Un caso insólito: el cinestudio Griffith
El País - 6 de mayo de 1978
Existen iniciativas privadas que, pese a la inicial escasez de medios económicos, consiguen crear unas expectativas, unas realizaciones que, teóricamente, deberían ser labor de la Administración. Tal es el caso del Cinestudio Griffith y su programación cinematográfica, que se asemeja más a la programación de una filmoteca que a una sala privada. En el mes de mayo se exhibirán, entre otras, películas como Lancelot du Lac, de Bresson; El pequeño príncipe, de Stanley Donen; Taxi driver, de Martin Scorsese; La casa de cristal, de Tom Gries; El puente, de J. A. Bardem; El extraño viaje, de Fernando Fernán Gómez; Paseo por el amor y la muerte, de John Huston, y El forastero, de William Wyler, por citar tan sólo una pequeña muestra de las que, a lo largo de todo el mes, se exhibirán en el mencionado local.La novedad del Cinestudio Griffith es que a partir de ayer, viernes, contará con un nuevo servicio para los espectadores: funcionará una guardería para aquellos padres que deseen asistir al cine y no tengan posibilidad de desprenderse de sus hijos. Por un precio módico -cien pesetas- sus hijos podrán jugar toda la tarde en la guardería. Un servicio aparentemente secundario, pero básico, para numerosas parejas.
Por otra parte, la empresa de la sala suele ampliar sus actividades diarias de proyección, organizando mesas redondas o debates sobre los problemas que aquejan al cine español, colectivos o individuales.
Tuve la inmensa suerte de ir con frecuencia a esa sala, gracias a esa iniciativa pude conocer y a amar el CINE.
ResponderEliminarEternamente agradecido.
Tuve la grandisima suerte de conocerlo cuando se trasladaron al antiguo cine alvi allí lo viví hasta su cierre antes de la conversión en conde duque santa engracia
ResponderEliminar