58 - Qué le ha parecido
la música Comisario Carballo?
-
Qué le ha parecido la música Comisario Carballo?
A lo cual Carballo siempre contestaba:
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Excelente Bruttini, me ha parecido excelente,
toca usted de maravilla.
Siempre la misma pregunta, siempre la misma respuesta, en esta
ocasión a continuación se enzarzaron los dos en una discusión sobre si Carballo
estaba volviendo una vez más a beber demasiado o no era así en realidad tal y
como defendía Carballo, discusión inútil de la cual ambos salieron aún más
confusos que al comienzo y un tanto cabreados el uno con el otro, al cabo de un
rato Bruttini se marchó con la disculpa de dar de comer a su gatito, a
Cachemir, y Carballo se quedó solo, según salió Bruttini por la puerta del
apartamento Carballo se fue directo hacia el dormitorio y miró fijamente la
botella de whisky que había dejado la noche anterior sobre la mesilla.
Le resultaba gracioso que Bruttini pensara de él que era un
borracho, en realidad el whisky le sentaba fatal, le sabía a matarratas, eso
pensaba aunque nunca había probado el matarratas, en realidad Carballo
intentaba que le gustara el whisky a la fuerza igual que en tiempos intentó que
le gustara fumar, cosa que aborrecía igualmente y de la que ya había desistido
definitivamente, estas cosas las hacía simplemente porque le parecían propias
de un Comisario, de un hombre duro, de un halcón de la policía como él siempre
había sido, y es que a Carballo le parecía que resultaba un tanto blando para
ser Comisario y que bebiendo whisky y fumando cigarrillos iba a parecer más
duro, una especie de sabueso a lo Humphrey Bogart, o algo parecido, eso tenía
él metido en la cabeza, sin darse cuenta que seguramente esa pretensión era
algo anticuada, es decir, si ahora se hicieran películas de serie negra americana, Bogart sería como era Bogart en el
Halcón Maltés por ejemplo?, lo más seguro es que no, y esa sutileza en el
análisis le fallaba a Carballo que prefería renegar de su propia imagen y
querer asumir como propia una imagen de sabueso de la policía que nada tenía
que ver con él, pero si algo tenía Carballo era el ser extremadamente cabezota
y por ello seguía con lo del whisky sin resultados, es decir, lo aborrecía, de
hecho la noche anterior se sirvió un poco en un vaso y no pudo probarlo apenas
y allí quedó en la mesilla lo cual había hecho pensar a Bruttini que se había
emborrachado, tremendo infundio y un error del que era inútil intentar sacar a
Bruttini que era igualmente muy tenaz en sus convicciones.
Sea como fuere era sábado y ya lo dice el refrán, sábado
sabadete, camisa limpia y polvete, Carballo se dispuso a hacer de las suyas, de
las suyas?, os preguntaréis, y eso en qué consistirá exactamente?
(continuará)
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