domingo, 15 de junio de 2014

Decíamos ayer. Septiembre 2012 (5). Mi rincón secreto y otras historias.

jueves, 13 de septiembre de 2012


Comentarios de una fiel seguidora a algunas de las últimas entradas del blog.


Diferentes reflexiones de las entradas de estos días, para mí te diré:
  
- Respecto al "olvido": Cuando uno está atento y centrado en vivir con plena consciencia el momento presente, te sientes completo ya que estás en el "ser" y aquí está presente el olvido, entendido éste como vacío, ausencia de todo. Pues si yo quiero "olvidar algo", es porque estoy "recordando algo", encontrándome entonces atrapada en un pensamiento perteneciente al "pasado" o al "futuro", no en el presente, y por tanto estoy ubicada en el mundo del "ego" (carencia) y no del "ser" (plenitud). 
- En relación al fracaso: Sólo considero una experiencia, situación o algo como fracaso, cuando el resultado obtenido lo enjuicio, por compararlo con un valor, creencia, status, etc., que la sociedad ha catalogado como necesarias y satisfactorias, para ser un individuo completo y feliz, todas ellas cualidades discriminatorias que pertenecen al mundo del "ego", no al del "ser", donde ya somos completos y por tanto toda experiencia es plena pues sirve para crecer, evolucionar y ser conscientes cada vez más profundamente de que mi esencia es la misma que la del otro y que en todo momento actúo conforme a la información y sabiduría con la que cuento en esos momentos. 
Y para finalizar, con relación al cuadro de "La Vista de Delf” y Marcel Proust, efectivamente, el cuadro es precioso, su contemplación me ha transmitido mucha paz, armonía, transparencia, relajación, perdiéndome en un mundo donde sólo existe el vacío y el placer de recrear tus sentidos sin más. He intentado ponerme en el lugar de Proust y para mí la contemplación del muro con esa luz, me transporta a un mundo donde no existen barreras, condicionamientos y donde uno puede "por fin" expresarse y comportarse tal cual es, libre de miedos, juicios, criticas, condicionamientos.
Una fiel seguidora

The last torso (12-09-2012).




The next monday landscape.

Ligero de equipaje, el viajero sale temprano de su casa. Lleva en su cabeza un plan que el capricho de sus pasos irá alterando, y en su mochila un cuaderno que se llenará de encuentros y paisajes. Por sus páginas va desfilando una geografía de rostros con los que ha compartido un cigarro, un trecho del camino o hasta la manta y el jergón. Son personajes desconfiados y hoscos, hospitalarios y amables; personajes típicos forjados por la dureza de la tierra y personajes extravagantes forjados por el absurdo de la vida. Del buhonero al que apodan el Mierda, al chamarilero que se precia de conocer al rey de Francia; de las hacendosas Elena y María al niño Paquito que una parálisis tiene postrado en su silla... todos ellos van poblando las páginas del cuaderno y dejando en el corazón del viajero la herida que causan los encuentros fugaces y las despedidas definitivas. Junto a ellos, el viajero toma buena nota de la belleza, a veces austera y a veces generosa, de la comarca alcarreña, de sus ríos, sus campos y sus historiados pueblos.
Viaje a la Alcarria
Camilo José Cela

The last Poem. Despedida.


Despedida

Hora triste la de partir a tierras lejanas
De despedida de ti
Y sentir la punzada amarga de adiós en el corazón
Hora triste que habrá de llegar algún día
Me pregunto si sobreviviré a ti
O habré de morir de ti
Curioso resulta que quién amas sea la peor enfermedad
Hora triste, lejana tal vez, esperada nunca
Hora futura de ti sin ti
De todo mi amor por ti pero sin ti ya siempre
Avariciosa hora de la pérdida, de la despedida
Que toda la desolación del mundo la quiere para sí
Seguirá después el reloj marcando otras horas nuevas
Diferentes
Como un tiempo diverso
Esencia de otra vida desconocida
Llegará la hora de partir hacia ignotas tierras lejanas
Continentes desconocidos, paisajes por descubrir
Inmensas cimas de rocas apiladas
Profundos desfiladeros
Recónditos valles donde apenas llega la luz del sol
Ese sol que nos alumbraba en un entonces feliz
Y que hoy tú eclipsas con tu recuerdo
Recuerdo anticipado de ti
Pretérito recuerdo
Que acaricio acariciándote
Al que beso y susurro amor
Te vas de mí cada día un poco
Cada hora, cada minuto
Y te pierdes imborrable en mi memoria
En la infinita dimensión del amor irrealizado

