miércoles, 16 de mayo de 2012

El blog y el psicoanálisis (3). Actualizado.


Mr. Allen: ¿Y ahora qué pasa Joseeeeeeeeeé Ramón?
Mr. Paseante: No te enfades conmigo Woody, creí que podíamos hablar, creí que éramos amigos, dime si me equivoco.
Mr. Allen: No, no, no te equivocas, pero dime qué quieres.
Mr. Paseante: Hablar, Woody, sólo quiero hablar.
Mr. Allen: Adelante JR, soy todo oídos.
Mr. Paseante: Verás Woody es que la situación está muy mal y estoy muy preocupado, parece como si todo se estuviera viniendo abajo, como si nada tuviera ya sentido, como si todo se fuera a acabar de un día para otro.
Mr. Allen: No seas tan catastrofista por favor, nada se va a acabar y todo va a seguir igual que siempre, estate tranquilo si es sólo eso lo que te preocupa.
Mr. Paseante: Bueno Woody, verás, es que hay más, mucho más...
Mr. Allen: De qué se trata? No me dejes así, dímelo por favor, el que se pone nervioso ahora soy yo, no puedo evitarlo, no me dejes a medias. Qué pasa? Hay algo que debiera saber y no sé?
Mr. Paseante: No creo que deba decírtelo, tal vez sean locuras mías, pero no puedo dejar de preocuparme por algo que veo de difícil solución, o mejor dicho de solución imposible.
Mr. Allen: Quieres decírmelo ya, por favor, no me tengas así, estoy en ascuas.
Mr. Paseante: No puedo Woody, te juro que no puedo, y si pudiera te lo diría, pero no debo decírselo a nadie, es muy complicado de explicar y además podría tener consecuencias nefastas.
Mr. Allen: Ah, ya comprendo, lo único que estás tratando es de excitar mi curiosidad y nada más, en realidad no hay nada detrás de todo este numerito, es otro de tus montajes para llamar la atención y sentirte querido.
Mr. Paseante: Que no Woody, te lo juro, hay algo y es muy grave.
Mr. Allen: pues si quieres decírmelo bien, y si no déjame en paz y no me molestes.
Mr. Paseante: Está bien Woody, no te enfades, te lo diré.
Mr. Allen: Me lo vas a decir de verdad?
Mr. Paseante: Te lo voy a decir de verdad.
Mr. Allen: Me lo prometes.
Mr. Paseante: Te lo prometo Woody.
Mr. Allen: Pues venga ya, a qué esperas...? Me estás poniendo nervioso...


M.P.: Bueno, Woody, verás, es que creo que soy heterosexual.
M.A.: ¡QUE ERES HOMOSEXUAL!!!!!!!!!!!!
M.P.: No chilles, Woody, que te van a oír, no, no soy homosexual, me has entendido mal, te he dicho que creo que creo que soy heterosexual.
M.A.: Ah, no sé por qué me he confundido, te habré oído mal... Pero entonces JR, ¿qué es lo que te preocupa? Todo el mundo, quiero decir, la mayoría, es heterosexual, es lo más corriente, lo más habitual, ¿cuál es el problema? No lo entiendo.
M.P.: Pues verás, es que me parece, te lo digo con toda sinceridad, una vulgaridad el ser heterosexual, imagínate, si se supone que soy heterosexual tendré que comportarme como ellos, o peor aún, me convertiré en uno de ellos...
M.A.: ¿A qué te refieres?
M.P.: Pues que tendré que, por ejemplo, ver los partidos de fútbol...
M.A.: Qué tontería, hay heterosexuales a los que no les gusta el fútbol, a mí mismo no me gusta, eso que dices me parece muy "tópico", igual que no a todos los homosexuales les gusta la ópera.
M.P.: No lo sé, me da miedo, tengo la impresión de que me voy a convertir en un hincha de fútbol que no hace sino beber cerveza y que se me podrá una tripa enorme.
M.A.: Por favor, qué tontería, debes pensar en positivo, y además no estás todavía seguro de ser totalmente heterosexual, seguramente no será necesario lo del fútbol, te quedarás en un término medio.
M.A.: ¿Y eso en qué consiste? Pues en que seguirás siendo el mismo pero de otra manera.
M.P.: ¿Y de qué manera?
M.A.: No lo sé JR, ya lo irás viendo.
M.P.: Tengo miedo Woody, preferiría seguir siendo asexuado como hasta ahora, te lo digo de verdad, creo que el ser heterosexual no me va a traer sino problemas, lo mismo empieza a gustarme la caza o me convierto en un mujeriego, cualquiera sabe, el ser heterosexual 100% me parece peligrosísimo, conlleva situaciones de riesgo clarísimas.
M.A.: Creo que estás exagerando, es como lo del fútbol y la cerveza, no todos hacen esas cosas.
M.P.: Bueno, me quedo más tranquilo con lo que me dices.
M.A.: Dime, ¿y qué síntomas has notado?
M.P.: Pues básicamente lo he notado en el metro.
M.A.: ¿En el metro?
M.P.: Sí, me he di cuenta que les miraba el culo a las chicas.
M.A.: Pues, sí, es inconfundible, parece que vas a ser heterosexual, ¿y has tenido algún otro síntoma?
M.P.: Sí, lo peor de todo es que creo me he enamorado de una chica.
M.A.: Pero eso es fantástico, enhorabuena, ¿de quién se trata?
M.P.: De una compañera de trabajo.
M.A.: ¿De Nerea?
M.P.: Sí.
M.A.: Me lo figuraba por lo que leía en el blog, ¿y ella está enamorada de ti?
M.P.: Creo que no, me tiene afecto y nos llevamos bien pero nada más, además tiene pareja.
M.A.: Bueno, JR, me tienes a tu disposición, si quieres tener un apoyo psicológico en este difícil trance por el que vas a pasar, cuenta conmigo, yo te ayudaré, desde ya te digo que el mundo de las mujeres no es fácil de entender, que suele haber conflictos, y que lo más duro y arriesgado en tu posible futura heterosexualidad, no es ni el fútbol, ni la cerveza, ni la caza, ni el convertirte en un mujeriego, lo más arriesgado es que te enamores, te lo digo por experiencia...
M.P.: Gracias Woody, tú sí que eres un amigo, dame un abrazo, y muchas gracias por escucharme y tener tanta paciencia conmigo.
M.A.: De nada JR, sabes que en mí tienes un amigo.

(continuará)

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