miércoles, 18 de abril de 2012

Un sueño... (caso práctico) - 2


Volvemos al sueño, ya ha pasado más de una semana desde que tuve el sueño, y analizando la descripción que entonces hice me he dado cuenta de que introduje una carga valorativa al decir que el cese de mi compañera de trabajo y amiga "era necesario", y además añadí "creedme" como si quisiera de esta forma ganar adhesiones y poner a quién lo lea a mi favor.
De ahí la importancia de dejar pasar un lapso de tiempo hasta analizarlo, porque si se hace de manera inmediata no tenemos distancia suficiente para enjuiciarlo con la necesaria frialdad.
Contaba que el sueño tenía lugar en un almacén de muebles y que era de noche, apenas se veía, este lugar está tomado de mi oficina de trabajo actual para llegar a la cual hay que cruzar una enorme nave que se ha convertido recientemente en improvisado almacén de muebles.
En el sueño es de noche y apenas se ve, de noche no trabajo pero al anochecer pronto en invierno es como si fuera ya de noche, por tanto tomo el lugar y la hora para el sueño del último recuerdo que me llevo de mi oficina al marcharme por las tardes, la noche que tuve el sueño había trabajado por la tarde.
Y además mantengo el sueño ambientado de esta manera en el ámbito laboral, el mismo escenario de los acontecimientos a los que el sueño se refiere.
Alguien que yo no veía me hablaba, en principio no identifiqué quién era pero rememorando el sueño después me di cuenta que aunque no lo identificara sabía bien quién era, se trataba de un subordinado de entonces, mi mano derecha en aquellos momentos y también amigo mío.
Entre mi amiga y mi amigo había una gran rivalidad, esta rivalidad llegó hasta el punto de que mi amigo me amenazó con marcharse si no cesaba a mi amiga.
De él era la voz que me decía: "mira, fíjate bien, si ella está aquí", refiriéndose a mi amiga.
Yo le contestaba: "no la veo, ¿dónde?"
Él entonces tomaba una especie de bola de bolera de forma irregular envuelva en papel aluminio y me la entregaba, diciéndome:
"Mírala".
Justo antes de comenzar a desenvolverla me daba cuenta de que se trataba de la cabeza de mi amiga, y me despierto.
Mi amigo no aparece en el sueño pero está presente de esa manera, igual que no estuvo presente en el cese pero fue su ejecutor mediato.
Yo quedo en medio, ejecutor inmediato de su voluntad y aterrado por la repugnancia que me produce tener en mis manos la cabeza cortada de mi amiga envuelta en papel aluminio.
Terrible.
El sueño reproduce de manera metafórica todo lo sucedido, los tres principales actores del suceso, sus papeles, la consecuencia inmediata, el cese simbolizado en la cabeza cortada, y la consecuencia mediata, mis remordimientos de conciencia patentes en la sensación de terror, repugnancia e infinita pena que me produce la cabeza cortada envuelta sostenida en mis manos, como una paráfrasis de Lady Macbeth, ése peso queda para mí, sobre mis manos sostengo las consecuencias para siempre porque me despierto antes de poder desembarazarme de la cabeza.
La frase "era necesario, creedme", en la descripción que hice del sueño hace una semana y con la que me referí al cese, pone de manifiesto mi poca convicción sobre su necesariedad y mi afán porque así lo crean los demás.
El desencadenante último del sueño fue una conversación que tuve recientemente con mi amigo sobre mi amiga, el motivo de esta conversación me lo reservo por motivos de confidencialidad.
En los momentos en que el cese tuvo lugar hace ya más de tres años, estaba releyendo precisamente Macbeth.

(continuará)

el paseante

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