José Ramón Carballo
12 de septiembre de 2012

The last amanecer (13-09-2012).



The last anochecer (12-09-2012).








Mis conversaciones con Woody (6). Woody, me voy de vacaciones.

- Woody me voy.
- Qué te vas, ¿dónde?
- No, que me voy de vacaciones.
- Ah, bueno, pero vuelves ¿no?
- Claro.
- Y es necesario que te vayas.
- Hombre, necesito descansar.
- ¿Descansar? Pero tú eres funcionario, yo creía que los funcionarios descansabais en el trabajo.
- Mira, Woody, no voy a entrar en la vieja polémica de si los funcionarios somos unos vagos o no.
- JR, eso no es una polémica, es una evidencia. Y tú eres también un vago, a mí no me engañas, eres un vago como todos los funcionarios pero además tú eres un genio.
- Gracias Woody.
- ¿Por lo de vago o por lo de genio?
- Por ambas cosas, creo que tienes razón.
- Claro, soy Woody Allen, siempre tengo razón, y si no la tengo da igual, siempre me la dan.
- Como a los locos.
- Como a los locos y a los famosos, JR, en mi caso por ambas cosas.
- Oye Woody, ¿me vas a echar de menos?
- No lo sabes tú bien JR, no sabes bien cómo te necesito...
- Oye Woody, no te estarás enamorando un poco de mí.......... Mejor no me contestes, creo que no resistiría que me rechazaran una segunda vez en tan poco tiempo.
- Vale.
- Y procura ser fuerte, el 23 de octubre volvemos a vernos, recuérdalo que tú eres muy despistado.
- No sé si lo voy a resistir JR, déjame un número de móvil al menos, prometo no llamarte salvo que sea imprescindible.
- Tú si que eres imprescindible para mí Woody.

el paseante

miércoles, 12 de septiembre de 2012


La réplica de la sombra al olvido.



Eres un genio, Jota. Me rindo ante tu maestría, de verdad. La  metáfora del transistor es muy acertada, así que seguiré con ella para matizar lo que has dicho. Estoy de acuerdo contigo en que el transistor es la memoria y en que los sentimientos hacen que sintonicemos uno u otro recuerdo. Pero es que olvidar significa que algo deja de estar en la memoria, es decir, que el recuerdo desaparece por completo del dial. Quizás lo que pasa es que mientras estamos vivos no olvidamos nada, sencillamente saltamos de un recuerdo a otro movidos por un sentimiento, un aroma, una imagen, pero los recuerdos siempre están ahí, esperando a que los volvamos a sintonizar. Tal vez sólo olvidamos realmente cuando, como tú dices, nos desenchufan…

La sombra del paseante

La respuesta al olvido.



