Carta de despedida a un amigo.

 

 

Uno cumple de una u otra manera su destino…

Puede que algún día nos volvamos a ver, nunca se sabe, tal vez de forma casual nos encontremos, es difícil que suceda pero no imposible.

Hace un año me escapé a verte casi por sorpresa, sabía que era la última vez que te vería en esta vida, que te vería aún con los ojos del pasado, después sabía que, aunque nos encontráramos de nuevo, mi mirada no volvería ya a ser la misma, ese día pude notar que yo no te veía ya igual, algo había cambiado.

Quise despedirme y fui a hacerlo, fue duro, me enfrenté a tu distante indiferencia y me sentí solo, abandonado, en el camino de regreso recuerdo que llovía y era de noche, creía entonces haber ido a verte para nada pero en realidad había ido a verte para todo.

Uno cumple de una u otra manera su destino, y aquella visita fue entonces y es hoy parte de mi destino.

Asumí mi destino de tener que perderte definitivamente aquel sábado lluvioso del mes de mayo.

Y así terminó todo, bajo el frío glacial de tu distante mirada, que parecía contemplarme desde la luna.

Siempre me ha puesto de los nervios tu energía tan quieta, tan parada, como detenida o estancada, tu falta de pasión, de ímpetu, de espontaneidad, de claridad, de transparencia, tu observación tan callada, y esa manera permanente de juzgar sin actuar, de no ser parte del espectáculo de la vida, una especie de falta de ganas de vivir, de apostar por vivir aunque sea para equivocarse, y ese dejarse llevar sin más por las circunstancias, sin ser tú mismo realmente nunca, sin tomar tus propias decisiones.

Somos muy diferentes, no nos entendemos, para mí intentar tirar de ti es como cargar una losa encima, como arrastrar un muerto.

Me dices de vernos, y aunque sé que lo dices por decir, como siempre, y que nunca nos veremos realmente, te digo que pensar en verte es como pensar en escalar el Himalaya, algo imposible para mí, y, sobre todo, inútil.

Es difícil dejar de hacer lo que se desea hacer, y me era difícil dejar de desear ser tu amigo entonces, pero hoy me es imposible poder hacer lo que ya no deseo hacer, y me es imposible ya desear ser tu amigo.

Lo siento pero es así.

JR