miércoles, 18 de junio de 2014

Felipe VI y yo.




Tendré que decir algo, va a ser mi rey, lo queramos o no, lo queramos más o menos va a ser nuestro rey, a mí personalmente y si me dejo llevar de lo que ha sido mi impresión desde siempre sobre el príncipe he de decir que ante todo me parece una buena persona, se lo noto en la cara, el gesto, la actitud, y sobre todo en la sonrisa y en la mirada, me parece una persona clara, sincera, cabal, franca, quizás es demasiado decir juzgándole sólo a través de las imágenes televisadas o en foto que he visto, pero son mis impresiones, la impresión es positiva, me gusta, diría que me gusta más que cualquier político de cualquier momento, y que me fio más de él, no me parece fácil el reto que tiene por delante en este momento digamos que cuando menos algo crítico, pero confío más en su papel de árbitro y moderador, de representante del Estado y máxima jerarquía, de lo que confiaría en cualquier presidente de la república que creo no haría sino elevar la contienda política de nivel llevándola a la Jefatura del Estado.
Miremos alrededor, repúblicas con presidentes, es al fin y al cabo la alternativa, Italia, mejor no hablar, Francia, parecido, Alemania, por el estilo, con frecuencia no sabemos siquiera quiénes son los presidentes de las repúblicas, se conoce sólo a los presidentes del gobierno, en España es lo contrario, fuera se conoce más al rey que a cualquiera de los presidentes que hemos tenido. De acuerdo que puede verse como un privilegio hereditario poco democrático en los tiempos que corren, pero seamos prácticos, la monarquía aquí por ahora ha dado muy buenos resultados en tiempos recientes, los resultados lo dicen a las claras, si algo funciona por qué cambiarlo.
El príncipe debe ser él mismo, ni intentar parecerse o emular a nadie, ni tratar de ser quién no es, si mira dentro de sí mismo va a encontrar a buen seguro un caudal inagotable del que echar mano, tiene un bagaje y una ejemplo en su padre que le van a ayudar sin duda, por otro lado la monarquía es algo que constituye parte del subconsciente político de todos los españoles desde tiempos inmemoriales, igual que la fe católica, España ha sido por tradición una monarquía católica, la monarquía católica por antonomasia, y últimamente la monarquía constitucional y democrática por antonomasia, con lo cual en el subconsciente colectivo nuestro se ha actualizado la monarquía en un sentido positivo y útil, la monarquía ha permitido que seamos hoy una democracia tras 40 años de dictadura, y que lo seamos de una manera pacífica y no traumática, y además la monarquía nos ha abierto al mundo con su representatividad y su saber hacer, ya he dicho todo esto respecto al rey.
Menudo chollo ser rey!, dicen algunos, pues a mí me parece todo lo contrario, que deberíamos estar agradecidos al compromiso que ha asumido el príncipe desde siempre para dar continuidad a lo que su padre ha iniciado en beneficio de todos los españoles, es curioso que nunca me haya planteado si soy monárquico o no, ni lo pensaba, ahora, abierto el debate, he reflexionado y he pensado que lo más conveniente para España es la monarquía sin duda, podría ser igualmente republicano si hubiera ahora mismo una república y hubiera obtenido los mismos buenos resultados que la monarquía en lo referente a su función como jefatura del Estado, igual que no soy ni de derechas ni de izquierdas, ni soy monárquico ni soy republicano, soy práctico y no creo en los simplismos ni en las demagogias, quiero lo mejor para mi país en cada momento, y desde ese punto de vista creo sólo en los buenos gestores no en las ideologías.
Nada más, solamente añadir que haciendo de augur pronostico que Felipe VI va a ser capital en la historia de España, en su bienestar y en su futuro, y veréis como no me equivoco, que yo soy medio brujo.
Mi lealtad hacia este joven rey, imagen de una España tan diferente a la épocas pretéritas y continuador de un rey que ha hecho historia.

El paseante


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