Pues no estoy de acuerdo, sombra, para variar discrepo de tu opinión, dices que no se puede olvidar voluntariamente y que el recuerdo sin embargo sí es algo voluntario, como si tuviera un interruptor, ahora recuerdo, ahora no recuerdo, on-off, y que el olvido sólo tiene la posición on, que la posición off no existe para el olvido, que el off llega involuntariamente porque no hay tecla de off, como si sólo llegara cuando se le acaban las pilas al aparato del olvido.
Pero te pregunto si no te has parado a pensar cómo se le acaban las pilas al aparato del olvido, pues te voy a contestar, se le acaban las pilas a fuerza de darle al on, pero no al on del olvido sino al on del recuerdo, vaya lío, bueno, verás, es que te has liado sombra.
No hay un aparato del recuerdo y otro del olvido como si fueran dos transistores o algo así, es que el recuerdo y el olvido van en el mismo transistor, el de la memoria, y es un transistor con un dial lleno de sintonías, unas nos gustan y otras no, las buscamos nos gusten o no porque no manejamos nosotros el mando a voluntad, lo maneja nuestro sentimiento, que está medio chalado, es irrazonable, pero igual que le da por volver a una sintonía que ya no nos conviene una y otra vez, un buen día se encapricha de otra y ya no vuelve a sintonizar la anterior, lo que te digo, está zumbado el tío.
Éxitos de ayer y hoy en el dial de tu memoria, sólo para ti sombra, en una radio que llevas siempre metida en tu cabeza y que nunca se apaga, ni en sueños, es decir, que no tiene tecla on, ni tecla off, va directa al enchufe, a la red, y el día que te la desenchufan mal asunto, sombra, mal asunto, vigila que no te la desenchufen que eso es lo peor…

El paseante a su sombra

Paisaje de la Alcarria (2).

Paisaje de la Alcarria. José Ramón Carballo. Óleo sobre lienzo.


El cuadro de la semana. Vista de Delf. Johannes Verneer. 1658-1660.

El cuadro favorito de Marcel Proust...
Y por qué...
No se sabe bien, es algo confuso a la hora de explicar sus motivos, tal vez el tratamiento que a la luz da el pintor, tal vez el colorido, el cielo, las aguas del río, los diminutos personajes del primer plano, las barcazas, tal vez los tejados de variados colores, tal vez el pequeño castillo o fortaleza, tal vez el dique con el puente, tal vez las gabarras, o tal vez el muro que se ve a la derecha iluminado por una débil luz amarilla.
No me lo puedo creer, le gustaba el cuadro precisamente por ese insignificante muro totalmente secundario y que pasa desapercibido en la escena retratada.
Pues por ese muro precisamente le entusiasmaba el cuadro, y sobre él diserta largamente en En busca del tiempo perdido, de una manera recurrente y un tanto obsesiva, cosas de artistas, cuando tienen una revelación son así, se comportan así.
Y ese muro insignificante para Marcel Proust era eso precisamente, una revelación.
No acierto a comprender qué puede decir sobre ese muro que resulte interesante.
Pues mejor léete la novela, son sólo 3.500 páginas, 7 tomos, pero vale la pena, dentro de ella podrás comprender muchas cosas, entre otras por qué ese muro es esencial, y tantas otras cosas esenciales de la vida en las que no has reparado quizás, o tal vez sí y no te has dado cuenta.
La Vista de Delf y Marcel Proust, yo creo que el cuadro se hizo famoso gracias a él, seguro.
En cualquier caso con muro o sin muro es bonito, ¿verdad?

el paseante

martes, 11 de septiembre de 2012


El rincón secreto. Poema a mi madre.



El rincón secreto
Hay un rincón secreto, perdido, olvidado
En el que tú y yo estamos
La madre y su hijo
Eternos más allá de la vida y del tiempo
Más allá de la muerte
Siempre juntos en un manantial
De luz de estrellas
Y desde ese quieto rincón nos contemplamos
Por siempre ensimismados
En la dicha infinita del amor

(poema dedicado a mi madre)

José Ramón Carballo
11 de septiembre de 2012

The Pipi cat & the coffee pot. Two photos.






La inclinación necesaria.




A veces en la vida es conveniente adaptarse al medio, tal y como ha hecho este árbol de un jardín cercano a mi casa, hoy por primera vez, camino del metro, me he fijado en él, mi atención debía estar más atenta de lo normal, valga la redundancia.
Parece suspendido en el aire, como colgando del vacío en un gesto como de bailarina que estira la pierna hasta lo imposible y deja congelado el paso de baile durante un instante eterno.
Tan elegantemente suspendido sobre la hierba parece como si sostener el peso del cielo le hiciera mantenerse en esta posición tan firmemente anclada en la tierra que resulta inconmovible.
¿Por qué?
Me pregunto el por qué de ésta su posición, tal vez sea de nacimiento o sea algo adquirido, fruto del viento que torció su crecimiento, sin embargo es curioso observar que creció recto en su inclinación, firme en su propósito de avanzar en la vida se convirtió en un ejemplar completo y bello, pero con una trayectoria diferente a la habitual, que le hace aún más bello en su originalidad, particularmente hermoso en su inclinación como trazada por un geómetra de los árboles.
Tan solitario, tan delicado, tan firme a la vez, sostiene su copa poblada, armoniosamente construida, delicadamente delineada, como un cerebro lleno de profundos pensamientos.

