Recuerdo
Ese mar que vibraba como una seda temblorosa
Detrás de ti
Ese cielo acostumbrado ya a ti
A tu sonrisa, tu carcajada, tu suspiro
Ese viento que se hizo a tu piel como la mano al tacto de la seda
Esa brisa que te esperaba al romper de las olas
Y quedaba parada en el tiempo esperándote
Aunque no llegaras nunca ya por siempre
Ese atardecer lejano, inalcanzable, inacabable
Eterno como el día pleno, feliz de dicha, feliz de belleza, feliz de amor
Ese tú y yo como un sueño realizado al fin
Plenitud infinita que nos ensimismaba en el abstracto sueño del amor
Ese amor inacabado, incompleto, imperfecto
Ese amor doliente, combativo, secreto, amargo
Ese amor que fue pero no pudo ser del todo
Ese amor que no acabará nunca
Que perdurará por siempre
Y vivirá más allá de nuestras vidas
Y que en el recuerdo de su belleza eterna
Será recordado por Dios
Sólo por él
Si es que existe tal vez
Y conserva aún memoria
De la dicha que nos dio un día
A los dos
José Ramón Carballo
1 de diciembre de 2018
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