jueves, 12 de abril de 2012

Relaciones sexuales sanas.

La relación sexual no puede limitarse a la satisfacción de una necesidad biológica que luego deja vacío y soledad; debe ser un acto profundamente humano en el que los seres puedan encontrarse, reconocerse y amarse. Sólo de esta forma, el sexo podrá ser una experiencia de plenitud, de seguridad y de felicidad.
El lema de la sociedad “moderna” es: “No reprimas el sexo”. Este mensaje divulgado de muchas formas es muy peligroso y puede generar a la larga, más problemas que el tabú; pues si es perjudicial el reprimir un instinto más allá de lo aconsejable, más dañino puede ser el liberar un instinto violento y ciego y dejarlo que actúe a sus anchas. El instinto sexual liberado de toda responsabilidad moral pierde su carácter humano propio de un ser civilizado y se convierte en una fuerza sin control que lleva al hombre a perder el sentido humano y moral de la vida.
El libertinaje lleva a vivir el sexo en la etapa genital. Lo más grave de esta situación es que esta actitud suele ir acompañada de “valores” de bajo perfil; de modo que, el libertinaje sexual conduce a otras muchas formas de libertinaje; es decir, a conductas en las que se evade la “ley” y la responsabilidad.
Estas opiniones no pretenden moralizar a nadie, sólo pretenden puntualizar las cosas, en una sociedad en la que los principios se están volviendo muy ambiguos.
El sexo seguirá siendo fuente de angustia y de frustración mientras no cumpla con sus funciones superiores. El sexo debe ser instinto, placer, pero también, expansión, crecimiento, amor e intimidad.
El ser humano necesita aprender a manejar el sexo y a darle un sentido que transcienda lo instintivo y pasional.
El sexo no puede ser una compensación por fracasos tenidos en otras áreas de la vida. Debe ser la expresión libre y feliz de una persona desarrollada.
Es necesario resolver el tabú de forma positiva porque, por un lado, está angustiando a muchas personas y por otro lado, el libertinaje está llevando a la pérdida del sentido de la vida, de la amistad, del amor y hasta de la dignidad. El libertinaje y la pornografía no ayudan en nada a resolver el tabú sexual
La comprensión del sentido y del valor del sexo es tan importante porque la madurez sexual, es decir, el uso que el hombre hace del sexo, avanza de forma paralela con el desarrollo de la personalidad. En el sexo están implicadas muchas más cosas que el simple acto sexual. La naturaleza humana es sexuada y es a través de la sexualidad total que el ser humano percibe, siente, piensa, ama y actúa.
Del enfoque del sexo depende el enfoque o filosofía de la vida, el concepto, valoración y respeto de persona hacia sí misma y hacia los demás; la escala de valores y criterios de conducta moral, social, profesional, etc.
Por esta razón, cada persona concibe el sexo y se expresa sexualmente de acuerdo a la clase de persona que es.
Una persona dominada por el temor, el egoísmo, los complejos o la culpa, tendrá dificultades para amar y su conducta sexual dejará mucho que desear. Y una persona libertina utilizará y explotará a los demás en muchos aspectos sin ningún criterio moral
Numerosos estudios actuales hablan de los graves problemas sexuales que aquejan a la sociedad; sin embargo estos problemas no proceden fundamentalmente del tabú sino de la forma de vida (desarraigo familiar, soledad, competencia, agitación, estrés, vacío espiritual ,etc.)
Por tanto, la única fórmula exitosa para liberarse del temor al sexo y de adquirir una madurez sexual que garantice una relación humana satisfactoria y una vida plena, consiste en desarrollar una personalidad capaz, segura, libre, consciente responsable y feliz. 

Concepción Arizmendi
Psicóloga

1 comentario:

  1. Distinguida Sra Arizmendi:
    Si no fuera usted psicologa, diria que apenas conoce el verdadero sentido del sexo para la especie humana. Pero como tiene usted unos estudios que le capacitan profesionalmente para opinar y enjuiciar sobre el tema, me limitare a criticar sus opiniones al respecto.
    No entiendo muy bien eso de "las relaciones sexuales sanas", a no ser que se refiera a lo opuesto a las relaciones sexuales de riesgo. Pero me temo que su enunciado no va por estos derroteros.
    La satisfaccion biologica que comporta el sexo. ¿ deja soledad y vacio ? Me parece que esta usted confundiendo las cosas.
    Mi experiencia personal sobradamente contrastada me revela que no es asi. Las relaciones sexuales le dejan a uno mas relajado y satisfecho una vez realizado el acto sexual, lo mismo que cuando acabamos de comer, ni mas ni menos.
    Usted confunde la necesidad biologica con la necesidad erotica o de morbo que muchos tenemos que satisfacer para realizar nuestras fantasias de placer sexual. Y ni en la satisfaccion biologica del sexo, ni en el logro del placer sexual, el amor ni siquiera juega un papel secundario.
    Entre las estupideces del ser humano esta el hacer del sexo algo realmente trascendente.
    Una cosa es la alimentacion sana o el sexo sano, y otra diferente es una comilona en el Bulli o una orgia sexual desenfrenada al estilo de la Roma pre-cristiana. Cuando acudimos a un carisimo restaurante no vamos a satisfacer esa necesidad biologica de alimentarnos...sino a satisfacer otro placer diferente del biologico. Lo mismo pasa con el sexo, una masturbacion por recalenton o por tanta abstinencia acumulada sera tal vez una necesidad biologica, pero acudir a una cita sexual para disfrutar de unos momentos de placer no tiene por que relacionarse con esa otra necesidad biologica del sexo.
    Usted afirma que "El sexo debe ser instinto, placer, pero también, expansión, crecimiento, amor e intimidad." Y a esto lo llama funciones superiores. Y me recuerda a los antiguos sermones de los curas, cuando nos hacian creer que todo tiene que trascender, hacia el infinito.
    Entiendo que su profesion guarda relacion con la conducta humana, sus problemas y su trascendencia. Pero no creo que sea sano otorgar a las relaciones sexuales otras connotaciones que no sean la procreacion o el placer del instinto o de la inteligencia humana. Seria algo mas que rizar el rizo.
    De algo hay que vivir, Sra Psicologa, pero al menos olvidese unos minutos de lo aprendido en los manuales universitarios y reconozca que el sexo es algo tan natural como el comer o el vivir, y que simplemente el problema del sexo radica en la capacidad del ser humano para afrontar sus fines, objetivos y deseos. Y lo que para uno son relaciones sexuales satisfactorias, para otro puede significar una evidente frustracion y fuente de problemas.
    Me parece que usted hace del sexo el eje central de la personalidad humana, que exageracion !!! .
    Freud postulo sus teorias acerca de la influencia del sexo en la conducta humana, pero no es sino una opinion mas.
    La mia no va en la misma direccion, porque considero al sexo como mero placer o disfrute, sin mas problemas que el resto de placeres de que dispone el hombre.
    No pretendo polemizar sino hacer reflexionar sobre lo natural y lo añadido al sexo, que no es sino fuente de frustracion continua y permanente. Y usted en lugar de aclarar las ideas, nos viene a evangelizar y sugerir una especie de sexo a la carta, donde necesariamente nos impone el acompañar la practica sexual con un aliño dogmatico y espiritual de lo trascendente.
    Amen.

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