el paseante

¿Estáis bien?


¿Estáis bien?
Yo estoy bien, bueno, veréis, os cuento, me voy de vacaciones este próximo viernes y regreso el martes 23 de octubre, si Dios quiere, todo si Dios quiere, esto conviene siempre decirlo por si acaso.
Durante este tiempo os voy a echar de menos, como podéis ver en la imagen estoy a punto de llorar, separarme de vosotros va a ser muy duro, os quiero mucho.
Vosotros a mí seguro que también me vais a echar algo de menos, unos más otros menos, te echo menos de menos, te echo más de menos, qué expresiones, muy confusas.
Durante este tiempo se mantendrá solamente la sección de los lunes "Decíamos ayer", en la cual se reproducen los contenidos del blog de la misma semana pero hace justo un año, de esta manera vamos recordando o viendo por primera vez para los que os incorporasteis más adelante al blog, los contenidos de por aquel entonces, llenos de atractivo e interés al igual que todo el blog.
Y para el 23 de octubre habrá nueva programación en el blog, junto a contenidos ya clásicos que se mantendrán se incorporarán otros nuevos que seguro os sorprenderán y deleitarán aún más si es que eso es posible.
El blog de el paseante es ya un clásico a nivel mundial que va no obstante incorporando innovaciones continuamente, siempre puntero en ingenio, profundidad, sorpresa, agudeza mental, rapidez de reflejos, actualidad, pensamientos, ensoñaciones, elucubraciones...
Vuestro blog, siempre a vuestro servicio.
Como siempre seguimos en contacto a través de vuestros comentarios, sugerencias y colaboraciones.
Con cariño,
vuestro paseante

Los prerrafaelistas en la Tate Britain.

Los prerrafaelitas, rebeldes en la era victoriana, llenan de color la Tate Britain

'Ophelia' (1851-2), de Sir John Everett Millais. VEA MÁS IMÁGENES 'Ophelia' (1851-2), de Sir John Everett Millais. VEA MÁS IMÁGENES

El movimiento británico de los prerrafaelitas, que revolucionó formal y estilísticamente el mundo del arte en la era victoriana con su enfoque, centra una completa exposición en la Tate Britain de Londres, donde podrá visitarse hasta el próximo 13 de enero.
Conocidos por sus retratos de bellas mujeres de largas cabelleras, a menudo pelirrojas y sus paisajes ultranaturalistas, los prerrafaelitas son percibidos ahora como "aburridos" e incluso convencionales, pero en realidad "fueron un movimiento radical que hizo tambalearse los pilares del mundo del arte".
Así lo afirma uno de los comisarios de la exposición, Jason Rosenfeld, profesor de Historia del Arte en el Marymount Manhattan College de Nueva York, que ha presentado ante la prensa una muestra que abrirá el miércoles para el gran público.
Desde su fundación en 1848 como una sociedad secreta, los prerrafaelitas, encabezados por John Everett Millais, Dante Gabriel Rossetti, William Holman Hunt y, en el periodo tardío, Edward Burne-Jones, se propusieron poner fin al formalismo imperante en el mundo del arte en pro de un realismo menos idealizado.
Su nombre se debe a que rechazaban la idea dominante en las academias del momento de que el renacentista Rafael representaba el culmen artístico, y preferían en cambio mirar a épocas anteriores en busca de mayor autenticidad.
Los prerrafaelitas, que en sus comienzos escandalizaron a la sociedad victoriana, incorporaron una paleta de vivos colores, temas con tensión sexual y mujeres con la melena suelta, y trataron también asuntos sociales, como la emigración a Australia en 'The last of England' (Adiós a Inglaterra, 1852-1855), de Ford Madox Brown.

