ese caso, dos mujeres en éste, dos mujeres en una habitación de un hotel de Roma, una noche completa juntas y surge, no sin recelos por parte de una, el amor, al final no se sabe bien si seguirán juntas o se separarán para siempre, queda abierto a la imaginación el final, resulta curioso que la que más reticencia tiene a enamorarse es la que más necesita ese amor, la más vulnerable, se resiste a reconocer que se siente atraída por otra mujer, a veces los clichés hace que no entendamos bien lo que nos sucede, no quiere ser lesbiana, sentirse lesbiana, pero sin embargo se enamora de otra mujer.
La película tiene algo de Las mil y una noches, entre ellas se cuentan historias que van desde la invención hasta la realidad, el dolor, las lágrimas, en una especie de redención a través del amor y la pasión. Destaca la banda sonora, la ambientación tan sugerente de los cuadros y frescos de la habitación del hotel, las vistas de Roma, las dos actrices, sus hermosos cuerpos, su interpretación, la dirección que tiene algo de onírica, es como si soñaran que todo eso sucede, creando una cápsula en la que sólo habitan ellas dos, llena de deseo, ternura, amor.
La película viene a ser una reflexión sobre el amor y sobre el miedo a enamorarse, algo muy frecuente, y sobre la belleza, del cuerpo y del alma, sobre la vida en definitiva.
Me pasé toda la película pensando en Ibiza, no sé bien por qué.
el paseante
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