Bueno, Bety, no es oro todo lo que reluce, que dice el refrán, y no es por
consolarte, estoy parecido a ti, simplemente son cosas de la fase de la vida
que iniciamos, sean las circunstancias que fueran pienso que estaríamos igual,
depresivos.
Me falta como a ti el amor, claudiqué pero me falta, es una gran carencia
que tengo, me falta tener un trabajo en el que realizarme, un proyecto por el
que esforzarme, por contra tengo a mis mascotas, mis aficiones, la lectura, el
teatro, escritura, arte, naturaleza, pensar..., tengo a mis padres, mi familia,
algún amigo, cada vez menos, entre los que te encuentras en lugar
destacadísimo, algún patrimonio del que disfrutar, una idea del mundo y de la
vida agridulce, miedo al futuro, a la soledad, la enfermedad, la muerte.
Ése soy yo ahora, nada que ver con el que era hace pocos años, repito lo de
Yourcenar: llega un momento para todo hombre en el que la vida es una derrota
aceptada.
Literal, dio en el clavo, verdad?
Ya me dices,
jr
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