Movimiento de vanguardia

Una de las características de este grupo artístico, en el que se incluían poetas y otros intelectuales, es que fueron los primeros que, cuando el tema lo requería, pintaron a gran escala al aire libre.
Ejemplos de esta práctica, aplicada después por los impresionistas, son 'The Scapegoat' (La cabra suelta, 1854-1855), pintado por Hunt en el escenario bíblico original del mar Muerto, o la famosa 'Ophelia' (1851-1852), cuyo frondoso fondo vegetal Millais plasmó fuera del estudio.
El influyente artista inglés -cuya estatua, paleta en mano, preside la entrada de la Tate- utilizó una modelo dentro de una bañera llena de agua para evocar la imagen de la Ofelia de Hamlet ahogándose en un arroyo.
La modelo no fue otra que Elizabeth Siddall, una de las principales musas de los prerrafaelitas y cuya piel blanca y larga cabellera rojiza se han convertido en símbolo de belleza entre los británicos.
Según Rosenfeld, los prerrafaelitas fueron además "el primer movimiento de vanguardia del mundo en usar una variedad de medios", lo que se refleja en esta exposición, que reúne trabajos en pintura, escultura, tapices, muebles o vitrales, ilustrando los diversos intereses de los fundadores.
Uno de los miembros del grupo, William Morris, llegó a crear, junto a Burne-Jones y Rossetti, una empresa de diseño que elaboró desde mobiliario hasta papel pintado, y que influyó enormemente en la decoración de las iglesias y las casas británicas hasta principios del siglo XX.
En su última fase, parte del grupo, en especial Burne-Jones, tendió hacia el simbolismo, con representaciones idealizadas del pasado que contrastaban con el creciente materialismo de la sociedad victoriana.
Cuando cierre sus puertas en Londres, el 13 de enero, la exposición 'Prerrafaelitas: la vanguardia victoriana', que reúne un total de 180 obras, se trasladará a Washington, Moscú y Tokio, a donde se prevé que llegue en la primavera de 2014.


El olvido según la sombra.



Qué casualidad, Jota, justo ahora que te vas a ir de vacaciones quieres que hable del olvido. ¿No pretenderás olvidarme, no? ¿No querrás escaparte y perderte en el espacio-tiempo para que no te encuentre, no?. Porque si eso es lo que pretendes siento desilusionarte. Uno no puede controlar el olvido. El recuerdo se deja dominar más, pero el olvido manda. ¿Se te ha pasado por la cabeza alguna vez la frase “tengo que olvidarme de esto”? Sí ¿verdad? ¿Y cual ha sido el resultado? Pues que cuanto más intentas olvidarte de algo más lo recuerdas ¿a que sí?. Y es que sólo podemos tratar de retener los recuerdos, pero no podemos obligarles a marcharse. Se van cuando ellos quieren. Así que es mejor que no intentes olvidarte de mí en estas vacaciones, Jota, porque cuanto más lo intentes menos te dejaré. Así de simple… 

La sombra del paseante


La foto de la semana (24). The Nerea's temptation.

The Nerea's temptation. José Ramón Carballo. Cámara móvil Nokia X2.


La película de la semana. Cielo sobre Berlín. Wim Wenders. 1987.

Hace ya unos cuantos años que estuve en Berlín. Me pareció una ciudad melancólica. Sin el esplendor de París, sin la multiculturalidad de Londres, sin la grandeza de Roma. 

Calladamente hermosa. Con un discreto encanto, que diría Buñuel. Me gustó. 

De la mano de Wim Wenders, vuelvo a Berlín. A un Berlín pretérito y en blanco y negro. Un Berlín en cuyo cielo vuelan ángeles de la guarda que vigilan nuestros pensamientos amorosamente. Berlín desde el cielo.




Cine poético. Los protagonistas son dos ángeles que sobrevuelan Berlín. 

Recorren sus calles de finales de los años 80, en un Berlín demasiado castigado tras la guerra como para haberse recuperado. 

La ciudad está llena de heridas que todavía sangran.

Los ángeles Damiel y Casiel (Bruno Ganz y Otto Sanders) ejercen de una especie de ángeles de la guarda, realmente enternecedores.
Pues no me importaría a mí tener a uno así, pensaba yo mientras veía la película. 
Acompañantes sutiles de los habitantes de una ciudad que parece todavía perdida y desolada, sólo los niños son capaces de verlos. Ellos, sin embargo, escuchan el torrente de pensamientos que acompañan a cada una de las personas (y así da la sensación de que sucede, una por una). 

Ángeles que se colocan al lado del que lo necesita, que susurran una inaudible palabra de ánimo, que acarician, que acompañan,  o que simplemente, están ahí.

Permanecen en silencio, rodeando al ser humano con su abrazo divino. Intentando que un pensamiento de esperanza penetre entre tanto dolor. 



Ángeles que curan y consuelan. A veces en situaciones límite, cuando la soledad del que sufre es infinita o los caminos elegidos son los más terribles. 


¿De verdad no queréis tener uno así? 

A lo largo de la película, una voz en off, va recitando hermosos textos poéticos escritos por Peter Handke y por el propio Wenders, que dan un toque como de cuento a la película. El espectador, mediante los pequeños fragmentos de poesía que constantemente surgen entre escena y escena y las propias imágenes, reales e irreales, de estos ángeles errantes en un Berlín en blanco y negro, se sumerge necesariamente en la atmósfera pretendida.

 El lirismo, la metáfora, para acercarnos a una realidad que, contada de otra manera, resultaría demasiado cruda.

Berlín se nos muestra como una ciudad tan inhóspita como hermosa. En ella, el muro cobra un especial protagonismo y más ahora, cuando es cosa del pasado y no comprendemos por qué durante tanto tiempo fue el símbolo de la división, del no entendimiento. Especialmente entrañable es el personaje del anciano que busca respuestas (Homero) y deambula al encuentro de sus propios recuerdos.



Berlín contemplada desde las alturas y por qué no, desde la estatua Siegessaule, en la llamada columna de la victoria, situada en el parque Tiergarten de Berlín.

Y hasta aquí, la parte más hermosa de la película, la realmente impactante  y que se quedará en la memoria. 

Porque para mí, la película que tiene muchos otros momentos memorables como la reunión de los ángeles en la Biblioteca estatal de Berlín, y alguna que otra curiosidad como la aparición de Peter Falk (Colombo) o del cantante Nick Cave, pierde gran parte de su encanto cuando uno de los ángeles, Damiel, el interpretado por Bruno Ganz, decide convertirse en humano, especialmente al enamorarse de una trapecista (que tiene un poquito de ángel, a su manera).


De imágenes cautivadoras, cuando Damiel se transforma en humano, Berlín se nos muestra en color (en realidad la película usa el blanco y negro en las escenas en las que aparecen los ángeles y el color en el resto) y la perspectiva de la película cambia.


Ahí tenemos al ángel descubriéndose a sí mismo, de nuevo al lado del muro. Ese muro lleno de graffitis que supuso todo un movimiento artístico del género, tan urbano y dinámico.

Me quedo con el blanco y negro, qué se le va a hacer. Por ello finalizo esta entrada con una de las escenas que a mí más me gustan.

Estamos en la Biblioteca estatal de Berlín. El ángel Damiel permanece sumido en sus pensamientos eternos, tal vez pensando en cómo tender un puente a los seres humanos que parecen tan perdidos, tan solos.


lunes, 10 de septiembre de 2012


La atención según Krishnamurti.


La atención es un estado de caer en la cuenta de todo, es como vivir con una serpiente en un cuarto, espías cada uno de sus movimientos; afinas mucho, muchísimo, el oído para notar el mínimo ruido que haga. Este estado de atención es energía total.

Krishnamurti

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